Sin piernas.

89 2 0
                                    

Bueno, esta historia es completamente real, no es otra de esas invenciones que ponen en Internet ni nada de eso.

La historia comienza un viernes por la noche, las 11:00 P.M. para ser exacto, como todos los días ya había terminado mi trabajo como camionero; ni un pasajero más por hoy.

Hoy ya solo me dedicaría a descansar, me detuve en una tienda y compre algunas cervezas.
Después de terminármelas debía subir de nuevo al camión y seguir mi camino, debo aclarar que mi sistema se alteraba un poco con el alcohol, mi vista se nublaba y veía con algo de dificultad.

Al pasar por la avenida, me ocurrió lo más aterrador de mi vida, acababa de arrollar a alguien aplastando por completo sus piernas.

No quería ir a prisión, lo único que se me ocurrió fue huir de aquel lugar, dejando ahí al sujeto sin siquiera saber si seguía con vida.

Unas calles antes me detuve y eliminé todo rastro de lo ocurrido lavando a la perfección la parte de abajo del camión.

Cuando llegue a casa no podía conciliar el sueño, aquella escena seguía recorriendo mi mente.
Por la mañana en las noticias anunciaban la muerte de un joven,  aproximadamente de 21 años; Un camión le había pasado ambas ruedas por encima dejándolo por completo sin piernas, no se encontraba el responsable, ya que este había abandonado la escena para evitar los cargos, nadie se percató de los hechos, ni siquiera la ruta del camión que lo arrolló.
Trate de no pensar en ello eh irme a trabajar, todo transcurría con normalidad hasta llegada la noche al pasar por aquella desolada avenida que la noche anterior había sido testigo de mi atroz acto mi camión se había quedado trabado justo en el lugar donde había ocurrido todo.

Sentía algo de temor ya que en este punto todo estaba oscuro, ni siquiera una mínima luz de alguna lámpara.

Escuche un ruido afuera, no se en que momento decidí bajarme a averiguar que era, una vez estuve abajo por completo algo me jalo del tobillo haciéndome caer, al mirar abajo pune notar al mismo sujeto de ayer, sucio y ensangrentado, sin piernas, aquel sonido era el equivalente a la manera en la que avanzaba; arrastrándose.

Sin pensarlo más me solté como pude de su agarre dejando incluso mis zapatos para entrar, cerré la puerta y me escondí debajo de uno de los asientos.

Hoy es sábado por la noche, 11:45 para ser exacto, con mi celular como única iluminación y medio de comunicación, me encuentro debajo de uno de los asientos, escribiendo esto solo para decirles que lo siento, que debí hacerme cargo de la situación.

Puedo escuchar como intenta abrir la puerta, se que no me queda mucho tiempo, no se con certeza que es lo que me hará, pero me despido.

Todo esta en silencio, excepto por ese sonido de algo arrastrándose.

Historias De TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora