1- Introducción

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Eran las 7:00 horas cuando sonó el despertador.
A las 7:05 volvió a sonar, y a las 7:10. Sin embargo, no fue hasta las 7:15 que Saúl despertó.
«Qué extraño» pensó. Su madre siempre subía hasta su cuarto a despertarlo para que no llegara tarde al colegio, pero eso no era lo que más misterioso, sino que se escuchaban voces por debajo de su habitación. Había alguien hablando con su madre en la habitación principal. Era un hombre, aunque no podía escuchar que decían.
Saúl se levantó, se duchó, se cepillo los dientes y se cambió, y aún se escuchaban las voces. Así que Saúl bajo, y vio a su madre sentada mientras leía un folleto. Un hombre de gran tamaño y con traje estaba sentado junto a ella. Su madre lo vio bajar y se levantó apresuradamente mientras se limpiaba una lágrima del rostro.
-Saúl, ya despertaste-le dijo, y Saúl notó un tono extraño en su voz- Él es el señor Montoya, es... del gobierno.
-Señora,-interrumpió Montoya- es mejor que el chico lo sepa desde ahora.
-¿Que yo sepa qué?-pregunto Saúl muy desconcertado
-Hijo,-decía la madre con la voz entre cortada- hay una razón por la que tu padre nos abandono. Yo... no soy normal, y tú tampoco.
-¿De qué hablas?
-Hijo, resulta que... Cuando eras pequeño, y tu padre nos abandono al saber que yo era una bruja, te analizaron porque te tardaste más que los otros niños en hacer magia- explicaba la madre, mientras su hijo la miraba de una forma que no es posible expresar de la confusión tan grande que tenía-, pensaron que eras un squib.
-Me voy de aquí, ¡estoy soñando! -gritaba el chico, obviamente al no saber qué hacer- ¡Ni siquiera entiendo de qué me hablas! ¡¿Qué es un Squib?!

Fue en ese momento que el hombre de traje sacó una vara de madera, oscilaba entre los 27 centímetros y un chispazo salió de ella. Saúl no podía moverse.
-Chico, es mejor que lo hagamos de una vez.-decía Montoya- a los 7 años te borraron la memoria, ahora es tiempo de que revierta ese encantamiento. Tranquilo, no dolerá.

La madre se acercó a Saúl y lo abrazó.
El hombre vociferó algo que Saúl, aún inmóvil, sólo vio como una simple luz blanca se introdujo a sus ojos, y pronto él estaba perdido en su propia mente. Pronto varios recuerdos que no sabía que estaban ahí volvían momentáneamente. Recuerdos como un primer amigo, un desayuno familiar... pero, cuando menos se lo esperaba, volvió en sí. De nuevo estaba frente a su madre y el señor Montoya.

-Saúl, ¿ahora sabes qué es un squib?-cuestionó el señor Montoya.
Saúl estaba por decir que obviamente no, sin embargo, por algún motivo, otras palabras salieron de su boca.
-Sí, es un hijo de magos, pero sin magia.
-El encantamiento funcionó, ahora recuerdas todo lo básico de este mundo-prosiguió el señor Montoya- y mis más sinceras disculpas por parte del ministerio, no sé por qué nos confundimos, eso nunca nos había pasado.
-Gracias, -dijo la madre aún algo consternada-pero no creo que haya venido hasta aquí sólo para recuperar la memoria de mi hijo.
-En eso tiene razón, Señora. Vengo también de parte del Colegio San Tomás. Aquí está su carta, Joven.-Dijo, al mismo tiempo que sacaba de su saco un sobre amarillo con un extraño logotipo grabado y lo ponía frente a Saúl-Tómalo, hijo, es tuyo.

Saúl tomó el sobre y lo abrió, este tenía dos hojas de papel impreso.
«Estimado Señor Salas, me es grato informarle que usted ha sido aceptado por la Asociación de Enseñanza Mágica Latinoamericana para estudiar en nuestra sede de México.
Si usted acepta nuestra invitación, favor de respondernos con un águila y nosotros nos encargaremos de su transporte.
-Miranda Vázquez.
Directora de la facultad mágica mexicana.»

Esto era demasiado para su mente. Descubrir tanto en tan poco tiempo... Y fue entonces que se desmayó.
-Creo que fue demasiado para él-dijo burlonamente el agente Montoya- Nos avisa cuál es la decisión que tome para que nos hagamos cargo de lo demás.
La madre estaba levantando a su hijo para dejarlo en el sofá. El hombre se despidió con un ademán con el sombrero, y entonces desapareció de ahí. Dejando solos a la madre con su hijo inconsciente.

El mundo mágico en México.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora