No sé su nombre, simplemente no sé su nombre. Despierto rápidamente y desconecto la radio antes de que se encienda como es usual a las 7:00. No sé su nombre. Corro a la cocina y veo mi mamá cocinando.
- ¿Mike? ¿Qué haces levantado tan temprano, hijo? - Pregunta.
No respondo, me quedo parado mirando fijamente al vacío. No sé su nombre.
- ¿Mike? - Pregunta mi madre nuevamente.
- Lo siento mamá, estoy un poco ansioso por la cita con el Dr. Hollbrook - Respondo, como si hubiese planeado la excusa perfecta por un largo tiempo.
Evito hacer contacto visual y me dirijo nuevamente a mi habitación. No sé su nombre. ¿Cómo no sé su nombre? Es como si no hubiese avanzado nada desde la última vez que la ví, qué, técnicamente, no ha sido nunca. No sé su nombre, y tengo que averiguarlo.
Me doy una ducha para quitarme el sueño y salgo de casa con mi madre. Camino al doctor me quedo mirando el cielo a través de la ventana del auto. Pienso en ella, no sé su nombre. Puedo recordar su rostro, su pelo, el color de sus ojos, el aroma de su perfume, pero no sé su nombre. Es casi imposible poder hacer algo por esta misteriosa chica si no sé su nombre.
Todo sale exactamente igual. Corro a la heladería y pido el helado, sí, del porte de un camión,
- Ah, y un vaso con agua, por favor - Le digo amablemente a la camarera.
Ésta vez me siento en una mesa ubicada afuera de la heladería, con vista directamente hacia la calle, puedo ver perfectamente las personas caminar por la cera del frente. Por fin la veré. Por fin sabré su nombre.
No pasan muchos minutos hasta que veo su sitio figura aparecer en la lejanía. Igual que siempre, sus audífonos y su iPod. Me levanto de la mesa, tomo el vaso con agua y me dirijo hacia ella. La veo directamente, veo como el sol roza suavemente su piel, es bellísima, es toda una obra de arte, es...es...
- ¡Oye, fíjate tonto! - Grita una voz. Es su voz, es ella. Mi plan había funcionado, chocamos, y accidentalmente le tiré el vaso de agua encima.
- Disculpa - Le dije - No estaba pensando mucho -
- Puedo verlo claramente - Dijo ella en un tono un poco sarcástico.
- Mucho gusto, me llamo Mike, y ¿Cuál es tu nombre? - Pregunté.
- Emma - Respondió ella -
- Acompáñame a la heladería de la otra calle, allí podrás limpiarte más tranquilamente - Le dije. Ahora sé su nombre.
- ¿Por qué habría de ir contigo? Apenas te conozco.
- Quiero compensartelo, es lo menos que puedo hacer después de hacerte enfadar. -
Ella asintió, con desconfianza, pero asintió. He ganado unos minutos. Al llegar a la heladería miro con cautela hacia donde estábamos hace unos segundos. Los veo. Veo a los dos tipos, pero ahora Emma no está en su camino. Lo he logrado, la he salvado. Ellos siguen su camino, y Emma está a salvó, conmigo.
- ¿Sueles hacer ésto con todas la chicas? - Pregunta mientras se sienta en una mesa lejos de la mirada de mi madre, quien al parecer no está de acuerdo con nada de lo que estoy haciendo. Si tan solo supiera...
- ¿Qué? ¿A qué te refieres? - Le pregunto en tono inquietante. -
- Pues, tirarle un vaso de agua encima para poder saber su nombre e invitarlas a tomar un helado. -
- Pues no sé de qué me hablas - Le respondo riéndome un poco.
Es tan hermosa, no puedo dejar de mirarla. Sus ojos son como un cálido lugar del que no quiero escapar.
- ¡Oye! ¿Te gusta mucho éste lugar? - Su voz me desconectó del mundo perfecto de sus ojos.
- Eh, sí, claro, como digas. - Respondí.
Ella me miró un momento y se echó a reír.
- No puedo creer que seas tan desconcentrado. Acabo de hacerte una pregunta.
Mi mente estaba en otro lugar, no había escuchado lo que Emma recién preguntó.
- Disculpa, no sé en qué planeta tengo ubicada mi mente el día de hoy. ¿Qué decías?
- Pregunté que si te gustaba mucho éste lugar
- Ah, si sí, es un lugar tranquilo. He venido desde que tengo memoria. Siempre, al salir de cada cita con el médico mi madre me trae aquí para comer un helado, es como una costumbre, un ritual que nunca dejamos de hacer.
Emma miró si reloj sutilmente, debía irse, tenía prisa, pero ¿para ir a dónde?
- Emma, ¿tienes que ir a algún lado?
- De hecho sí, voy muy tarde para mi entrevista de trabajo, que es en un estudio que queda unas calles más abajo.
- ¿Quieres que te acompañe?
- Acabo de conocerte, ¿estás loco?
- Sí, pero sólo un poco
Emma sonríe dulcemente, salimos de la heladería a caminar. Una Brisa fresca recorre todo mi cuerpo. Está a salvo, y eso me hace feliz.
Emma voltea y camina de para atrás mientras me mira fijamente a los ojos
- Nunca pensé que me pasara algo como esto, conocer un completo extraño que ahora me acompaña a mi futuro trabajo. Que cosas, ¿no?
Misteriosamente comienza a llover, la cara de Emma cambia a una expresión muy emocionada, parece que nació para vivir bajo la lluvia, mientras camina hacia atrás me extiende su mano, quiere que corra con ella bajo el agua. Al agarrar su mano siento mi corazón latir fuertemente, pero algo me arrebata esa sensación.
- ¡Emma!
Es un grito que sale de mi garganta con la mayor potencia del mundo. Corro inmediatamente hacia su cuerpo, que fue arrastrado por un autobús. Ni lo vi venir, ella no lo vió venir.
Nadie viene a ayudar.
Miro a Emma fijamente a los ojos, salen lágrimas de ellos. Intento decir mil cosas, pero lo único que logro decir es
- Tranquila, todo estará bien
Agarro fuertemente su mano, mientras ella intenta susurrar algo
- M...
- ¿Emma?
- Mi...Mike...
Siento una fuerte ola de calor.
Una explosión fuerte me desconecta del dolor de Emma y me tumba a dos metros de ella. Caigo y quedó mirándola a los ojos. Trato de levantarme pero me es imposible. Busco mi cuerpo con la mirada, y me sorprendo al ver que tengo clavado en el pecho un gran trozo metálico. No siento nada
Miro a Emma por última vez, mientras cierro mis ojos y me dejó ir.
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Días Del Futuro Pasado
Ciencia Ficción¿Qué harías si tuvieras la oportunidad de volver a vivir un día de tu vida? "Días Del Futuro Pasado" cuenta la historia de Mike, un chico de 18 años con una vida casi normal. La muerte es algo que algunos no quieren que llegue, pero Mike tendrá la o...