Primero✨

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Había una vez en un lugar muy lejano, una torre realmente alta, más alta que cualquier edificio que se hubiera construido para entonces.

Esa torre se encontraba en el centro de un volcán, estaba totalmente rodeada por lava, y solo se podía acceder a ella mediante un puente viejo de madera que parecía que en cualquier momento se caería, pero lo que es peor: Un dragón custodiaba esa vieja torre, o más bien, lo que había dentro.

En el último piso de esa construcción había una ventana, por la cual una princesa se asomaba todos los días con cara de fastidio, esperando a que alguien lo rescatara. Esa princesa se llamaba Kyungsoo.

Aunque en realidad era un príncipe, la profecía decía que el hijo primogénito de los reyes sería una mujer, y que debía ser encerrada en esa torre para que un príncipe la salvara cuando cumpliera los 17 años, mataría a ese dragón, liberando así al pueblo de los años de poca abundancia.

Por supuesto a Kyungsoo eso se le hizo una burrada, sin embargo eso no evito que sus padres lo entregaran al dragón y al hada loca cuando lo fueron a buscar a la tierna edad de ocho años para evitar más desgracias. Prometiendo que un príncipe iría por él, el pequeño de ojos grandes no tuvo más opción que irse con esa bestia y esa chica con alas.

Han pasado diez años desde eso, y a pesar de que ya pasó la fecha estimada, Kyungsoo nunca ha visto a ningún príncipe. Desde su cumpleaños número diecisiete, algunas veces ve gente que se asoma al volcán, pero al escuchar el rugido del dragón, huyen despavoridos haciendo que su fastidio aumente.

— Algún día llegará, ya verás — decía el hada que se hacía llamar Joy mientras leía un libro de repostería tirada en la cama del muchacho — Liberará a tu pueblo de la escasez, bla, bla, bla.

— ¿No me puedes sacar de aquí? Digo, por algo tienes magia o algo.

Joy levantó la vista de su libro y se empezó a carcajear como si hubiera dicho el chiste del siglo. Kyungsoo la observo mientras el hada tiraba su libro y se agarraba el estómago con una mano mientras que con la otra golpeaba el colchón.

Kyungsoo se molestó y volvió a ver por la ventana el aburrido paisaje que ha visto desde hace diez años. Cuando escucho que el hada se calmaba, y lo llamaba, decidió ignorarla.

— Kyungsoo, ya te he dicho que no puedo hacerlo, Kris me cortaría la cabeza, en el mundo mágico me quitarían mis poderes por no cumplir con la profecía y tu mamá me dejaría de enviar comida.

El príncipe rodó los ojos e iba a responder de no ser porque algo se iba acercando.

— Joder, llegó el día.

El hada desapareció en un parpadeo y Kyungsoo, por una vez en diez años, se emocionó. Se acercó más a la ventana y vio al menos a veinte caballos negros, cada uno con su respectivo jinete en armadura, los cuales se abrían paso bajando por la entrada al volcán y después vio un carruaje jalado por cuatro caballos blancos seguido por unos doce caballos grises los cuales, a diferencia de los negros, llevaba hombres uniformados, todos de rojo con trompetas y banderas en las manos.

Se escuchó un puff a su lado y unos binoculares aparecieron, Kyungsoo los tomó y los enfocó frente a la multitud que se acercaba.

De pronto, todo se detuvo. Los jinetes uniformados de rojo bajaron de sus caballos y se acercaron al carruaje, el cual era tan dorado que incluso se podría decir que estaba cubierto de oro puro. Sacaron una alfombra roja (Ni Joy sabe de dónde) y la extendieron a la vez que se abría la puerta, por la cual salía una figura en una armadura similar a la de los jinetes de los caballos negros, a diferencia de que esta era totalmente dorada.

Inmediatamente las trompetas empezaron a tocar y el personaje empezó a caminar por la alfombra.

— Joder, es el príncipe Junmyeon — Joy apareció a su lado con un cubo de palomitas en las manos y sentada en una silla que flotaba.

— ¿Quién? — respondió Kyungsoo sin apartar la vista de todo el espectáculo que se montaba abajo.

— Kim Junmyeon, es el príncipe con el reino más rico en territorio y oro — De pronto, Kyungsoo sintió como Joy lo volteaba y lo agarraba fuertemente de los hombros — Si él te desposa, por favor no te olvides de mí, tu fiel amiga y compañera que te cuido mientras estuviste aquí, ¿Eh?

Kyungsoo pensaba que era una especie de broma, y estaba a punto de decirlo, pero...

— Príncipe Do Kyungsoo.

El hada y Kyungsoo voltearon hacía el príncipe que se había quitado el casco de la armadura, revelando así a una cara atractiva de piel lechosa y cabello color chocolate con una corona de oro adornando la cabeza.

— Soy el príncipe Kim Junmyeon

Sintió como Joy quitó las manos de sus hombros y escuchó como suspiraba.

— He venido por usted, para convertirlo en mi esposo y adueñar... liberar a su pueblo. Así que por favor, esté listo para recibirme en sus aposentos — Un soldado le entregó una espada y el príncipe Junmyeon la recibió con una sonrisa. — No se preocupe, he llegado para poner fin a...

El rugido de una bestia se escuchó en todo el volcán y después pudieron ver a un gran dragón rojo descender hasta quedar frente a la torre.

— Genial, llegó Kris — Joy se quejó — Al menos el príncipe...

— ¡RETIRADA! ¡RETIRADA!

Kyungsoo y el hada vieron estupefactos como el príncipe se metía en su carruaje y emprendía su huida seguido de todos los jinetes a tal velocidad que fue incluso un tanto cómico.

El dragón tenía lo que parecía una sonrisa de suficiencia en su cara mientras se acercaba a la ventana por donde el príncipe y Joy veían con una expresión de asombro el lugar ahora vacío.

— Vaya Kris, gracias — alegó el hada mientras se acercaba hacia el gran dragón — Al fin podía salir de este lugar y me arruinar la oportunidad, bravo.

Se escuchó un puff y la muchacha desapareció. La bestia se encogió de hombros y bajó a tierra desapareciendo de la ventana. Kyungsoo no sabía cómo sentirse, ¿Decepcionado? ¿Feliz? ¿Asombrado?

Se alejó de la ventana y se tiró en la cama, esperando que el príncipe con quien le tocara casarse, no fuera tan cobarde como el príncipe Junmyeon.

Lo que Kyungsoo no sabía es que a pesar de ese día, la vida en el volcán iba a cambiar drásticamente.


✨✨

Después de un tiempo volví . Muchas gracias por pasarse a leer esto medio disparatado. Gracias a mi profesora de literatura por darme la idea (Profe, no me repruebe plox 💔)

La historia es dedicada a una muy valiosa amiga, pues hoy es su cumpleaños ñiñi. Felicidades Rosa, te loveo 💞

Espero sea de su agrado. Exodus pa'todos.

XOXO.

De princesas y dragones ❤️ [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora