Sr. Sin Nombre ♞ Yoongi

♞ Six.

– Perdón por devolverlo tarde.

– ¡N- No te preocupes! –tartamudeé ya con el libro en mis manos.

– Ese libro es muy bueno. –sonrió amable.– Gracias.

Ahh... Si tan solo Daniel fuera Sr. Sin Nombre.

– «Oh, qué estoy pensando...» –me distraje observando el libro.– ¿Hm?

Hay algo en... ¿Eh...?

Esta es.. ¿la carta que puse esta mañana?

Entonces... la identidad del Sr. Sin Nombre es...

– Daniel... Um... «Oh, no... ¿cómo debería preguntarle? –una sonrisa ladina se formó en el rostro de él, y se acercó descaradamente.

– Sabes, he estado pensando acerca de ello, pero... Te gusto, ¿cierto?

¿Eh?

– No tengo nada que hacer –continuó.– , así que ¿puedo acompañarte, si quieres?

De alguna forma Daniel... me está asustando.

– N-... –cerré mis ojos con fuerza, dejando caer la carta de mis manos.

– ¿¡Qué le estás haciendo a Annetta!? –gritó Yoongi alejando a Daniel de mí de un tirón.

– Es- Es solo una broma. –se excusaba.– ¡No te enojes tanto, hombre! Hasta luego. –se alejó dejándonos solo a Yoongi y a mí en la biblioteca.

Pero, ¿por qué... Yoongi está aquí?

– ¡Ahí está! –exclamó al ver algo que parecía importante.– ¡La carta!

– ...¿Eh?

– ¡Ah! No, quiero decir, uh... Bueno..

Todo lo que pasó... 

Él lo sabía todo..

– ...Qué cruel. –hablé ya al borde de las lágrimas.

– ...Ah. Lo sien-..

– ¿¡Te divertiste haciendo esto!? ¡Te odio, Min Yoongi!

– ¡Te odio también! Siempre te asustas fácilmente y nunca me miras. ¡Y eres una idiota que se queda callada fácilmente! ¡Daniel no es el príncipe que piensas que es! ¡No te enamores de él solo porque estaba siendo un poco bueno contigo! ¿Qué parte de él... ¿¡Qué parte de él has estado viendo por la ventana?! –señaló.

– ¿Cómo? –mi cuerpo se tensó.– ¿Cómo sabes sobre eso...?

– ¿¡Qué!? ¿A qué te refieres con "como"? –hizo una pausa, y no dejó de mirar al suelo.– Eso es porque... eso es porque siempre te he estado observando. –noté como su rostro se sonrosaba.

– Uh... yo... no te conozco mucho aún... –podía sentir cómo la timidez se apoderaba de mi cuerpo.

– ...Lo sé.

– Honestamente todavía tengo un poquito de miedo...

– Lo apuesto..

Pero...

– ...Aún así, tenía muchas ganas de conocer al Sr. Sin Nombre. Por salvarme antes, gracias. –el rostro de él se puso aún más rojo; reí por lo bajo.

Querido Min Yoongi.

Todavía no te conozco mucho. 

Por eso quiero que me lo digas. 

No por medio de cartas, sino en persona.

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