Cheated Myself |Zerrie| • TERMINADA

•Capítulo 4• Apagar la luz

-Deberías dejar de tomar.- le murmuró su marido al oído.

Perrie arrugó la nariz con la copa aún en la mano.

-No tomé casi nada.-

-Es tu quinta copa de Champagne.- le recordó, apretando su mano.

-No te pongas pesado, Zayn.- refunfuñó, queriendo escaparse de él empujándole el pecho.

El movimiento le jugó una mala pasada y sintió el ruido de quiebre justo para cuando caía en los brazos de un hombre.

-Oh lo siento mucho.- se disculpó al ver la camisa blanca entintada con el color rojizo de su trago.

-No pasa nada.- una sonrisa brillante estaba ahora ante sus ojos. -No es nada que no pueda arreglarse.-

-Puedo ayudarte.- sugirió. Sabía lo que él quería al sonreírle así, y a ella le gustaba.

-Por cierto, soy Zayn.-

-Perrie.- ahora sonrió ella, mirando sus ojos ambar.

-Maldición.- el tacón de uno de sus zapatos se había partido y aún es una apretada contra el pecho del moreno. Debió quitarse ambos zapatos y soltarse de su marido para tomarlos.

-¿Vas a volver descalza?-

-No es como si fueras a cargarme.- murmuró, sin imaginar que se sobresaltaría al sentirse en el aire.

-Oh dios, Zayn.- rió alto cuando la elevó del suelo para cargarla. -¿Qué estás haciendo?-

-Cargándote como se debe.- sonrió, sin dejar de caminar con ella en brazos aferrada a su cuello.

-¿Todo el camino hasta la casa?-

-Todo el camino.- asintió -Y cuando te baje, va a ser en la cama.-

-Cielos.- rió más alto.

-¿Perrie?- su hermano acababa de aparecer y parecía sumamente divertido de verla en los brazos de su marido.

-Jonnie. No te rías.-

-Deberías ver tu rostro.- rió. -Voy a llamar a la tía, ella va a querer fotografiar ésto.-

-Jonnie, no.- demasiado tarde, él ya se había ido.

Entonces escuchó la risa ronca en su oído.

-¿Vos también?-

-Pezz, estás arrastrando la lengua al hablar.- continuó divertido -Y tu ceño fruncido lo hace más divertido aún.-

Ella rodó los ojos, pero entonces un flash la hizo apretarlos.

-¡Ay pero si son tan adorables!-  escuchó la exclamación evidentemente propia de su madrina que llegaba con su cámara para fotografiarlos. Otra vez.

-No quiero fotos.- murmuró, frunciendo el ceño y escondiendo su rostro en la curva del cuello de su marido. Se sentía tontamente mareada, y los recuerdos cargados de amor no la ayudaban a mantenerse alejada de Zayn.