Los Problemas de Compartir Mesa Con Un Chico Listo (y gay) - SimonXBaz

Problema 2: Sabe como obtener lo que quiere

Baz apoyo la punta de la varita en la camisa y dijo:

-Ahora me ves, ahora no me ves.

Y de una sacudida, la tela se volvió invisible al instante. Simon lo miraba por el rabillo del ojo.

-Tsk... presumido. -Berreo.

-Lo dice el que se autoproclamo "El Elegido" durante seis años. -Dijo Baz con un deje de burla en la voz. Pero simon se puso a la defensiva.

-¡Yo no fui el que empezó con eso! ¡Fue...!

-El Gran Mago, ya lose. ¿Es que no reconoces una broma cuando te la hacen? Baja la voz que te van a escuchar los normales, por Merlin...

Simon se sereno. Baz había aprendido como molestar a Simon en las primeras semanas compartiendo habitación en Watford. El calmarlo, le estaba costando más. Pero de momento, Simon sabía calmarse solo.

-¿Y que te vean haciendo magia no te preocupa? ¿Por qué siquiera hiciste eso?

-Para esto. -Responde Baz. A continuación, se colocó la camisa (bastantes talles más grande) sobre su cabeza, hombros y torso, que desaparecieron bajo la tela. Simon se la quito de un tirón y la tiro al piso.

-¡Que te van a ver...!

-Neh. Los normales son tan tontos que no ven nada. Y aunque lo vieran, le encontrarían la razón "lógica" más descabellada antes que creer en la magia. -Tanteo el suelo hasta dar con la camisa y volvió a colocarla sobre sus los hombros. -Vamos, ven acá abajo conmigo.

Simon tenía los ojos cerrados, las cejas fruncidas y presionaba el puente de su nariz con el pulgar y el índice. Baz reconoció el gesto como el que suele hacer cuando intenta entender algo. Finalmente, dijo:

-¿Usaste Los que los ojos no ven, la mente se lo inventa sobre todo el salón?

-¿Un hechizo para que los normales no noten la magia aun si la vieran? Tal vez. ¿Tú que piensas, Snow?

Simon rodó los ojos y volvió a su tarea.

-Un desperdicio de magia.

-Si logro sentir tus besos por todo el cuello, nada sera un desperdicio. -Dijo Baz sin inmutarse. 

Simon rodó los ojos, aun sin mirarlo.

-Totalmente un desperdicio de magia. ¿Es que tienes un fetiche con los salones de clase o que? Esta clase ni siquiera te importa. No voy a dejar que vengas a mis mismas clases nunca más.

-Mmm... ¿fetiche? -Baz se froto la barbilla- Si, tal vez este sea el resultado de aguantar las ganas de besarte tantos años en Watford. -Simon escribía las respuestas (o eso intentaba) sin prestarle atención. -Por la misma razón, ya no voy a dejar que me ignores nunca mas.

-Ja... ignorarte. Como si eso fuera posible con lo molesto que eras. -Musito Simon sin dirigirle la mirada todavía.

Baz extendió la mano con la palma hacia arriba.

-O vienes bajo este manto de invisibilidad conmigo, o activo la alarma de incendio. No querrás perder el resto de las clases. -Simon finalmente lo miro. Baz enarco una ceja.

-No vas a parar hasta que ceda, ¿verdad?

Pequeñas chispas de fuego azul chispeaban de la punta de los dedos de Baz. Simon rodó los ojos con exasperación, soltó su lapicera y acerco su silla a la de su compañero. Baz colocó la camisa sobre la cabeza de ambos. Todo lo que se podía ver de sus cuerpos por encima del escritorio, desapareció bajo la camisa.

-Bien, aca estoy. ¿Ahora que? -Preguntó un irritado Simon.

-No lo se, no crei que llegaria tan lejos. -Esto provocó una risa mal disimulada en Simon. -Solo quería estar un rato así... cerca tuyo, bajo este manto de invisibilidad.

-Todo un romántico... ¿y no podías esperar a estar en casa?

-No, porque soy un caprichoso. Puedes culpar a mis padres ricachones de eso. -Paso el pulgar por el labio inferior de Simon. Pecas doradas y color crema se esparcían por su nariz y mejillas. -Y ahora voy a besarte, porque fui criado como un niño rico que siempre hace lo que quiere.

Simon se dejó llevar por sus labios y el juego de sus lenguas. No habían hecho mucho mas que besarse desde que dejaron Londres, pero no se cansaba ni su aburría. Comenzaba a preguntarse si no había hechizado aquella camisa con algo más, porque su roce provoca cierta alteración en sus emociones. Era un sensación parecida a la de estar bajo unas sábanas. O quizás solo se debía a que también había estado aguantando muchos años el deseo de besarlo.

Baz lo sostenía de la nuca con una mano mientras con la otra iba acariciando su espalda hasta llegar al borde de la tela. Metió su mano por debajo de su suéter y fue subiendo por la columna vertebral, contando cada una de sus vértebras. Había aprendido a agarrarlo en lugares expuestos para que no huya. El Elegido resulto ser muy cobarde en lo que a eso respecta estando en la intimidad.

Simon beso su barbilla y bajo a su cuello. No iba dejar que la magia se desperdicie. Lo beso justo ahí, donde podía sentir su pulso bajo los labios. Baz se aguanto un gemido, lo que terminó en un sonido parecido al ronroneo de un gato. ¿Los vampiros ronronean? Se preguntó Simon. En ese caso, a mi me toca morder.

-Simon... si no paras ahora... yo no voy a parar, te lo advierto.

Simon se incorporó y lo beso rápidamente en los labios antes de decir:

-Me llamaste Simon. -Y salir de la manta con una sonrisa en la cara.

Baz se destapó unos pocos segundos después, con una sonrisa igual de satisfecha. Agarro su hoja con las actividades y la llevó a la mesa del profesor Kowaski.

-Ah, señor Pitch. -Exclamó el señor Kowaski alarmado. -Ni siquiera lo escuche entrar. -Hecho una ojeada a las actividades. -Bueno, excelente como siempre. Pero no crea que eso le da derecho a pasearse como se le de la gana. Tiene que avisar si va a estar saliendo y entrando del salon. Lo mismo para el señor Snow sentado junto a ti. Ese muchacho ni siquiera a terminado sus deberes todavía.

Baz se disculpo con cortesía y educación.

-Lo siento, señor Kowaski. No era mi intención el pasar de su autoridad. No volverá a pasar, se lo aseguro.

Y volvió a su lugar. Estiro los brazos sobre la mesa y se recostó sobre ellos, observando el rostro de Simon cuando intenta entender algo. 

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Sean bienvenidos a dar cualquier tipo de critica ortográfica, gramatical o tramatical (? Siempre que sea de manera constructiva, se agradecerá.