3.

17 4 0
                                    

Me alcanzó el primer rayo de sol en la cara, yo molesto abrí los ojos para mirar la hora del reloj y vi como aún me quedaban 20 minutos antes de levantarme, rápido y torpe a la vez me levanté para cerrar la persiana la cual me molestaba con el sol después con la misma rapidez y torpeza me volví a la cama y me puse a descansar.

El reloj comenzó a sonar miré la hora con alboroto y pude ver que ya eran las 8 de la mañana. Rápidamente me vestí, me comí unas galletas y un vaso de leche y salí corriendo hacia la universidad.

Cuando abrí la puerta de la casa del campus universitario varias parejas de enamorados y algunas palomas que había allí picoteando comida del suelo se asustaron. Fui corriendo por un camino muy alegre del campus con multitud de pájaros y mariposas revoloteando y cantando todo esto rodeado de un césped y unas amables flores silvestres. Yo destrocé su dulce sintonía con mi correteo torpe por el sendero.

Cuando llegué a la clase que tenía asignada irrumpí en ella con un gran estruendo por culpa de la puerta y mi falta de sutileza.

-Porqué llega tarde Max? -Preguntó el profesor.

-Me he dormido profesor. –

-Bueno, que no vuelva a pasar, siéntese. -Finalizó el profesor.

Una vez arreglado el mal entendido con el profesor me senté y comencé la clase. Cuando el profesor empezó a hablar, mi amiga Luna una chica de pelo grisáceo con ojos azules me habló desde un lado:

- ¿Por qué has llegado tarde? -Dijo ella con interés.

-He tenido un pequeño malentendido con el despertador- Respondí avergonzado.

- ¿Tu? ¿Un malentendido con el despertador? -Dijo en un tono gracioso.

- Sí ¿Qué pasa? -Repliqué ofendido

-Nada, nada. Solo que no te suele pasar eso nunca. -Respondió ella con falta de argumentos o con ganas de esconderlos

-Ah. – Le acabé diciendo con poco interés

Ella me miró con cara de asco y siguió prestando atención a la clase.

Cuando fui a poner la fecha en mis apuntes para estudiar me vino a la cabeza algo insólito, una sensación de repetición.

Después de la universidad me pasé la tarde entera pensando en la relación con la fecha, de repente me iluminé. Saqué el papel de la noche pasada y observé la primera cifra.

La cifra en cuestión coincidía misteriosamente con la fecha del día de hoy. Justo unos segundos después sonó un mensaje de notificación en mi móvil, este era un correo electrónico enviado por una persona anónima con toda una serie de números y letras agrupados de seis en seis con unas cuantas líneas. Ciertamente me quedé anonadado puesto que no comprendía toda esa escritura tan compleja, pasé toda la noche intentando descifrar algo indescifrable para mí.

Entre los arboles / Into the woodsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora