06. "Namjin". #Final

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Luego de despedirnos de Baekhyun y que Chany le prometiera que volvería para hablar con él, nos dirigimos a mi departamento. El sol indicaba que ya era de tarde, suponía que serían las cuatro de la tarde, más o menos. Por alguna razón, el viaje de vuelta se me hizo más corto. Pensé que quizás sería porque a la ida la ansiedad me comía vivo. Estaba tan nervioso que el viaje se había hecho eterno, pero al volver a mi hogar todo parecía estar bien y tranquilo. Inhalé una gran cantidad de aire y lo dejé salir, tranquilizándome.

Chany iba caminando con cara de idiota, su querido Baekhyun había correspondido su amor. Seokjin también había correspondido a amo Namjoon. ¿Quién podría corresponder a Kim Suga? Digo, no estaba enamorado de nadie pero tampoco nadie lo estaba de mí. Para este punto, ya no sentía la necesidad de un compañero, Chany me había demostrado que sí tenía un amigo en él. Me sentí muy feliz en ese sentido. Pero ahora me daba cuenta de que quería ser amado. Deben estar pensando que no me conformaba con nada, que nunca era suficiente. Pero el vacío en mi corazón se iba llenando poco a poco. Amo Namjoon llenaba mi espacio de familia, Chany mi espacio de amistad, ¿y el espacio de amor? ¿Quién sería capaz de llenarlo? Suspiré inconscientemente y seguí caminando.

El silencio reinaba en el ambiente, Chany venía sumergido en sus pensamientos al igual que yo. Seguro pensaba en Baekhyun. Hablando de él, también quisiera considerarlo mi amigo. Me había caído muy bien.

En fin, luego caminar y caminar, llegamos al edificio donde vivía. El auto de amo Namjoon estaba estacionado en el lugar que le correspondía por ser residente, lo que significaba que ya estaba en casa y que yo tenía grandes problemas. Tragué saliva y le hice una seña a Chany de que ya podíamos cruzar la calle. Aprovechamos que un vecino abría la puerta para meternos al edificio y comenzamos a subir por la escalera hasta llegar al tercer piso.

Nos detuvimos frente una puerta que ponía "3B" y un letrero debajo que decía "Namjoon & Suga. Keep out!". La entrada de mi hogar. Se oían unos pasos que iban de un lado a otro, seguro era amo Namjoon que estaba preocupado. Me sentía algo culpable, pero cuando se enterara de que Seokjin tenía sus cartas y que además le había correspondido, todo habría valido la pena. Sonreí al pensar en eso y me giré a ver a Chanyeol.

—Gracias por todo, Chany. En serio te debo una, viejo— le agradecí a mi amigo, quien volteó a mirarme con una sonrisa.

—No... Gracias a ti, Suga. Si no hubiéramos hecho ese viaje, Baekhyun jamás me habría correspondido— dijo casi en un suspiro— Tampoco habría tenido una increíble aventura con mi mejor amigo.

—¿Yo soy tu mejor amigo?— pregunté sorprendido.

—Claro que sí, tonto. Quizás no te lo demuestre todo el tiempo, pero yo realmente te quiero. Eres el mejor amigo que alguien podría desear— me contestó. Este torpe gato me haría llorar. Me acerqué a él y besé su mejilla, un beso amistoso eh. Mi amigo ya estaba tomado por Baek.

—Tú también eres mi mejor amigo. Aunque no tengo otros amigos... Pero si los tuviese, igualmente serías el mejor— dije yo y ambos reímos. Luego de eso, Chany besó mi mejilla y se despidió de mí.

Ahora estaba solo frente a la puerta de mi hogar. Me acerqué un poco a ella y comencé a arañarla mientras maullaba. La puerta de abrió enseguida dejando ver a mi amo, ¡como lo había extrañado! Rápidamente me tomó entre sus brazos y me hizo mirarlo a los ojos, ignorando el sonido del elevador. Parecía molesto.

—Kim Suga, ¿dónde diablos te habías metido? Hoseok me llamó hace unas horas diciendo que te había visto en la calle. ¡¿Por qué estabas en la calle?! ¿Sabés lo peligroso que es estar en la calle? ¡Te podría haber atropellado un coche! O... ¡Te podrías haber perdido! ¿Y los perros? ¡La calle está lleno de ellos! ¿Y si te hacían daño? Jamás me lo perdonaría. ¿Sabés lo preocupado que estaba por ti? ¡Casi muero de angustia!— amo Namjoon hizo una pausa a su regaño, sus ojos se humedecían y lágrimas resbalaban por su rostro. Me acercó más su pecho y me abrazó. Su tono de regaño había cambiado por uno más dulce— Eres todo lo que tengo, pequeño. Si te pierdo a ti, pierdo todo. La única familia que tengo aquí eres tú, hace seis años que eres tú. Cuando me mude de casa de mis padres en mi ciudad natal a un departamento para mí solo en Seúl, el último regalo que me dieron mis padres fuiste tú. ¿Lo recuerdas? Fue para que nunca los olvide. Cuando te veo a ti, veo a mis padres. Te quiero demasiado, pequeño Suga. Jamás vuelvas a irte de mi lado— concluyó secando sus lágrimas en mi pelaje, lo dejaría pasar esa vez. Las palabras de mi amo ablandaron mi frío corazón. Yo también lo quería mucho.

Seguimos en la entrada del departamento, mientras amo Namjoon lloraba y me abrazaba. Yo lloré un poco, solo un poquito, también. Pero luego, pude distinguir un llanto más que no pertenecía a ninguno de los dos, sino a un chico rubio de labios gruesos que nos miraba desde el final del pasillo. Amo Namjoon levantó su cabeza y sus ojos se abrieron como platos cuando lo vio. Seokjin se acercaba a nosotros, con una mano limpiaba sus lágrimas mientras con la otra sostenía las cartas. ¿Habría oído todo lo que amo dijo?

— Se-seokjin, ¿q-qué estás haciendo aquí?— tartamudeo mi amo mientras me dejaba suavemente en el suelo. Limpió su rostro con su manga y aclaró su garganta.

—Bueno, yo venía a hablarte sobre esto— dijo Seokjin enseñándole las cartas que tenía en su poder. Amo Namjoon se sorprendió aun más cuando las vio. Yo sonreí desde el suelo, ¡realmente estaba pasando!

—¿C-cómo? ¿Q-qué? ¿Quién te dio eso?— balbuceó sonrojándose. Ahora sí que mi amo estaba nervioso. Temblaba y todo.

—Digamos que tienes un pequeño gato mensajero— rió Seokjin mirándome— Tu pequeño Suga se apareció en mi casa con las cartas que me escribiste.

—Oh, lo lamento. É-él no suele salir del departamento y no se como hizo para encontrar tu casa, p-pero no se supone que leyeras eso, es patético— dijo amo avergonzado, agachando la cabeza.

—¡No! ¡Claro que no!— se apresuró a decir Seokjin. Se acercó a mi amo, lo tomó del mentón y lo obligó a mirarlos a los ojos. Yo, mientras tanto, estaba convulsionando en el piso. El sentimiento era intenso— Nada de eso. Nam, es lo más hermoso y romántico que alguien me haya escrito. Lloré desde principio a fin. Eres un poeta nato.

—N-no lo creo— dijo amo sonrojado. «Este tipo es tonto» pensé.

—“Tu brillo es más fuerte que el del mismísimo sol y todas las estrellas juntas, y más precioso que las luces que Seúl ofrece cuando cae la noche”. “La mayoría podrá buscar ojos azules o verdes, pero tú no los necesitas. Tus ojos son como dos tazas de chocolate caliente, y con solo verlos siento el calor en mis mejillas”— citó Seokjin una pequeña parte de una de las cartas— ¿En serio piensas eso de mí?.

—P-por supuesto, p-pero yo... Yo... —amo fue callado por los labios de Seokjin. Amo Namjoon tardó en reaccionar pero luego de unos segundos le correspondió el beso. No era salvaje ni desesperado, era el beso más tierno que había presenciado en mi vida. Por un momento, creí que me desmayaría. Seokjin y amo se separaron lentamente, ambos estaban sonrojados.

—Te quiero— se dijeron al mismo tiempo. «Estúpidos, mi corazón, idiotas». Luego, se fundieron en una abrazo.

—Perdón por preguntar, pero... ¿Por qué me ignorabas antes?— preguntó amo Namjoon sin despegar su cuerpo del de Seokjin.

—Shh, ya hablaremos de eso— dijo Seokjin en un susurro.

—Oh, entiendo— susurró mi amo— ¿Jinnie?

—¿Sí, Nam?

—¿Quieres entrar a tomar algo?— preguntó separándose de él.

—Me encantaría, pero ¿qué te parece mañana a las ocho en el restaurante de comida tailandesa?

—¿Es una cita?

—Si tú quieres— dijo encogiéndose de hombros con un sonrisa de lado «¡Por supuesto que es una cita, torpe!»

—Es una cita— afirmó amo, con una sonrisa de idiota, tomando las manos de Seokjin.

—Bien, te veo ahí, Nammie— dijo el rubio. Besó la mejilla de amo y se dirigió al elevador. Presionó el botón que lo llevaría a plata baja y antes de que las puertas se cierren, le guiñó un ojo a mi amo.

Amo Namjoon y yo entramos al departamento. Él se dirigía a nuestra habitación y yo hacia el sofá, me merecía una buena siesta. Pero antes de desparecer por la puerta, me miró y me dijo:

—Kim Suga, eres un genio.

«Dime algo que no sepa, cariño. Soy Kim Suga, la genialidad corre por mis venas. Kim Suga es un genio jjang jjang man bboongbboong»

FIN.

Kim Suga: Genius [S1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora