Quince

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Le quedaban pocas plumas y, a mi, pocas entradas, poca tinta.
El cuervo estaba cada día más cansado, pero me seguía dando plumas. Me daba pena así que no las aceptaba, pero seguía insistiendo. Se parece a ti, tan cabezotas...

Gracia: La pluma negra| #NeónAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora