Capitulo 3

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Todas las noches, JongIn venía a mi habitación para saludarme y hablar conmigo durante un tiempo, se me hacía bastante raro hacer aquellas cosas con él pues no me parecía algo normal y menos con un humano, los odiaba a muerte, era la peor raza del mundo. Cada vez aumentaba más la amistad que trababa con él.

Una noche JongIn nuevamente vino a mi habitación, estaba más contento de lo normal pero no entendí por qué así que le pregunté. Él me dijo que era una sorpresa, pronto era navidad y tendría mi mayor regalo, supuestamente algo que deseaba con ansias... navidad... no entendía el significado pero él me lo explicó.

Una noche vino a mi habitación, recuerdo que hacía bastante frío y él me trajo unas mantas para que no me enfermase... era extraño que un vampiro se enfermase, pero él estaba metido en que podría pasarme algo. Estuvimos hablando e incluso me sacó alguna que otra sonrisa, nadie lo había hecho desde que perdí a mi hermana junto a mis asquerosos padres, yo sólo reía con Krystal. Así pues en un momento se puso un poco serio, me miró con seguridad y me tomó de mis mejillas con sus manos. Sólo me dijo que tenía algo importante que decirme, que quería que yo supiese aquello antes de que pasase algo.


No me importa lo que eres, no me importa si eres diferente a mí, lo diferente te hace única, y tú lo eres. Quiero estar contigo, sin importar las consecuencias, Jessica, te quiero.


No tuve nada que decir, realmente había conseguido que me quedase sin palabras, un humano me quería y yo... yo también le quería, había estado haciendo todo por mí. JongIn al comprobar mi reacción no dudó en unir sus labios a los míos, ¿Cómo podía describir aquella sensación? Lo siguiente de aquella situación no pude olvidarlo nunca, ambos pasamos la noche juntos, dormimos juntos, yo dormí por primera vez, a su lado.

Una semana más tarde me dijo que sólo faltaba un día para navidad y para mi sorpresa... debía de admitir que estaba algo ansiosa por saber de qué se trataba.

Al fin llegó ese día... pero JongIn estaba tardando más de lo normal en venir aquella noche y eso me preocupaba, ¿y si le habían pillado por el camino? En un abrir y cerrar de ojos unos hombres entraron en mi habitación, ellos me pegaron hasta el punto en el que caí rendida en el suelo no sin antes haberme defendido todo lo que pude, logré hacerle un poco de daño a alguno de ellos pero me superaban en número, eran tres contra uno. Me tumbaron sobre una camilla y me amarraron con unas gruesas cintas que tenía incorporado aquella camilla. Me sacaron de la habitación y me pararon junto a alguien, giré mi cabeza y pude visualizar a JongIn, unas lágrimas cayeron de mis ojos sin parar, las lágrimas se unieron con los rasguños de sangre causados anteriormente, JongIn también estaba atado como yo, pero a él, a él le habían inyectado algo, uno de los hombres que estaban a su lado tenía una jeringuilla.


Jong... JongIn, te haré da...ño, lo sé... lo siento, no quiero que... que nada de esto pase, lo siento, lo siento...


Le solté todas aquellas palabras muy rápidamente y con un tono ahogado entre lágrimas pues estaba segura que aquellos demonios no me dejarían estar mucho tiempo a su lado. Lo que me estaba matando por mi interior era la forma en la que él me estaba mirando, me miraba como si le hubiese traicionado, como si yo fuese la mala de toda la historia, ni siquiera sabía lo que iban a hacer pero estaba segura de que no era nada bueno... nada. JongIn me dijo unas palabras.


¿Por qué?


Él me dijo aquello como último recurso y no dudé en responderle sólo unas palabras "te quiero" le repetí casi gritando, pero JongIn cerró sus ojos, estaba segura de que quedó sumido en el sueño de la anestesia.

Tenía bastante miedo porque nos trasladaron a una habitación que no había conocido aún, tenía miedo, por primera vez tenía miedo. A mí no me durmieron lo que me hacía sentir cada vez peor, estaba viendo todo lo que hacían, la habitación era oscura, sólo la iluminaba una luz de operación, yo estaba situada al lado de JongIn. A continuación, me introdujeron una aguja pajarita en el brazo la cual estaba conectada con el de él, podía ver que le estaban extrayendo su propia sangre y le estaban introduciendo la mía... pude comprender que querían convertirlo en un vampiro. Pasaron las horas y aún seguían con el experimento pero algo hizo que mi cuerpo se contrajese por dentro completamente, sólo fue un sonido, un terrorífico sonido... " pii~ ", el cuerpo de JongIn no aguantó. Oía como aquellos locos decían que perdían al "experimento 88", yo no podía moverme a causa de una anestesia que tenía en mi cuerpo, sólo podía llorar, tenía la cara completamente mojada de mis propias lágrimas.

Aquella gente hicieron todo lo posible para conseguir que él sobreviviese pero les era imposible, lo que no sabían es que yo sí podía hacer que viviese pero estaba siendo demasiado tarde, no podía moverme ni hablar y ante mis ojos JongIn murió y todos aquellos monstruos se marcharon de la habitación dejándonos a nosotros dos a solas. La única palabra que me dijeron fue la peor de toda mi vida. Me lo dijo un hombre con una placa colgada en su pecho la cual describía su nombre o apellido, "kim", ¿acaso era su padre?


Ahora tendrás mucho más tiempo para estar junto a él.


Después de aquello pasaron horas y horas y al fin la anestesia desapareció de mi cuerpo, pude moverme pero caí al suelo, aún tenía la aguja clavada y unida con la suya, su brazo estaba caído y choqué con él al intentar sentarme al menos en el propio suelo. No paraba de llorar y llorar, le cogí de la mano y la estuve abrazando durante muchísimo tiempo.

Pasaron las horas e incluso diría que días porque todo se estaba haciendo eterno, más de lo que era. Me encontraba tendida en el suelo, las lágrimas estaban secas en mi rostro, la voz no me salía más para seguir llorando y por eso no pude seguir llorando. En todo éste tiempo había estado escuchando muchísimo ruido en el exterior pero no importaba, ahora ya no. Acababa de matar a la única persona que se había interesado en alguien como yo, acababa de perder a esa persona que no le importaba si habías tenido una mala o buena vida, no le importaba si eras monstruo o una bella flor... lo acababa de perder.

Decidí levantarme del suelo y quitarme aquella única unión que tenía con él y así lo hice. Después de mucho esfuerzo logré mantenerme en pie, mis piernas temblaban. De repente unas personas entraron en aquella oscura, fría y asquerosa habitación, rápidamente me oculté en el interior de un armario que estaba en la oscuridad y pude ver que se llevaron el cuerpo de JongIn.

Desaparecí de aquel lugar después de que aquellas personas se marchasen, todo había caído abajo cuando estuve con él. Me marché de allí, sin fuerzas y sin tener algún lugar al que ir, no tenía nada así que comprendí que mi vida de vagabunda aún no había terminado.


JessicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora