Argho

Capítulo 2 - El refugiado

  -Un gusto Argho, mi nombre es Darian, tengo 13 años... también... también vivía junto a mi familia, pero ellos fueron atrapados ayer, yo me salve de suerte, no pudieron encontrarme, aunque.... me encantaría poder cambiar eso- dice con inquietud y entre palabras cortadas. Sin dudas, estaba muy mal él, era un chico de mi misma edad, solo sin ningún conocido y sin saber que hacer.

-¿Como es que no te encontraron?- pregunté tras sus dicho. 

-Sin dudas creo que tuve suerte, nos tomaron de sorpresa estos rastreadores... apenas supimos de sus presencias y.... pude esconderme rápidamente.... detrás de un mueble, con la ayuda de mi papa... quien me tapo con unas sabanas que estaban por ahí... segundos después pude oír un ruido de golpe, al parecer él cayó y lo arrastraron fuera de la habitación... después de esto oí como gritaba mi mamá... como ambos... se alejaban mas y mas... y yo con un miedo que me paralizaba no pude hacer nada...- entrando en llantos.

-Después de eso, pase toda la noche debajo de esa sábana, sin moverme tras lo sucedido, y con el llegar del día escuche que alguien entraba al cuarto, pasos tras otros se acercaban a mi posición, en un solo movimiento había sido destapado por completo. Mi miedo dominaba mi cuerpo y como última acción me lance hacia lo que me destapo, para sorpresa mía no era un rastreador... era un hombre, tu papá fue quien me encontró, retrocedió un par de pasos, estaba sorprendido pero con una calma que lograba transmitirme. Por mas que me haya encontrado no confiaba, pero él se agacho y extendió su mano, fue ahí cuando acepte y vine con el hasta aquí- mas tranquilo y relajado terminaba de contar Darian.

-Sentimos mucho tu gran perdida, esperemos a encontrar a tu familia con vida, mientras tanto puedes quedarte con nosotros- dice mamá a la vez que le acaricia el hombro, en gesto consolador. -Se los agradezco mucho, ahora mas que nunca, llegaron para salvarme- dice con una mera esperanza. - Por que no te juntas con mis hijos?  son mas o menos de tu edad,  seguro se harán buenos amigos, o no Argho?- gira su mirada hacia mi. - Claro que si,  prometemos no salir de la casa, para evitar problemas, vamos arriba Darian- hablo lo mas educado posible, tratando de hacerlo sentir cómodo, vaya a saber cuanto tiempo estuvo sin relacionarse con otras personas que no fuesen sus padres, pienso a la vez que subimos en dirección donde están Tadeo y Janeth.

Momentos después de entrar en el cuarto y acomodarnos, Tadeo no se calla y pregunta- hace cuanto que estaban en esa casa? acaso no sabían que estar en la ciudad es una sentencia de muerte?- me quedo perplejo por la falta de respeto- Tadeo! no seas tosco con Darian, seguro no lo sabían, es un invitad..- No hay problema Argho, tiene razón y si, eramos consientes pero hacia un tiempo que estábamos ahí, con la migración de las personas fuera de la ciudad, era ya un lugar muy poco patrullado por estos demonios y decidimos quedarnos por esa razón, pero fue muy raro que hayan entrado violentamente en esta zona- dice calmo y pensativo. Como no pensar eso, fuimos nosotros quienes trajimos a los rastreadores, seguro por eso que atraparon a sus padres.. diosss, como no acordarse de eso si ahora estará con nosotros, el sentirse culpable por no haber hecho nada sabiendo que no fue así, sino culpa nuestra. 

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Habían pasado unos minutos, fuimos interrumpidos con el grito de mamá, quien nos llamaba para comer. Bajamos rápido, todos teníamos un hambre voraz, pero al ver la mesa solo había pan, cierto! con la llegada de Darian y entre que estaba en mis pensamientos se me olvidó lo costoso y difícil que era comer en estos días. - Lo siento chicos,  no pude conseguir comida, están vacías todas las casas- con pena suelta esas palabras papá, - No todas, la casa donde me encontraba teníamos unas latas de comida en una mochila, esta escondida- repite el nuevo.

-De verdad?-se exalta papá. Darian- está en la misma casa donde me encontró señor, si quiere le enseño donde está-. -No te preocupes, no haré que salgas y arriesgues tu seguridad, iré yo solo, quédense aquí y vigilen por si sucede algo raro por los alrededores- dice papá dirigiéndose hacia afuera de la casa.

Darian Tadeo y yo nos quedamos mirando por la ventana de arriba, vigilando la zona, en ese momento Darian irrumpe diciendo- iré abajo para ver si su padre ya regresa, no me tardo- mi hermano y yo decimos de acuerdo y el se va de la habitación. Segundos después de que bajara Darian me dirijo hacia abajo para ver como esta mamá pero en eso veo a lo lejos que el chico nuevo esta corriendo afuera, cada vez mas lejos de la casa. Sin esperar nada, corro tras él. Solo había un lugar donde podría estar yendo...  Finalmente tras una corrida por la ciudad y a escondidas para no ser descubiertos veo entrar a Darian, por supuesto voy tras suyo, pero al entrar no logro ver a nadie, había un silencio que dominaba todo el lugar, por lo que empiezo a gritarles por toda la casa, tanto a mi padre como Darian, recorro sin éxito por el piso de abajo y me dirijo al de arriba.

Subiendo las escaleras percibo unos ruidos viniendo de la habitación del fondo, me acerco rápido pero veo un enorme Rastreador, al lado suyo un gran ropero y mirando con mas atención miro a mi papá, quien se sorprende al verme, y en sus ojos veo que me señala su machete donde estaba tirado en el piso. Tenia que agarrar el machete y poder clavarlo en sus ojos, era la única manera ya que su dura piel es inmune a las armas,  pero debía hacerlo YA! porque éste está de espaldas... tomo aire, me lleno de valentía y corro rápido, logro tomar el arma y de un salto me pongo encima de la criatura. Este empieza a sacudirse para sacarme de encima, de un lado a otro se mueve, desesperado por tirarme, pero me agarro firme de su cuello y con mi otra mano alcanzo a perforarle su ojo derecho, haciendo que la bestia chille de un dolor inmenso, sacudiéndose ferozmente consiguiendo quitarme de encima suyo y que soltara el machete.

El rastreador pega media vuelta para ponerse cara a cara contra mi, y con una expresión de enojo en su ojo, de rabia en su cara, preparándose para embestirme no sin antes lanzar un rugido que logra ponerme los pelos de punta, tras esto se hecha a correr hacia mi con toda furia. Su gran cresta era como una enorme hacha en movimiento, acercándose velozmente y si lograba darme estaría cortado por la mitad. Dejándome solo escasos segundos de atraparme, eludo la embestida, haciendo que la criatura traspase la pared y llegue al siguiente cuarto, dándome la oportunidad de retomar el machete, pero soy interrumpido nuevamente por el rastreador quien destruye otra vez la pared de la habitación desperdigando escombros por todas partes, impidiendo que empuñe el arma. 

Tras esquivar las embestidas quedo atrapado en la esquina de la pieza, acorralado y apartado del arma solo me quedaba ver como se preparaba esa bestia para matarme. Me pego a la pared lo mas fuerte posible esperando la cortada que me pondría mi fin, pero detrás del ropero salía mi padre echando en grito- Nooooooooo!!!- se abalanza por encima de este y logra clavarle el machete en su otro ojo, anulandole toda vista restante. Gritando del inmenso dolor, la bestia consigue sacarse de su lomo a mi papá, arrojándolo con mucha fuerza hacia un costado lastimándose fuerte la cabeza. Esto solo hizo que se enfurezca mas la cosa, ya sin poder depender mas de su vista no podría encontrarnos, eso era lo que parecía ya que empezó a olfatear el aire, se podía ver como intentaba rastrearnos, por algo tiene ese nombre, rastreador.

Ni bien olía el aire, apuntó en dirección donde se hallaba mi padre y echo a gruñir, rasgando el suelo como un toro, se lanzó hacia papá con su boca abierta para matarlo de una vez, en solo segundos él agarra con las dos manos un pedazo de madera que tenia a su lado y alcanza a detener la letal mordida de la bestia colocando el palo hasta el final de su boca lado a lado. Con mucha fuerza papá trata de parar el mordisco, con esto la criatura usa aun mas fuerza, haciendo que se fracture mas rápido el palo, dejando poco tiempo entre la mordida y mi papá. Sabiendo eso, él dice- busca el machete, tiene que estar por acá!-, desesperadamente  busco el machete en medio de los escombros y con el tiempo a contrarreloj. De repente sucede de todo! escucho el ruido de la madera rompiéndose a la vez el grito de papá mientras me doy vuelta...