"Cuando te conocí"

Capítulo 4

La playa era de una familia amiga de los padres de Monse y Nicholas,por lo que era privada, realmente era fantástica, la arena, el mar, todo.

Iba vestida de la misma forma, solo que me puse un gorro de color rojo y lentes de sol negros, la verdad a Monse le encantaba broncearse pero yo preferia ser un vampiro.

Me había separado de Nicholas, pues fui a una mini barra que había allí, solo pedí piña colada pues el calor era insoportable y no, no me pondría bañador ni muerta, fui donde Nicholas y se veía muy sexy, espera ¿Qué estoy diciendo?  El es un imbécil.

Al verme se me acercó.

—¿No te pondrás bañador? —Se paró frente a mi

—Claro que no,no te dejaré la vista libre Nicholas—

—¿Estás segura?, siempre consiguo lo que quiero Camila—con su mano tomo mi cintura y me apego a el

Tenía nervios, muchos nervios, hace mucho no sentía esto, sentía las típicas mariposas en el estómago pero era Nicholas, el estúpido de él, mi cuerpo no respondé, quería empujarlo pero no podía o ¿No quería?, esto es demasiado confuso, cuando creí que juntaria sus labios con los mios escuché una voz.

—¡CAMI!—me separé de Nicholas, pero ella fue más rápida

—No me lo creo, hicieron las paces y por fín se dieron cuenta que son el uno para el otro, ¡Ahh! Que emoción, seremos cuñadas! —Monse saltaba

—Estas mal-.... —Nicholas cubrió mi boca con su mano

—¿Qué te parece hermana? —el maldito sonreía y yo me retorcía para poder quitar su mano

—¡Es fabuloso!—

Cuando por fin quité su mano de mi boca dudé, pues Monse era una persona que le dolía lo minimo que uno le decía, pero no le daría en el gusto a Nicholas.

—No estamos juntos, sólo fue un mal entendido—me puse seria

—Vamos ya no lo escondan, pero si eso quieren fingire —

—Mejor mantengamoslo en secreto—Nicholas logró hacerme explotar

—¡Joder! No estamos juntos—Monse se quedó quieta unos segundos

—Bueno pero.... ¡No descansaré hasta verlos juntos! —madre mía, aveces podía sacarme de mis casillas.

Me tomo la mano y corrió hacia las tumbonas, no sin antes tirarse sobre una, la verdad se veía estupenda con el bronceado que le costo tanto tener.

Nada comparado conmigo, yo era blanca como un papel y jamás me broncearia,no es que no me gustase si no que no era mi estilo, por eso siempre llevo bloqueador en el bolso, mochila y hasta en mis bolsillos.

—¿No te pondrás bañador? —me miró curiosa

—No, quizá mañana.. —miré donde estaba Sam o mejor dicho donde miraba Monse

El al igual que ella estaba bronceado e inconcientemente miré a Nicholas, el estaba sin pizca de bronceado, me sonroje.... ¡ME SONROJE POR NCHOLAS!  Lo único que pude hacer fue echarle la culpa a mis hormonas.....

(.....)

Otra vez el día se me hizo cortísimo, eran las 11 de la noche, me levanté de mi cama, estaba vestida igual que en la playa pues estaba jugando a League of Legends, ese juego me tenía viciada mientras los chicos estaban tomando cervezas y riéndose en la sala.

Caminé a el baño, en donde inconscientemente dejé mi cajetilla, caminé cautelosamente por los pasillos y entré al baño, tenia un dolor de cabeza por estar tanto tiempo frente a la pantalla insoportable, al entrar escuché como se cerraba la puerta, levante mi vista en Nicholas, el muy vanidoso se veía al espejo, lo rodee y tomé mi cajetilla, dispuesta a salir cogió mi muñeca.

—¿Ya no te despides? —me miró de arriba a abajo, cosa que me incómodo

—Adiós, ahora si me soltaras—

—Que yo sepa los amigos se dan besos en la mejilla—maldita sea, jugaba conmigo

—Como quieras—me puse de puntitas y le dí un beso en la mejilla.

Al instante posó una de sus manos en mi mejilla, nos quedamos así unos segundos, mi corazón comenzó a latir rápidamente, sentía que me moriría en cualquier momento hasta que me giró un poco para quedar cara a cara, rápidamente junto sus labios con los míos,con su mano jaló suavemente de mi mentón hacía abajo, obligandome a abrir mi boca, cuando nuestras lenguas se juntaron sentí un calor crecer en mi, mi cabeza daba vueltas y no dejaba de pensar que esto era una pesadilla o quizá un sueño.

Mis manos se movieron solas enrrollandolas en su cuello y una de ellas en su nuca, acariciando su suave cabello castaño y al mismo tiempo profundizando el beso, me sentía en el cielo pero las cosas comenzaron a tomar otro camino, me subió al lavamanos y depósito besos en mi cuello mientras alzaba un poco mi camiseta para tocar mi espalda, recién ahí tomé el control de mi cuerpo, lo empujé suavemente y miré al suelo jadeando.

—Esta mal..... No deberia estar sucediendo... —mi cabello estaba en mi cara, que estaba roja

—Camila, estoy enamorado de tí y tu de-..... —

—Cállate.... —me bajé del lavamanos y lo empujé contra la pared, juntando nuevamente nuestros labios.

Este beso fue más jodidamente caliente, los movimientos de nuestras lenguas estaban perfectamente en sincronía, quería más, necesitaba más de él. Le quité su camiseta, admirando con mis manos su trabajado torso, pero el no se quedó atrás, tocaba mis piernas desesperadamente y de vez en cuando pasaba a mi cuello. Esto se estaba pasando o ¿acaso yo quería que el hermano de mi mejor amiga y yo tuvieramos sexo en un baño?, el presionó mis caderas hacía el, permitiendome sentir su erección, cosa que me puso más pero no todo podía ser perfecto, Sam entró al baño viéndonos a los dos juntos y además a Nicholas sin camiseta.

—Ehh.. Yo.... Lo siento! —eso fue lo que necesité para darme cuenta que esto no podía seguir.

Aparté a Nicholas y corrí a mi habitación, cerrando la puerta tras de mi y dejándome caer en el piso, me estaba comportando como una cría de 15 años siendo descubierta por su padre a punto de tener sexo con su novio, nosé si esto era un error, pero si lo fue, fue el que más disfruté en mi vida.