~OneShots ArgChi~

[ Valparaíso. ]

El castaño cayó al agua, adolorido, a causa de un golpe en el rostro.

Tenía apenas sentidos.

Podía escuchar las olas chocar, podía sentir su cara arder, su cuerpo dolía por el reventar de las olas contra su ser, y podía ver a aquel ser enfurecido, el dueño de su dolor, de su situación, y también, de su cabeza.

-Sólo eres un chico estupido, patético, mentiroso, egoísta...

Y con cada insulto, se sumaba otro puñetazo.

Uno, tras otro, y otro.

¿La razón? Corrió el rumor de que Manuel engañaba a Martín, que era un drogadicto, un alcoholico, mentiroso, embustero, entre varias mentiras más.

Martín se las creyó todas.

Cuando se dió cuenta que por el rostro de Manuel caían lagrimas, solo se enfureció más, lo tiró al suelo, y se fue.

Manuel casi se ahoga.

Cuando pudo reincorporarse, solo pudo caminar unos pasos.

Llegó hasta la pared que separaba la playa de la ciudad, en Valparaiso, y se acurrucó en una esquina.

Julio, el que inició los rumores solo por molestar, pasó por la ciudad buscando el resultado.

Sonrió altivamente al encontrarlo.

-¿Con que ya no eres tan valiente, birlocha?

Manuel no se movía.

Julio intentó seguir molestandolo, pero llegó a un punto en el que se preguntó si había llegado demasiado lejos.

Le tocó el hombro, y sintió con sorpresa, el temblar del chico, y dió un salto atrás al ver su rostro, lleno de moretones, con lágrimas, y los ojos rojos.

Lo llevó al hospital, donde contaron pierna rota, agua en sus pulmones, contusiones leves en la cara y una contusión grave en la cabeza.

Y una recién nacida depresión.

Bueno, eso creyeron.

Porque cuando pensaron que, como estaba recién empezando, se podría recuperar, no se imaginaron que cuando llegó la semana siguiente, el cuerpo de Manuel caería de un edifico de dieciséis pisos.

Dicen que tienes que odiarte a ti mismo y a tus conocidos para comenter suicidio.

La única persona que a Manuel le importaba era Martín.

Si, odiaba mucho a Martín.

Pero también lo amaba demasiado.

-KuroNeko-