Camila Cabello se subió el cierre de su sudadera azul marino y bajó la capucha sobre su cabeza. El cordón que normalmente lo habría mantenido en su sitio había sido quitado mucho antes de que la comprara en el almacén de descuento.
No tenía duda de que la primera ráfaga del viento frío penetrante lo sacaría de su cabeza pero por el momento, esto era lo mejor que podía hacer. Miró en la intensa iluminación del estacionamiento del Money Slasher, el gran supermercado en el que trabajaba a media jornada. Había esperado estar a tiempo completo ya, pero con la economía de la manera que estaba, los trabajos de tiempo completo eran difíciles de obtenerse. El loco horario que le asignaron le hacía imposible conseguir otro trabajo de media jornada para completar el hueco y Camila no podía correr el riesgo de dejarlo. Había tardado semanas en conseguir el ingreso a los almacenes de Albany solo para conseguir este trabajo.
Como el meteorólogo había pronosticado, los pequeños copos habían estado cayendo cuando ella comenzó su turno. Ahora estaba soplando una fuerte ventisca y un pie de nieve había caído interminable a la vista. Camila bajó la mirada en sus raídos tenis y gimió. Ésta erala peor parte de tomar un trabajo a dos millas de su apartamento. La larga caminata a casa garantizaba que sus pies estarían congelados, por no mencionar el resto de su cuerpo. A veces era bastante afortunada al conseguir que Kim, la encargada del almacén, le llevara a casa pero no esta noche Kim había terminado su turno hacia una hora y de ninguna manera Camila le hubiera pedido que la esperará. Respiró profundamente, metió su cabello castaño oscuro dentro de la capucha, doblándola hacía adelante, y salió al implacable clima.
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Lauren Jauregui echó un vistazo en su reloj con diamantes por décima vez en una hora. De todas las miserables noches tenía que hacer una aparición en Sam's, la casa del marisco que hacía también de lugar para las reuniones sociales de los ricos y poderosos de Albany. Cualquier noche uno podría ir allí y ver al gobernador, a senadores de estado, y gente común que deseaba gastar cientos de dólares en una cena.
El maitre sabía quién era quien y los sentaba como correspondía. Nunca sentaría a alguien como Lauren, quien encabezaba una de las más grandes familias que poseía corporaciones en el área, cerca de alguien quien incluso no poseía su propia casa. A Lauren no le gustaba ir allí, a pesar del prestigio mundial de su cocina. Esta noche, sin embargo, tuvo poca alternativa. Mark , el Zoning Board of Appeals Commisioner, peleaba una petición de cambió de zona y había acudido a ella para alisar sus arrugadas plumas y para conseguir que la negociación pujara.
Sus primos llevaban una pequeña ramificación de la corporación familiar, Jauregui's Car Washes. Era un negocio pequeño, en términos de los ingresos que traía a la familia, pero enorme a los ojos del público, especialmente con los treinta túneles de lavado de autos sobre el área y los numerosos anuncios de televisión."Consiga su auto lavado adecuadamente en Jauregui's" era un muy acertado slogan, y hacia mucho tiempo, financieramente hablando, que el nombre de los varones de la familia era una noticia de casa.
Drew y Keaton, los primos a cargo del servicio de lavados de autos, deseaban construir uno nuevo en la esquina de Lake y State Streets. Era una primordial localización en un área predominantemente residencial. Incluso querían, por ahora, comprar la parte de la esquina del almacén que había estado previamente allí y las casas adyacentes en espera de conseguir la transición.
Ahora el comisionado Parker estaba cuestionando la destrucción de tres "magníficos antiguos edificios" de Albany para poner otro "estúpido auto lavado". Las reuniones y negociaciones no funcionaron, ofertas de grandes donaciones cívicas no funcionaron, incluso los sobornos fallaron. Y cuando los hermanos habían agotado todas sus ideas y aún no podían dominarlo, acudieron a Lauren para poner las cosas correctas. El comisionado saltó en la oportunidad de encontrarse con una de las mujeres más elegibles de la ciudad e insistió en cenar esa noche.

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Un Amor Accidental - CAMREN
FanfictionCamila Cabello no tiene dinero, ella es cajera de un supermercado, tiene un hogar alquilado en pésimas condiciones cuya renta está en peligro por no poder costearla y, además, por el gato que infiltró con desconocimiento del dueño que tiene una polí...