El cielo azul cubria la ciudad, las nubes parecian mas blancas que nunca y en la calle la gente andaba alegre por el bonito dia que hacia. Emma y Florencia estaban sentadas en el patio de su casa jugando. La primera era la hermana mayor de la segunda. Se habian pasado casi toda la mañana alli, desde que su abuela saliera a trabajar pero no tenían problemas ya que ese era su lugar favorito en los días de verano.
-¿Em?- preguntó Florencia mirando a su hermana.
-¿Si pequeña?- le contestó Emma.
-¿Tu crees que algún día mamá vuelva a casa?-
-¡Ay mi vida! Mamá es un angelito ahora, abuelita y yo ya te lo habíamos explicado-
-¡Es que yo la extraño mucho!- una lágrima se escapó de los ojos de Florencia y rodó por su mejilla.
-Ven aquí- Emma abrazo a su hermanita y le seco las lágrimas- todo estará bien, ya veras. Además ¿sabes que? mamá siempre nos va a cuidar desde el cielo como nos prometió-
-Mama siempre nos va a cuidar...- una voz que trataba de imitar a la Emma pero en tono chillón se escucho desde la puerta de entrada a la casa- ¿otra vez con tus patéticas historias?-
Era Kiara, la hermana del medio de la familia.
-No te metas Kiara. Siempre lo arruinas todo- le dijo Emma.
-Es verdad- contesto esta- siempre lo arruine, lo arruino y lo arruinare todo-
Dicho esto entro a la casa dando un fuerte portazo.*****
"¡¿Porque siempre son así conmigo?!" Kiara lloraba mientras golpeaba la cara contra la almohada. Hacia ya rato que estaba en su cuarto encerrada. No podía creer como su propia hermana la trataba así. Decidió que lo mejor para calmar la tristeza era ir a su lugar preferido, el único en donde parecía que la entendían. Se levanto, se arreglo un poco y salio. Afuera, el día estaba lindo pero eso no importaba. Camino unas siete cuadras desde su casa hasta el bar a donde solía ir. Cuando entro el ambiente era el mismo de siempre, con sus paredes grasosas y sus mesas apretujadas unas con otras que no había ni espacio para moverse.
-¡Tom!- grito ni bien agarro un lugar para sentarse.
-¿Tu de nuevo? ¿Si sabes que esto es para mayores de 18 verdad?-
-Si, si. Pero sea bueno. Vendame un trago. En unos días cumpliré la mayoría de edad y ya podre venir aquí legalmente- Kiara dejo plata arriba de la cantina y vio como el viejo cedía. Momentos después ya estaba saboreando una bebida.
Luego fueron dos, tres, cuatro... Siempre era lo mismo. Tristeza, beber, sentirse mejor, regresar a casa y el circulo volvía a comenzar.
Salio de allí tarde en la noche, estaba tan mareada que apenas podía ver. Choco con unas cuantas personas y en un rato ya estaba al final de la cuadra. Se disponía a cruzar la calle pero su cerebro estaba tan lleno de alcohol que fallo. No vio al Sedan gris que se acercaba y ahora estaba alli, tirada en la fría calle. Un chico se bajo del auto rápidamente y llamo a la ambulancia. Minutos después se la estaban llevando al hospital.
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Mi chico con alas
Novela Juvenil"A la felicidad la puedes encontrar siempre y cuando alguien encienda la luz"