Parte uno.

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—¡Jimin apresúrate!—La voz de TaeHyung puede escucharse perfectamente entre todo aquel mar de gente. Jimin trata de buscar la rubia cabellera de su amigo sin embargo es imposible. Genial, empezaba aquel viernes de la peor manera; en medio de un caos de gente en el metro y perdiendo a su amigo.

Con cuidado se desliza entre la multitud, mareado repentinamente ante el olor de toda aquella gente; Alfas y omegas en general.

Aquella era precisamente la razón por la cuál prefería utilizar el viejo auto de su compañero de piso Hoseok. Ese auto sería mil veces mejor que estar sofocándose ante los olores dulces y fuertes.

—¡Jimin!—TaeHyung lo vuelve a llamar y esta vez Jimin sabe exactamente de donde proviene esa voz, se gira completamente y finalmente sus ojos se encuentran con los de su amigo que está a tan solo unos metros lejos de el.—¡Hay que apresurarnos, este es nuestro tren!—Y solo esas palabras necesita Jimin para tomar con fuerza su mochila y dirigirse hacia su amigo. El no está dispuesto a llegar tarde una vez más a su empleo.

Apenas y alcanzan a adentrarse en el metro el cual está aún peor que la misma estación. Jimin nunca deseo llegar a su trabajo temprano hasta ahora.

Treinta minutos después un agotado Jimin se adentraba por las puertas dobles del bar en el que trabaja, gruñendo mientras un alegre TaeHyung lo sigue más concentrado en su teléfono móvil que en la realidad.

—Vaya, mira que cara tan larga.—NamJoon habla apenas ve a Jimin. Este a cambio le da una mirada de "no me jodas ahora, Hyung" a su compañero de trabajo, para segundos después apresurarse y entrar a los baños de empleados mientras escucha claramente a NamJoon preguntando "¿Que le pasa?" Y a TaeHyung contestando "Vinimos en metro y básicamente estaba lleno de omegas".

Omegas, Jimin los odiaba.

No era algo así como un odio intencional exactamente, era algo más profundo que eso.

Negó con la cabeza. No queriendo a recordar cualquier cosa acerca de omegas.

Se cambio la ropa con rapidez, siendo precavido de quedarse con el suéter bajo el chaleco obscuro. El clima era una mierda en Seúl últimamente y ya tenía mucho trabajo y preocupaciones como para agregar alguna gripa inesperada. En cuanto terminó de vestirse se dedicó a guardar lentamente su ropa cómoda en el casillero con su nombre en el, después salió del baño, caminando cautelosamente y sin llamar la atención de los pocos clientes que estaban ahí.

NamJoon seguía en su lugar detrás de la barra, luciendo ropa similar a la suya y con un rostro de aburrimiento.

Jimin se recargó en la madera de la barra, mientras sacaba su teléfono móvil solo para encontrarse con tres mensajes en el. Uno de Hoseok quien le indicaba que aquella noche llegaría más tarde de los normal. Y los otros dos de YoonGi, su mejor amigo estos eran breves, no emojis exagerados como Hoseok solo simples palabras como <Necesito un favor> y <Iré a tu trabajo a las 9.>

Aquello fue extraño de alguna manera. YoonGi no era exactamente conocido por ser alguien que pedía favores, no. El prefería arreglárselas solo sin importar cuan desesperado necesitará ayuda. Así que Jimin pensó que realmente era algo grande.

La noche llego con lentitud y con ella la gente más joven en busca de algo de diversión como normalmente era visto en un viernes por la noche. La música llenaba el lugar al igual que los coloridos colores de las luces, Jimin apenas y tuvo tiempo para apreciar el lugar, pues la mayor parte de la noche de la paso de un lado a otro, llevando diferentes clases de bebidas hasta las mesas del segundo piso. Desde una cerveza normal hasta bebidas con nombres que no recordaba.

Soulmates; JikookWhere stories live. Discover now