Lauren llegó al parque donde Camila estaba. Estaba realmente nerviosa, sus manos sudaban sin control y ella no sabía porque, pero en su interior algo le decía que la atracción que ella sentía por Camila era real.
Allí estaba, sentada en uno de los bancos del parque. Lauren pensó que su perfil era perfecto, y en vez de llamarla decidió seguir observándola.
Ambos ojos se encontraron, los orbes esmeralda intimidaron a los marrones y Camila apartó la mirada.
-¡Camila!
-¡Hola Lauren!
Ambas chicas se abrazaron y quedaron así por bastante tiempo.
-¿Te gustó la sorpresa de ayer?
-Claro, me encantó, no me lo esperaba.- Camila sonrió y abrazó a Lauren de lado.
Durante la tarde tomaron café en una de las cafeterías cercanas, disfrutaron de la puesta de solo, hablaron del viaje de Camila a San Francisco, se tomaron fotos y demasiadas cosas más.
Camila miró su teléfono móvil incrédula.
-Ya son casi las once de la noche, debería irme.
-Te acompaño- Lauren se ofreció.
Lauren llevó a Camila hasta el porche de su casa y allí se despidieron.
-Fue una tarde estupenda.- Comentó Lauren.
-Si, sí que lo fue.
-Bueno...
-Hasta pronto Lauren.
Camila rápidamente se acercó a los labios de Lauren presionando los suyos contra los de ella. Creó así un beso dulce entre las dos.
Lauren miró a la chica de ojos marrones incrédula y ella le correspondió con otro beso en la mejilla. Por un momento el mundo paró, pero Camila entró corriendo a su casa, dejando a Lauren con la palabra en la boca.
Lauren salió del porche de la casa de Camila con una sonrisa en su cara y con unas ganas tremendas de volver a ver a Camila.
***
Lauren: Me ha gustado mucho eso que has hecho. ✅✅
Camila: Sí, a mi también me ha gustado. ✅✅