02. "Chanyeol"

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A la mañana siguiente, desperté y no vi a mi amo junto a mí. Me estiré en la cama y me desperecé. Oí el sonido de la ducha por lo que supuse que amo Namjoon se estaría bañando. Caminé hasta mi plato de comida y desayuné mi delicioso alimento balanceado, digo, ese cuerpo no se podía mantener a sobras. Además, si era amo Namjoon quien preparaba mi comida, probablemente me habría envenenado. Digamos que la cocina no era lo suyo.

El sonido del agua cesó y se oyó la cortina del baño moverse. Amo Namjoon salió del baño con solo una toalla alrededor de su cintura, aun con gotas cayendo de su cabello y resbalando por su ancha espalda. En serio, ¿cómo Seokjin podía ignorarlo?

Me dispuse a jugar con un ratón de juguete que mi amo compró para mi, era suave y semejaba mucho a un ratón real. Yo le había llamado Kook, aunque amo Namjoon insistía en decirle Mickey. El punto es que me pasé como media hora jugando con Kook, hasta que amo salió de nuestra habitación listo para ir al trabajo. Trabajaba en un videoclub, ya saben, ese lugar donde la gente alquila películas y cosas así. No era muy extravagante, pero dejaba buen dinero. La comida de mejor calidad costaba mucho y Kim Suga no comería comida barata ni que arruinara su figura. Además, ¿han visto mi sedoso pelaje? Eso no se consigue con alimento marca Carrefour, cariño. Ugh, lo siento, me estoy desviando.

Como decía, amo Namjoon ya estaba listo para trabajar. Tomó sus llaves que estaban sobre la mesa, caminó hacia mí y se agachó para quedar a mi altura. Me acarició la cabeza y un ronroneo automáticamente salió de mi ser (ni siquiera yo sabía de donde salía eso, era una cosa del demonio).

-Adiós, mi pequeño Suga. Nos vemos en la tarde, prometo llegar temprano hoy- se despidió de mí y sonrió. Se puso de pie y se marchó del departamento.

Nuevamente solo. Había veces como esa que quería tener un compañero, un amigo, un hermano. Me daba igual si era otro gato, o un conejo, o una tortuga, ¡o hasta un perro! Pero quería a alguien, definitivamente.

Había un gato callejero que venía a casa de vez en cuando, pero a amo Namjoon no le gustaba mucho. Su nombre era Chanyeol. Chany, lo llamaba yo. Era un gato negro con manchas marrones, he de admitir que era bastante lindo. Y aunque a veces viniera a jugar conmigo, estaba casi seguro de que lo hacía por la comida. No se si me consideraba su amigo, pero yo sí podía hacerlo.

En fin, considerando que no había nada más que hacer, decidí tomar una siesta. Me dirigí a mi habitación y me subí a la cama matrimonial de mi amo. Me estaba acomodando para dormir cuando pude notar algo sobre el escritorio de amo Namjoon. Eran solo unos papeles pero me dieron curiosidad. Bajé de un salto de la cama y subí al escritorio con uno igual. Comencé a ver los papeles, aunque fue en vano ya que los gatos no sabemos leer. Pero sí estaba seguro de algo, eran las cartas de amo Namjoon para Seokjin. ¿Qué otra razón tendría mi amo para escribir en papel? Digo, jamás lo hacía. Además, en el frente de cada sobre había un dibujo de un corazón. Quizás no leía pero sabía como era un puto corazón.

Amo Namjoon dijo que en esas cartas le había escrito las cosas más hermosas que jamás había dicho. Estaba segurísimo de que si Seokjin leía las cartas, mínimo tendría que darle una cita. Amo Namjoon era inútil y jamás se las entregaría por cuenta propia. Por lo que, en ese mismo momento, me di cuenta de que yo, Kim Suga, tenía el deber de entregarle a Kim Seokjin las cartas del estúpido Kim Namjoon. «Wow, cuantos 'Kim' en una sola oración».

Solo había un pequeño problema y era que no sabía en donde diablos vivía Seokjin. Yo no era de salir a la calle, digo, estaba lleno de basura y perros cajeros. ¡Arruinaría mis delicadas patas! Pero sabía de alguien que conocía la ciudad como la palma de su pata... Exacto, ¡Chanyeol!

Salí de mi habitación y empujé mi plato de comida con mi nariz hasta la ventana, amo siempre la dejaba abierta para mí. Salí al balcón y maullé lo más fuerte que pude.

-¡Chany! ¡Comida!- y en menos de un minuto, ya tenía a mi secuaz en el balcón.

-¿Comida? ¿Dónde? ¡Chany quiere!

-Está adentro, querido amigo. Sígueme- Chanyeol obedeció y me siguió hasta adentro. Una vez que divisó el plato que contenía su preciosa comida, se tiró a él y comenzó a comer. Una vez que el palto estuvo vacío me miró, tenía migajas en todo el hocico, y sin terminar de masticar me dijo un «Gracias» apenas entendible- ¿Podrías no hablar con la boca llena? Me das asco.

-Lo siento, príncipe Suga- se disculpó con ese torpe apodo- De nuevo, gracias por la comida. Aunque supongo que quieres algo de mí, si no es raro que me hayas invitado. ¿Estás en celo otra vez, traviesillo guapetón?- preguntó esto último mirándome pícaro, acercándose peligrosamente a mí. Larga historia.

-No, no, no es nada de eso, Chany. Necesito otra clase de favor- le expliqué poniendo algo de distancia entre ambos.

-Ya veo. ¿De qué trata? Escúpelo.

-Bueno, la cosa es así. Mi amo está locamente enamorado de Seokjin pero, a pesar de todo lo que mi amo hace, él sigue ignorándolo. Así que yo quiero ayudarlo.

-¿Cómo pretendes hacer eso? Y... ¿Para que me necesitas?

-Amo Namjoon le escribió a Seokjin hermosas cartas, con las que seguro cae rendido a sus pies. Pero es idiota y no se las envía. Lo que quiero es llevarle las cartas yo mismo. Pero necesito saber en dónde vive, y no hay nadie que conozca esta ciudad mejor que tú. ¿Podrías ser capaz de ayudarme?

Kim Suga: Genius [S1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora