Cara o cruz (Luke Hemmings y Calum Hood).

Londres 11.

Narra Valerie.

Cuando Luke salió de la habitación, fui incapaz de moverme de donde estaba, me temblaba todo el cuerpo, no me podía creer que él me empujara, ese no era el chico del que estaba enamorada, nunca lo había visto así, aunque en parte sé que me merezco que se comporte de esa forma. Le he hecho tanto daño, que hasta me parece increíble que no me haya echado de casa, aunque estoy casi segura de que este es el final de nuestra relación y eso hace que note un pinchazo en el pecho, pensar que todo se puede ir a pique por culpa mía es demasiado doloroso. Me arrastro por el suelo hasta que mi espalda toca la pared, doblo las rodillas y las abrazo, todavía tiemblo más, cierro los ojos y respiro profundamente pero no consigo calmarme, escucho pasos en el pasillo y poco después un portazo, parece que Luke se ha ido. ¿Entonces quién está intentado abrir la puerta de la habitación? Repito varias veces en mi cabeza que no sea Calum, como si alguien pudiera hacerme caso. 

–¿Estás bien?- Mierda, esa voz la reconocería en cualquier sitio y ahora mismo es la última que quería escuchar.

–Sí...

–No suenas muy convincente y los gritos que se escuchaban hace unos minutos tampoco te dan la razón...

–Vete.

–Solo quiero saber si estás bien.

–Lo estoy.- De nuevo cierro los ojos, como si eso fuera a hacer que desapareciera, escucho sus pasos, está dentro de la habitación y cada vez más cerca de mi.

–¿Por qué me mientes?

–No quiero hablar y menos contigo.-Noto su mano sobre mi brazo, me acaricia para intentar reconfortarme.

–Estás temblando.

–Tengo frío.

–No creo que sea por eso.

–Calum, vete, esto es todo culpa tuya.

–¿Mía? Creo que fui yo quien paró lo que estábamos haciendo.

–Sí, pero si no escribieras esa canción y si de repente no te comportaras tan bien, no habría pasado nada.

–Yo no tengo la culpa de que tus sentimientos por Luke no sean tan fuertes, como para poder frenar lo que sientes por mi.

–Retira eso.

–No lo voy a retirar, sabes que es verdad.

–Yo quiero a Luke.

–Pero también a mí, tú misma lo dijiste ayer.

–Nunca sentiré por ti lo que siento por él.- Calum aprieta la mandíbula.

–¿Sabes qué? Te vas a quedar sola, porque a Luke lo estás perdiendo y yo ya estoy harto de tus tonterías, cambias más de sentimientos que una veleta. Además Ashton también está muy quemado con todo.

–¿Ashton?

–Sí, está harto de que juegues con nosotros como si no nos hicieran daño tus acciones, ¿y sabes qué? Haces mucho daño.

–Sabes que no es lo que quiero.

–Pues no lo parece, te comportas como una zo...

–No lo digas.

–Ya te lo dijo Luke ¿verdad?- Yo asiento.- ¿Te das cuenta de todo lo que te ha perdonado? Al igual que yo.

–Sí, sé que no me lo merezco pero a veces no pienso en el daño que puedo hacer.

-Pues deberías pensar en ello y elegir de una puta vez.

–¿Elegir?

–Sí, pero de verdad, elegir con quien quieres estar y comprometerte. Nada de si eliges a uno estar a escondidas con el otro. Eso se tiene que acabar.

–¿Aunque elija a Luke?- Calum sonríe.

–Estoy seguro de que lo elegirás a él. Pero después de lo de ayer hay algo de esperanza en que yo pueda ser el elegido. La esperanza nunca se pierde ¿no?- Yo niego con la cabeza.

–¿Por qué lo sigues intentando? Tú mismo has dicho que aguantaste demasiado, que jugué contigo. ¿Por qué sigues queriendo que sea tu novia?

–Supongo que soy un poco idiota, o que el amor me ciega, pero da igual las veces que metas la pata, da igual que me beses y después corras a los brazos de Luke, da igual que lo beses delante de mis narices o que os oiga follar cada noche. Los sentimientos no se hacen más pequeños. A veces me gustaría que desaparecieran, pero no lo hacen, así que si no me queda más remedio que seguir amándote, por lo menos intentaré luchar por conseguir que estés conmigo de forma oficial.- "Amándote", "Amándote" una y otra vez retumba su voz pronunciando esa palabra en mi cabeza, no es posible que me ame, no después de todo lo que pasó