Marcada (Editando)

Capitulo 3

                              💫

—Trata de no moverte mucho o tu herida se abrirá— me advirtió desde algún lugar de la habitación, era frustrante no ver nada, solo podía escucharlo moverse de un lado al otro

—Disculpa no quiero ser grosera ni mucho menos con la persona que me ayudo pero ¡Podrías prender la luz!— me queje— Además ¿quien eres tú y cuanto tiempo he estado aquí?

Ok tal vez debería calmarme, este hombre me ayudo quiero creer que de buena fe mientras estaba vulnerable y le pago con gritos

—Claro lo lamento, eso estoy tratando de hacer solo que no encuentro la lacrima que suelo... ¡Ya la encontré! —la luz al fin se hizo en el cuarto pero seguía sin poder ver al hombre misterioso ya que seguia en el piso y solo veía sus botas— ¿ Dónde estás?

—En el suelo, no puedo levantarme me duele el cuerpo

— Permíteme ayudarte— rodeo la cama para llegar a mi auxilio, era un chico rubio con unos impresionantes ojos azules — Te levantaré por favor rodea mi cuello con tus brazos para que no te vayas a caer

Con un poco de desconfianza hice lo que me pidió, el me dejó suavemente en la cama y se alejo sonriendo hasta una mesa que no había notado antes, estaba llena de frascos extraños y lo que parecían ser algunas plantas secas, lo vi revolver unas cuantas de ellas en un vaso para posteriormente agregarle lo que creo fue agua y me lo ofreció

—Es medicina te ayudará con el dolor—me lo ofreció sonriente pero obviamente no lo tome, no confío del todo en el y no voy a beber como si nada algo que me dé un extraño — no es veneno ni nada parecido —le dio un trago probando que no era peligroso

—Gracias, disculpa mi desconfianza, no he tenido un día muy bueno

—Descuida, cuando te encontré no estabas en la mejor condición que digamos—Dijo tranquilo, vigilando que terminara de beber lo que me dio. Tengo unas inmensas ganas de escupirlo, sabe demasiado amargo.— te gusta meterte en líos por lo que veo, tú y tu amiga causaron un gran desastre en ese claro

—No es mi amiga — escupí con odio. Es cierto ¿Dónde está Minerva?  — ¿También la ayudaste? no la veo por ningún lado

—Planeaba hacerlo pero no pude, tenía que hacer dos viajes para traerlas a ambas y cuando regrese por ella había desaparecido —explico el chico tocando mi frente — quizá recobro la conciencia mientras venía a dejarte, no lo sé. Espero que esté bien

Con el golpe que le di seguro tiene la nariz rota y unos dientes flojos

Sonreí con malicia al pensar en eso. A  Minerva siempre le a gustado mucho cuidar su apariencia, me encantaría ver su cara cuando se vea en un espejo y note su nariz chueca e inchada

—El que se ríe solo de sus maldades se acuerda, por favor dime qué salve a la chica correcta y no terminaré con un ojo morado

—Tranquilo no te are nada, no tengo la fuerza suficiente para eso en este momento.

—Eso no me tranquiliza en lo más mínimo— pareció sudar al decirlo, lo moleste un poco más antes de asegurarle que no lo mataría mientras duerme y me robaría sus cosas

— ¿Cuánto tiempo llevo dormida?— pregunté sintiendo los párpados pesados, lo cual me extraño puesto que acabo de despertar

—Un par de horas, falta poco para la 1 de la madrugada si no me equivocó

— ¡Maldición Levy va a matarme! Tengo que irme ya mismo, mi amiga debe de estar preocupada por mi — apenas quise levantarme el dolor volvió más fuerte junto con un mareo impidiendo mi cometido — si no regreso seguro arma una brigada de búsqueda por todo el bosque, si es que no lo hizo ya.