Lo que nadie se imaginó.

Capítulo 5: Problemas.

-¡Se los dije!-Grito/susurro.-¡¿Ahora qué haremos?!

-Cállate Malia, intento pensar.-Dice Zoe.

-No pues, ya estamos jodidas.-Dice Beth.

-¡Cállate Kiabeth!-Susurramos Zoe y yo al unísono.

-¿Que haremos Zoe?-En estos momentos me siento demasiado nerviosa, jamás en mi vida había estado tan nerviosa...

-Al armario, ¡Ahora!

Salimos corriendo como locas al armario que se encontraba como a unos 5 o 6 metros de donde estábamos y nos metimos allí, al parecer esto o era un armario, en el recorrido no entramos aquí pero parecía como un lugar donde la familia se reúne y esas cosas, o al menos eso parece...

-Mamá.-Dice una voz conocida, es Ethan.-Mamá ¿Dónde están las maletas de Maddison?

-Están en la sala familiar.

Válgame, ¡QUE SUERTE LA NUESTRA!

-¿Qué más llevaremos?-Pregunta Ethan.

-Nada más, apresúrate.-Dice su mamá de vuelta.

-Demonios Zoe, ¿Qué hacemos?

-Detrás de los sillones, ya.-Me contesta.

Nos escondemos como podemos ahí, pero no me parece muy seguro la verdad...

Puedo notar como Ethan se acerca muy rápido asi que intento hacerme una bolita para que no vea mis pies.

Y justo cuando ya ha cogido la maleta y está listo para salir Beth debe cagarla como siempre haciendo caer un vaso, por suerte no se quebró.

-¿Hay alguien ahí?-Se escucha decir a Ethan.

Maldición.

-¿Qué ha sido eso hijo?-Dice su mamá.

-Nada mamá, he hecho caer un vaso, pero no se ha roto, tranquila.

-Bien hijo, vamos rápido, tu padre ya nos está esperando afuera y sabes como es cuando se estresa.

-Si mamá, en un segundo voy.

Se acerca de nuevo pero gracias a Dios su padre hace sonar el claxon del vehículo y se va.

-Ostia tía, que he visto la muerte.-Dice Zoe.

-¡No me digas!, nunca más me pidas hacer esto Zoe.-Le digo.

-Chicas, yo creo que ya deberíamos irnos, ya sale el sol.

Y coño, en serio ya estaba saliendo el sol y nosotras aún aquí, siento que tendré un pésimo día.

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-Malia cariño, ¿Qué te ha pasado en el rostro?-pregunta mi tía con una cara de horror.

-Una historia muy larga tía. Verá, estábamos Zoe y yo estábamos jugando cerca de la ventana y se le ha caído el celular así que hemos tenido que saltar al otro lado para ir a verlo, y al subir me he hecho un rasguño con el árbol en el que trepamos, pero en unos días estará bien.

Bueno, en realidad, el rasguño que tengo en la cara si me lo hice subiendo de ese jodido árbol, resulta que los White son muy olvidadizos y regresaron después de haberse marchado y me han pillado a mi cuando estaba subiendo, por suerte quien me ha visto ha sido Derek y le he dicho lo que le dije a mi tía, lo bueno es que tengo un talento para mentir, creo que debería ser una actriz...

-Bien cielo, entonces creo que tus lecciones de maquillaje no se harán en un tiempo... un largo tiempo

-¿Por qué lo dices?-Pregunto.

-Por que he visto que ese tipo de marcas se borran en un mes o dos.

Válgame...

-¿En serio?-Pregunto de nuevo horrorizada.

-Jaja, no pequeña, es broma, pero si tarda un poco, al menos dos semanas.

-Coño tía, esas cosas no se hacen.

-Me amas.-Dice ella riendo.

-Tienes suerte de que si lo haga. Y dime, ¿Ahora que me enseñarás mientras me curo totalmente?

-No lo sé, ¿Hay algo que quieras aprender?

-Quiero aprender muchas cosas pero no se por donde empezar.

-Pues podría enseñarte a... Pelear.

-¿Sabes pelear?

-Me ofendes.-Dijo llevándose la mano al corazón fingiendo ofensa.-Fui militar para tu información.

-Bueno, en ese caso me encantaría, dicen que una chica siempre debe saber defenderse.

-Bien entonces empezaremos ahora mismo, puedes llamar a Zoe y a Beth si así quieres.

-En realidad quiero hacerlo, pero Zoe está dormida y la verdad yo también estoy un poco cansada, ¿Será que podemos empezar mañana?

-Está bien, ve a dormir chivata.

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Y así pasamos cuatro semanas y ya estamos en la tercera semana de julio, llevo un mes exactamente sin saber de los White, pero Zoe dice que eso es normal.

En este punto ya se algo de defensa y me encanta esto, es fascinante como tus propias manos pueden ser tus armas. Si no soy doctora, me gustaría ser militar como mi tía Mey.

-Bien niñas, lo hacen muy bien, hemos terminado por hoy.-Dice mi tía.

-Pero si a penas son las tres, y siempre acabamos a las cinco.-Dice Beth.

-Así es hermosa, pero tu hermana ya tiene su hermosa cara curada y es hora de seguir con su cambio.

-Demonios, el cambio.-Digo en voz baja, pero tal vez no lo suficiente por que m tía logra escucharme.

-¿Que has dicho?-Me pregunta de forma autoritaria.

-Que al fin.-Digo fingiendo emoción.

-Vamos Ainoa.-Dice ella, odio ese nombre, Ainoa Judith, nunca me gustaron mis nombre y por alguna razón me llamaban Malia, dice mi mamá que cuando era más pequeña veía una telenovela y la protagonista se llamaba así, y siempre que me preguntaban por mi nombre yo decía que me llamo Malia, así que se acostumbraron a ese y desde ahí me llaman así.

-Tía, no me llames así por favor.

-Pero ese es tu nombre corazón, a demás son muy bonitos.

-Quizás si, pero sabes que no me gustan.

-Está bien mi cielo, pero ahora vamos que se nos hará tarde.

-Está bien, vamos.

N/A: Maddison White en multimedia.