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Annie dejó caer la toalla a sus pies, se acercó a Lucas con su piel desnuda, sin tener pudor, si tener temor, estaba más que claro en que ella quería entregar cada escama de su piel a él.Lucas seguía embobado por la figura de su amada sirena. En cada sentido de la palabra, ella era perfecta.
Annie, con todo el atrevimiento del mundo que habría podido exponer su cuerpo, tiró suavemente de la masa de músculos que poseía Lucas a la cama y en un leve susurro, quitándole la camisa, declamó:
¨Hazme tuya, cuando la noche sea poseída por la luna.
Hazme tuya, y en la madrugada levantemos a todos con nuestra bulla.
Hazme tuya recorriendo cada curva.
Hazme tuya hasta que mi cuerpo se desluya.¨
Y sin más, Annie se levantó,como si nada hubiera pasado, colocándose la camisa que Lucas antes traía puesta.
~*~
El sol se posaba entre las montañas lejanas reflejando un hermoso atardecer que Lucas y Annie no podían perderse. Cada uno estaba inmerso en su mundo. Hasta que Annie rompió las ataduras del silencio.
-¿Alguna vez has sentido miedo?.
-Annie, todos tenemos miedo- El seguía ahí, recordando su destrucción natural, su pasado inmemorable. ¿Por qué será que el pasado, aunque ya no esté en nuestra vida, sigue en nuestras mentes?, ¿Por qué será que simplemente no podemos dejarlo ir? Es como si.. fuera nuestra sombra, pocas veces lo notamos, otras simplemente se oculta, pero sabemos que siempre está su presencia.
-¿A sí?, y, ¿Cuál es el tuyo?-
-No ser feliz- Lucas desvió su mirada de las montañas, para penetrar los ojos de ella, verlos y hacerle entender que estaba totalmente seguro de cada palabra que pronunciaba.
-Entonces, ¿Para que estas vivo?- Annie habló recelosa, con tristeza en su voz, era duro para ella, sentir que ella no podía desaparecer sus miedos, pensar en que él entonces... viviría bajo la sombra del dolor.
-Annie, no todo en la vida es tristeza y dolor, no todo en la vida hace daño. No cada paso que das es sufrimiento- Una gota de agua salada se desplazaba por la mejilla de Annie, un dolor sin fin pesaba en los corazones de estos amantes.
-¿Por qué le tienes miedo a no ser feliz?- Logró decir, mientras aguantaba los sollozos y se metalizaba en no llorar, no otra vez, y menos por esa cosa sin amor.
-Esas fueron sus últimas palabras, y desde entonces, supe la primera misión que tenemos en la vida.
-¿A qué te refieres, Lucas?- Preguntó Annie, totalmente privada a lo que él hablaba. se había secado las lágrimas y tomado una inmensa bocanada de aire.
- Permíteme contarte una historia, pequeña sirena.
<<En la vida enfrentas obstáculos, desde pequeño, pero debes aprender a saltarlos, esquivarlos y derrotarlos. Mamá era una mujer soltera, pero fuerte e inteligente. Años después de haberme tenido, padeció de epilepsia. Yo no hacia más que darle problemas, en la noches, la escuchaba llorar, escuchaba sus horribles gemidos de dolor salir de su garganta a causa mía. Yo la amaba, es la hora y aún la amo, pero no podía permitir que se acostara con cualquier hombre que se le cruzara en el camino y le diera unos pesos para sostener las pobres necesidades que teníamos.
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Ataduras de dolor [TERMINADA]
Short StoryCuando las barreras del dolor se derrumban por el amor se pone en duda la fuerza del destino.