Lo que nadie se imaginó.

Capítulo 2: Conociendo a los White

A penas son las 7:30 de la mañana y ya debo levantarme por que quede en ir a recoger a mi tía al aeropuerto.

-¡Zoe ya levántate!-grito aún intentando hacerla caer de la cama.

-¡No, déjame dormir!-grita ella pellizcándome para que la suelte.

-Te compraré comida pero arriba, ahora.

Y esas fueron las palabras mágicas para que Zoe se levantara, debí empezar por ahí desde hace una hora y quizás no tendría los moratones que tengo ahora.

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-¡Ahí estás tía!

-¡Oh mis queridas sobrinas, cuanto las he extrañado!

-Y nosotras a ti.-Respondió Kiabeth

-Pero bueno ¿Qué hacemos aún aquí?¡Vamos, muero de hambre!

-¡La apoyo!-dice o más bien grita Zoe.

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Una hora más tarde ya estamos en casa cuando de repente golpean a la puerta y como es costumbre soy yo quien la abre, y juro por Dios que es uno de los momentos más milagrosos de la vida, no se si morí y estoy en el cielo o es sólo que un ángel ha caído de allí, joder que este tipo es todo un Dios griego.

-Hola, ¿Ustedes son los nuevos-viejos vecinos?

-Hola, algo por el estilo jaja, ¿Tú eres?

-Oh, mi nombre es Ethan White, el menor de los varones de tus nuevos vecinos, ¿Y tu nombre es?

-Ma... Malia Smith.-Joder acado de tartamudear.-Un gusto.

-El gusto es todo mío, pasaba para ver si quieren ir a la piscina un rato, tu hermano es mi amigo y de mi hermano también, sé que tienes otra hermana, si te gusta la idea nos  gustaría conocerlas a ambas.

-Hey hola Ethan, ya conociste a mi mejor amiga.-Dice de repente Zoe saliendo de la casa.-Espero poder unirme al plan también.

-Por su puesto que si, sólo será un rato... ¿Entonces vienen?

Iba a decir que yo no, pero Zoe se me adelantó.

-Por su puesto que si, ve por tu coche, cuando regreses ya estaremos listas.

-Bien, ya regreso.

-¡Estás loca Zoe! ¡Ni siquiera quiero ir!

-¡Vamos Malia, no empieces, te aseguro que no te arrepentirás!

-Pffff, está bien, pero sólo un rato y después nos regresamos.

-¡Excelente! Ahora, veamos que traje de baño usarás.

-No, ni de loca, no me obligarás a ponerme eso.-Dije señalando con terror el traje negro que había escogido Zoe. 

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-No puedo creer que me obligaras a usar esto.-Digo mirándola con odio.-Te asesinaré en cuanto te descuides maldita

-Claro que no lo harás, no querrás dejar a tu hermoso y amado primo viudo.

-Tienes suerte de que lo ame tanto como para no matarte por esto.

-Si que la tienes.-Ahora habla Kiabeth.-A mi ya me hubiera matado.

-Es que a ti no te quiere como a mí.-Dice Zoe en tono burlón.