La temporada de invierno estaba llegando, y eso YoungJae podía notarlo apenas vio el mar de bufandas frente a éste. Cientos de bufandas cubriendo cuellos de manera tan cálida, tanto que al muchacho le dio envidia ver a todos resguardados del gélido clima. Por supuesto, el joven estudiante había olvidado, una vez más la suya en casa.
"La tía YuBin me matará si enfermo", y de eso estaba seguro, podía escuchar la pesada voz de su tía hacer eco en sus oídos como si la mujer estuviese gritándole a su espalda.
A paso apresurado, YoungJae se hizo lugar entre el tumulto de personas, uno más en lo que parecía un banco de peces ¿Su destino? Llegar a casa y resguardarse del clima.
Últimamente la vida del chico se había visto envuelta por los deberes escolares; de la escuela a la casa y de la casa a la escuela, eso y nada más ¿Dónde estaba la emoción de la juventud? ¿Esas malas decisiones que te hacían vivir experiencias alocadas? Nada, de eso no había nada en la tranquila vida del menor.
"Quizá lo más alocado que he hecho ha sido ser gay", bufó en una cansina risa, y supo que lo había hecho por demás fuerte tras ver a un par de personas girarse a mirarlo.
El resto del transcurso hasta la vieja estación sería largo, valdría la pena acompañarlo con un buen café ¿No es así? No era precisamente amante de la cafeína, pero bien acompañada por un poco de vainilla no le caería nada mal.
Mongbu art latte, era la sensación para los jóvenes a su edad, para aquellos que preferían lo clásico pero con un toque juvenil bastante discreto ¿Cómo le llamaban? Vintage.
—Un capuchino de vainilla... —Aquella coincidencia le hizo girarse sólo para encarar al transeúnte a su lado quien, por su tono vocal daba la sensación de ser alguien familiar.
Así era.
—Oh, lo siento, creo que tú ibas a... ¡Hey! Te conozco ¿Eres el chico del vagón? —Sí, definitivamente era él.
YoungJae quedó mudo al ver nuevamente a aquel hombre a su frente; El rubor se apoderó de sus mejillas y, por segunda ocasión, no podía hacer nada por ocultarlo. Comenzaría a creer que no traer aquella estorbosa pero necesaria prenda se trataba de una especie de premonición en la cual vería a aquel muchacho nuevamente. Quizá, tendría que olvidarla más seguido.
—El mismo, —Aquello salió tan natural de él que por un segundo creyó que se escuchaba como alguien interesante.
—Jaja, por lo que veo no aprendes, —Apuntó éste a su cuello, y tenía razón, no parecía aprender. —Que coincidencia más-...
—Su café ¿A quién debo entregarlo? —La interrupción por parte de la chica del servicio rompió aquella burbuja en la que comenzaban a sumergirse, y por supuesto el joven estudiante lo lamentó. —Uno más por favor, —Agregó el hombre a su frente.
La escena se veía demasiado tentativa, especialmente tras ver al hombre extender su tarjeta como para ambos cafés. Sí, ambos, todo parecía apuntar que el hombre a su frente le estaba invitando a pasar un momento con él.
Su tren de regreso a casa podía esperar.
—No puedo creer que nos volvamos a ver, y mira que es extraño, Busan es bastante amplia, —Una risa escapó de aquellos labios y YoungJae tragó al escuchar la melodía emitida por estos.
No llevaban demasiado tiempo charlando y un YoungJae de diecinueve años estaba pasmado al saber que su reciente flechazo se trataba de nada más y nada menos que un hombre soltero en sus treinta, joven profesor en la academia de Busan y al parecer, ¡Un cantante en su juventud! Eso explicaba su perfecta entonación.
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Meeting You Was Fate | DaeJae
FanficLa vida de un adolescente era compleja, desde la búsqueda de una identidad propia, pasar por varias experiencias, ya fuesen éstas buenas o malas, así como también la necesidad de ser aceptado por un determinado círculo social o simplemente, pertenec...