Narra Ellen
Había llegado el viernes, por fin, después de estar sin un profesor de matemáticas durante toda la semana. Hay rumores que dicen que para el lunes ya tendremos uno y otros dicen que estaremos sin matemáticas durante un largo tiempo. A mí me da igual, sólo espero que el nuevo maestro sea mejor que la antigua profesora.
Después de mi rutina de siempre, levantarme una hora antes, tomar una ducha, vestirme; esta vez me puse un vestido negro algo largo pero no tanto, tome una chaqueta rosa y unos zapatos negros con unos pequeños detalles dorados.
Como de costumbre no me maquille y por eso proseguí a cepillar mi cabello, ponerme crema en la cara y a bañarme de perfume.
Después de terminar me dirigí a la cocina donde Mills ya me tenía listo ese licuado tan extraño pero tan bueno. Al terminarlo regresé a el baño de mi habitación para lavarme los dientes he irme con Pablo quien ya estaba afuera esperándome en el auto.
Esto, no lo hice sin antes despedirme de Mills; la llene de besos como suelo hacerlo siempre.
Pablo y yo íbamos muy sobrados de tiempo, por lo cual él manejaba muy tranquilo mientras yo estaba a un lado de él revisando mi celular.
Cuando llegue a la escuela me despedí de él y entre a clase de química con la profesora Maggie, ella es esa típica profesora querida por todos los alumnos, ya que tiene mucha paciencia y es muy divertida; además de que te explica las cosas muy bien,
Siempre suele contar muchas anécdotas muy divertidas sobre su vida y la mayoría de las veces hace todo lo posible para que sus alumnos jamás reprueben su materia; es magnífica.
La clase termino y la siguiente comenzó, y así se fueron una tras otra hasta llegar la última hora del día, una hora más y mi fin de semana comenzaría.
Para ese entonces yo me encontraba en clase de historia, pero no estaba en el aula, sino en las oficinas porque el profesor Bennet me había pedido de favor que fuera a sacarle copias a un ejercicio que haríamos.
Yo amablemente tome la hoja que él me estaba dando y me dirigí a las oficinas como mencioné anteriormente, cuando estaba por entrar logre ver de espaldas a una mujer muy alta, rubia y tenía unas curvas increíbles.
No pude evitar sentir curiosidad, misma que hizo que me quedara a esperar a que ella voltease para poder verle el rostro. ¡Por dios, es bellísima! Me dije a mí misma cuando después de unos minutos ella volteo.
Vi que venía hacia mí y estaba tan nerviosa que me adelanté a las oficinas y me le perdí, fue estúpido pero no pensé en nada más. No pude apreciar mucho su bello rostro, espero algún día encontrármela y poder verla más de cerca.
Después de hacer el ridículo y de terminar de sacar las copias que me habían pedido, regresé al aula y para mi sorpresa aquella mujer ya no se encontraba en donde recién la había visto.
Entre al salón de clases y el profesor ya casi iba a buscarme porque me había demorado bastante; mi excusa fue "La chica que saca copias no estaba y tuve que esperar".
El maestro Bennet no me respondió nada y sólo me pidió las copias que había sacado para el, me agradeció y luego me pidió que me sentará en mi lugar.
Quizás sea loco o exagerado pero no deje de pensar en esa mujer durante toda la clase, porque en serio lo poco que vi de ella me encantó.
Después de no poner nada de atención la hora acabo y salí, Pablo ya estaba en el estacionamiento, me subí al auto con el y nos dirigimos a casa.
Sentía una extraña felicidad, tenía un buen presentimiento.Narra Rose
Tengo que dejar parte de mi vida.
Llegó el viernes por la noche, maletas listas, casa vacía, hermanos y sobrinos en los carros y todos al Aeropuerto..
Me dolió tanto despedirme de mi casa, todo hubiera sido diferente si tan solo nos hubiéramos ido por un tiempo, pero no, creo que será por muchos años, jamás regresaremos y papá puso en venta nuestra casa, la casa donde crecí, con tantos recuerdos......
Nos subimos a los Autos y yo solo miraba por la ventana con lagrimas en los ojos, es tan difícil para mí dejar todo esto, amo mi vida así como es.