Llevamos mas de dos horas en el avión privado de Justin, el va sentado a mi lado, o mas bien acostado sobre mi hombro. Esta cansado. Mi papa esta sentado frente a mi, de vez en cuando nos mira y solo sonríe.
Voy mirando una película, Suicide Squad, la mejor película que he visto de super héroes. Y eso que no me gustan. Sonrío al escuchar hablar a Harley Quinn, es tan ocurrente.
-Me encanta escucharte reír - susurro en mi oído, sonreí y acaricie su mano que estaba entrelazada con la mía.
-Descansaste?- susurre.
-Si, un poco- agrego.
- Te vez lindo mientras duermes- sonreí.
-Siempre estoy lindo.- sonrió.
-Ya el señor ego. - rió leve y dejo un beso en mi cuello.
-Falta mucho?- le pregunto esta vez a mi papa.
-No, faltan minutos para aterrizar señor Bieber. - agrego.
-Solo Justin, señor Cox lo sabe - ambos sonrieron.
-Esta bien, Justin.- sonreí mirando a papa. -Tienes hambre princesa?- pregunto mirándome.
-No papa, estoy bien.- sonreí y el asintió.
Duramos unos cuarentas minutos mas en el avión, hasta que nos avisaron que ya estábamos aterrizando. Y minutos mas tarde mi papa abrió la puerta para que bajáramos. En Los Ángeles eran las 06:20 am. Bajamos del avión, papa nos había dicho dentro del avión, que Justin se iba a ir con su otro guardaespaldas, y yo me iba con papa a su departamento. Todo para que no nos vieran juntos.
Papa se encargo de buscar mi bolso, y luego comenzamos a caminar hacia la salida. Buscamos un taxi, al subir papa le dio la dirección al conductor. Mire todo a mi alrededor, no podía creer donde estaba.
-Estas bien?- me pregunto mi papa.
-Si.- sonreí y me arrecoste en su hombro.
Pasamos por unas cuantas calles, pareciera que acá las personas no duermen, a pesar de que era muy temprano ya andaban de cantidades por distintas calles. El taxista estaciono frente a un alto edificio, sonreí y abrí la puerta para bajar. Papa le entrego el dinero al hombre y luego paso su brazo por mi hombro para comenzar a caminar al edificio.
Al entrar quede sorprendida por la gran delicadeza que tenia el lugar, subimos al ascensor, papa marco el numero 15, si que vivía alto.
-Debes tener una buena vista desde allí no?- pregunte mirándolo.
-Ya lo veras- sonreí y asentí.
-Julieta sabe que estoy aquí?- susurre.
-Ella esta muy entusiasmada con que vengas, quiere llevarte de compras y eso.- sonreímos juntos.
Las puertas se abrieron dejando un gran pasillo frente a nosotros, de un lado solo había ventanas y del otro muchas puertas. Seguí a papa, paro en la ante ultima puerta. Abrió y se hizo a un lado para dejarme entrar, entro el y cerro luego.
-Amor? Llegue.- hablo. - Ven princesa- lo seguí, subió unas escaleras. -Esta sera tu habitación - agrego sonriendo, abrió la puerta y dejo ver aquella habitación. Muy espaciosa, con una gran ventana que dejaba ver las calles de la ciudad y los edificios que decoraban. Papa dejo la mochila sobre mi cama. - Espero que te guste- sonrió y asentí para luego abrazarlo.
-Me encanta papa, gracias.- sonreí y bese su mejilla.
-Hola, perdonen que interrumpa.- Vi a Julieta y sonreí.