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Ibuki estaba durmiendo tranquilamente en la cama, era un lindo día soleado, "un día perfecto para celebrar a una chica perfecta", eso es lo que decía su novia cada vez que ese día llegaba.

La músico no solía ser del tipo de personas que despertaran a una hora demasiado temprana, por lo que casi todas las mañanas, Mikan la despertaba con un dulce beso y un suave "Buenos días". Pero esta vez era diferente, la pelimorada no la había despertado a la hora común.

Ibuki abrió sus ojos lentamente, para luego sentarse en la cama y darse cuenta de que su novia no estaba, por un momento no pudo evitar sentirse un poco nerviosa, intentando buscar una razón del por qué Mikan no estaba, pero esa no era su única preocupación, no escuchaba algún tipo de paso en la casa y además era el día de su cumpleaños. ¿Dónde estaría aquella enfermera que tanto amaba?

Después de unos segundos de larga reflexión, decidió  que lo mejor sería levantarse e ir a buscar a la pelimorada, pero en ese mismo momento, la puerta se abrió suavemente, dejando ver a la tímida enfermera con una bandeja en sus brazos.

-O-Oh... P-Pensé que despertarías u-un poco más tarde... Y-Yo... Lo siento...

La chica rió suavemente mientras que la pelimorada dejaba la bandeja sobre la cama, instantáneamente se le tiró encima sólo para abrazarla mientras sonreía.

-¡Mikan-chan preocupó mucho a Ibuki!

-L-Lo siento... Quería darte una sorpresa, así que no quise despertarte...

-Aww, Mikan chan es muy adorable~

-E-Espero que te guste el desayuno...

La músico sonrió y se sentó sobre la cama junto a la enfermera, adoraba la manera en la que ella cocinaba. Sobre la bandeja había varios panqueques y un vaso con jugo de naranja, era uno de los desayunos favoritos de Ibuki, por lo que volvió a abrazar a la pelimorada para luego comenzar a comer los panqueques junto a ella. Creía que no era justo que sólo ella comiera, así que después de varios segundos de suplicarle, Mikan aceptó.

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-T-Ten cuidado... U-Un poco más a la izquierda...

Mikan le había puesto unas vendas para poder tapar sus ojos mientras la llevaba a algún lugar (Seguramente dentro de la casa). Lo único que podía sentir era la emoción por saber a dónde la llevaba y la calidez de la mano de su novia.

Al llegar al lugar, Mikan le quitó con mucho cuidado la venda, dejando ver lo que ambas llamaban "Sala de música y descanso", la cual era una sala en la que Ibuki tenía varios instrumentos y solía tocar mientras que Mikan leía algunos libros de medicina y cuidado. Pero había algo diferente en aquel lugar, los ojos de la músico brillaron instantáneamente y no pudo evitar gritar un alegre "Yahoo!" mientras sonreía. Al centro de la habitación había una guitarra eléctrica de color negro y detalles de color blanco, azul y rosa.

-¡Muchas gracias, Mikan chan! Sabías que a Ibuki le encanta repetirlo, ¿Verdad?

-Sí, a-aunque... E-Ese no es el único regalo que tengo para ti...

-Cómo era de esperar de Mikan chan, siempre tan preparada~

La enfermera rió suavemente mientras salía de la habitación. Ibuki no podía aguantar la emoción, por lo que mientras esperaba a Mikan, conectó la guitarra al amplificador y comenzó a tocar algunas canciones creadas recientemente por ella.

Pasaron varios minutos, la músico había terminado de tocar la cuarta canción y de pronto escuchó un suave maullido, sabía perfectamente que la enfermera no podría ser la causante de aquel sonido, así que cuidadosamente guardó la guitarra para dirigirse a la puerta. Al mismo tiempo, Mikan entró a la habitación con un pequeño gatito de pelaje blanco.

-U-Um... H-Hace un tiempo había escuchado que querías que t-tuviéramos una gata y pues... C-Creí que era el momento indicado para ello...

-¿Cuántas veces te he dicho que eres la mejor novia del mundo?

-¿V-Varias?

-Pues nunca te miento.

Las mejillas de la enfermera enrojecieron instantáneamente mientras la músico reía suavemente para luego darle un beso en la mejilla.

-¿Y-Y cómo le llamarás?...

-Takara.

-¿Takara?...

-Sí, porque me lo dio mi mayor tesoro.

Las mejillas de la enfermera ardieron mucho más que antes debido al halago mientras que suavemente le entregaba a Ibuki la pequeña gatita.

-Awww, eres muy linda.

-Miau~

-P-Parece que le agradas...

-A Ibuki le agrada Takara, pero ¿A Takara le agrada Ibuki?

-Miau~

-Ibuki tomará eso como un sí.

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-Mikan-chan, Mikan-chan.

-¿S-Sí?...

-Ya que Takara está durmiendo, ¿Ibuki y Mikan chan jugarán hoy?

-N-No lo veo posible, Ibuki-san... En media hora vendrán los demás... A-Así que... ¿T-Te parece si jugamos mañana?...

-Hmm... Está bien.

-Y-Y... No habrá alcohol...

-¿E-Eh?...

-Y-Ya sabes lo que ocurrió la última vez... N-No creo que sea buena idea tener alcohol en la fiesta...

-¿Huh? ¿Acaso a Mikan chan le molesta lo que sucedió la última vez?

-N-No es eso... S-Simplemente no creo que sea bueno que vuelvas a perder la consciencia de esa manera...

-Hmm, ¿O acaso Mikan chan se siente nerviosa al recordar que despertó junto a Ibuki y ambas estaban d-

-L-L-Lo recuerdo perfectamente...

La chica simplemente rió al ver lo nerviosa que se encontraba la enfermera por recordar aquello.

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Todos estaban ahí, podía notarse un aire bastante fiestero en el lugar. La fiesta duró hasta las 1 A.M.

Ibuki amaba las fiestas, eso era algo indudable, por lo que aquella fiesta fue una de las que más recordaría. El pastel, las canciones, la diversión, todo había sido magnífico.

Por la mañana, sólo quedaban ellas dos junto a Takara. Ibuki estaba durmiendo sobre el sillón, traía una camiseta blanca y larga (La cual llegaba hasta un poco más arriba de su rodilla), mientras la pequeña gatita dormía sobre su estómago. Mikan sonrió suavemente para luego sacarles una foto a ambas, después de todo se veían demasiado lindas mientras dormían.

Después de unos minutos, la enfermera se acostó suavemente junto a ellas en el sofá. Parecía que todos habían disfrutado el día 27 de Noviembre.

One-Shots TsuMiodaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora