- ¿Mi madre? – Analía estaba dispuesta a no creerle para nada – yo viví con mi madre toda mi vida, ella me crió, ahora está internada en un hospital para adicciones. ¿Cómo podrías ser tú mi madre?
- Lo soy, y tu nombre no es Analia Márquez. Es Sonia Enitria.
- Pero como es eso posible? Yo sé que mis padres no me adoptaron... entonces como es posible que...
- Reencarnaste – Paz miró fijamente a su hija a los ojos – yo no soy de la edad que aparento. Pensé que te perdería, asique busque la forma de...traerte de vuelta.
- Por favor, explícame todo, no omitas detalles, solo me confundes mas.-Analía no estaba conforme ni con su nombre "nuevo" ni con la falta de información que Paz estaba llevando.
- Dame paciencia, hija. No es fácil para mí que hayas tenido que aparecer de cero. Sos un alma, un alma que volvió a este mundo, gracias a tu padre, a tu abuela y a mí. Tu partida fue muy... violenta para explicarla. Asique tuvimos que hacer un plan de emergencia para traerte de nuevo. Por eso es que tienes "dos madres", por así decirlo. Yo sería tu madre anterior.
- Me estas queriendo decir que tuve una vida pasada?
- Exacto.
- Y como puedo comprobar eso?
- Te haré llegar a esos recuerdos con el paso del tiempo, solo quiero que entiendas, que esto no es coincidencia. Nosotros te trajimos de vuelta.
- ¿Y cómo sucedió...? – preguntó Analía con preocupación.
- Verás... Déjame mostrarte la historia, más que contártela...sígueme.
Analía siguió a Paz, que se apresuró a la parte de atrás del escenario, donde estaba la casa de ella, los enanos corrían entre la cocina mientras cocinaban lo que se suponía que sería la cena y dos mujeres, una blanca y otra negra, exactamente iguales, jugaban con un gatito que correteaba por las sillas y el suelo. Paz camino por entre ellas y la cola del vestido hizo que el gatito tropezara, y la persiguiera. Lo levantó en sus brazos y se lo llevó mientras la conducía a una habitación enorme. Hizo pasar a Analía, que se quedó fascinada con lo que se encontró: en la habitación de paredes que formaban un hexágono, y en una de las paredes, un espejo de cuerpo completo emanaba un brillo azul.
- Ponte enfrente del espejo. – dijo Paz con seriedad
- ¿Qué sucederá?
- No te preocupes, solo accederás a mi recuerdo.
Analía se puso frente al espejo, y poco a poco su luz se intensificó. Hasta que pudo ver una imagen en el espejo, que no era su reflejo exactamente. Miró con atención, y una silueta se movió...
[flashback]
- Mamá, la abuela tiene algo que decirte... -una pequeña niña de rizos negros y piel morena se acercó a una mujer que parecía ser Paz, que estaba sentada en una silla de una cocina bastante rústica.
- Que sucede con la abuela María, Sonia? – dijo Paz
- La abuela dice que le hace falta agua en el cuenco de su altar, mamá.
- Oh! No lo sabía, pídele disculpas de mi parte mi amor, ya iré a poner agua en su cuenco. – agarró su vestido marrón y blanco, y se fue hacia un cuarto de la casa. Acto seguido entra un hombre alto y esbelto, con el cabello peinado hacia atrás, rasgos afilados, pómulos marcados, y vestía un traje negro y zapatos de charol.
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El Show Debe Continuar
HorrorAnalía, una joven de 21 años, se ve acechada por la imponente sociedad, y decide mudarse a una casa fuera de la ciudad, para descubrir un circo con integrantes que poseen habilidades increíbles, y un secreto aterrador.