Al día siguiente, después de esa hermosa noche, había quedado encantada por la experiencia de su abuela.
DESPUÉS DE 10 DÍAS--------------------------------------------------------------------------------------------------
Nos encontrábamos en pleno acto sexual, debajo de un puente, Luciana tocándome la vagina, salvajemente, de un lado a otro. Después de un rato me penetro la vagina con su hermosa lengua viscosa, me dejo llena de saliva. Al rato fuimos a una sex shop para comprar distintos juguetes que nos complacían, como por ejemplo, una cinturonga, un tornillo de goma, un vibrador y disfraces de colegialas.