-Permíteme entender tu dolor, permíteme que sea yo quien te saque de aquella cueva de oscuridad; te mostraré las maravillas que existen en este mundo, tan sólo permíteme mostrarte la luz donde crees que no hay- Cada palabra que sugía era una cortada para las ataduras de dolor de Annie. Eso era lo único que ella necesitaba escuchar-Entrégame las piezas de tu roto corazón y déjame a mí ser el coleccionista de las piezas que faltan de él, sólo dámelo y verás lo que tus ojos no te dejan ver por la neblina de tus lágrimas. Aquí estoy, pequeña sirena, aquí estoy.Y eso fue suficiente para Annie, justo en ese momento; las ataduras de dolor se rompieron; las barreras de dolor se derrumbaron, las cadenas de martirio y sufrimiento se oxidaron, ahora estaba él, él que la cuidaría y cumpliría su promesa de amor.
-Tenía 7 años- recuerda perfectamente aquel día, como si ese suceso estuviera cosido en sus pensamientos- Mi papá me había recogido del colegio, como siempre hacia mientras mamá me esperaba con el almuerzo listo junto a mi hermano mayor, pasamos por una tienda donde vendían cuadernos para escribir y dibujar, era perfecta esa tienda. Papá, al ver mi interés por esa tienda, me compró unos cuantas cajas de colores juntos a dos cuadernos, uno para escribir y otro para dibujar, íbamos tarde y a mamá no le gustaba que llegáramos tarde a la hora de la comida, eso era algo sagrado para ella, decía que era el mejor momento para compartir nuestro amor en familia.- Annie sollozó, pero ella debía contarlo, necesitaba desahogarse, soltar las ataduras que lastimaban su alma- Cruzábamos la calle y uno de mis colores se me calló a mitad de está, exactamente el negro que simboliza muerte; sin importar, solté la mano de mi papá y me devolví a recoger mi nuevo color. Lo recuerdo, recuerdo que venía un auto, él no paró, mi papá me empujó y el murió. Su cráneo se rompió en dos y un mar rojo brotó de él, su corazón dejó de latir dejando huesos rotos y el recuerdo de la muerte de su papi, en su hija por salvarla a ella. Yo no sabía como actuar, al principio no lo creía, al principio pensé que era una vil pesadila, ¡PERO QUE PESADILLA!... Pero no, eso no era una pesadilla, era la realidad que me tocaba vivir. En ese momento, tiré todo y me acerqué a él, manchando mis manos de aquella sustancia tan cruel tratando de unir su cráneo y poder revivirlo. "Papi... Papi despierta", "¡PAPI, DESPIERTA! , ¡¿POR QUÉ NO DESPIERTAS?!" Las únicas palabras que descendían de mi boca. Le daba besitos como el me decía que lo hiciera cada vez que lo viera con los ojos cerrados... pero tampoco funcionó.
<< A los siente años entendía que era la muerte, a los siete años mi mundo comenzó a oscurecer de a poco, a los siete años había matado a mi padre.
<<Los años pasaron y de apoco mamá comenzó a alucinar, decía ver a alguien que la atormentaba, veía cosas en las esquinas de las paredes, en los espejos... Ella lo llamaba "El destino". ella discutía con el destino para que no me hiciera daño, yo nunca pude entender que podía hacerme daño, hasta después de un año que le dio leucemia. Muchos dicen que el año se va volando y probablemente puede ser así, pero no cuando tienes a tu mamá en un estado delicado, no cuando tu mamá padece de cáncer. Año tras año la veía conectada a máquinas, vomitando sangre, perder peso al igual que su hermoso cabello rojizo y mas que todo... discutir con esa figura deforme, que en ese momento, pensé que no existía.
<<Mi hermano se hacia cargo de la casa desde la muerte de papá, trabajaba muy duro para pagar los medicamentos y tratamientos que necesitaba mamá, más los gasto que se tenía en casa. Siempre lo admiré porque a temprana edad ya mantenía el solito un hogar gobernado por la muerte.
<<Mamá duró años con sus problemas mentales y físicos; y después de cinco años y medio, exactamente el 3 de Abril, ella se fue junto a papá a continuar su historia de amor. Sólo quedamos mi hermano y yo en un mundo que siempre nos lastimaba. Mi hermano siguió respondiendo por mí, tratando que día a día no me faltara nada. Pero las cosas cambiaron y al cumplir dieciséis me quedé sola en este mundo, sin mi mamá, sin mi hermano... sin mi papá, sólo con esa figura que mamá me heredó.
<<Mi hermano no pudo con su cruz,la cocaína lo mató y no lo culpo, ¿Quién quiere estar en un mundo cuándo tu enemigo tiene el poder sobre ti?, ¿Quién quiere estar vivo cuándo sabes que no eres privilegiado en conocer la felicidad?. Su muerte... Esta vez no había sido ni un asesinato, ni una enfermedad.. está vez había sido la tentación de él, y no me refiero a mi hermano. El gobierno buscó familiares y encontró a mis abuelos maternos provenientes de Italia, ellos me pagaron todo, me propusieron ir con ellos, pero decidí quedarme en Canadá en un internado, no quería matarlos también a ellos.
<<Mis abuelos siempre fueron generosos conmigo, ellos me pagaron los siete idiomas que sé, decían que mi cerebro era más avanzado que otros, fue por eso que en el internado realice demasiadas extracurriculares.
<<Pero aún con mi mente ocupada no deja de atormentarme, dice que casi es mi hora, dice...que yo soy su salida para escapar del infierno... dice que soy su títere. Una vez intenté suicidarme y despertar de esta realidad pero él no me dejó, dice que tienes cosas mas temibles para mí... dice que debo sufrir más>>
Y ahí estaba su marinero, sintiendo como su alma se desvanecía, su corazón se partía. Sus ataduras dependía de ella...
-No temas más pequeña sirena, eso se va acabar porque yo me encargaré de ser tu fiel marinero, que cuida de ti aunque el viento no este a nuestro favor, aunque la corriente este en dirección contraria- El marinero envolvió en sus brazos fuertes a su sirena, mientras ella lo acariciaba con su larga cola.- Yo cuidare de ti- Finalizó.
El sol ya se había ocultado entre las montañas, la luna apareció con sus compañeras las estrellas y Lucas le recordó a Annie lo que hace tiempo no disfrutaba... El amor.
~*~
La noche fue poseída por la luna, ellos levantaron en la madrugada a todos por su bulla, él recorrió cada curva hasta que su cuerpo se derritió bajo la apreciada luna y él la hizo suya.
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Ataduras de dolor [TERMINADA]
KurzgeschichtenCuando las barreras del dolor se derrumban por el amor se pone en duda la fuerza del destino.