Capítulo 1: Atrevimiento

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I

Te quiero, le dije casi balbuceando, en mi interior titubeé en si lo dije de verdad, lo pensé y lo volví a pensar en menos de un mili-segundo; pero ya, ya lo había dicho, claro que no me arrepiento de nada, pero es que me sorprendí a mí mismo, por tener el valor de decírselo, pues, por un momento se me llegó a cerrar la garganta, ya que no se me pasó por la cabeza el cómo llegué a decírselo; pero aun así ya se lo había dicho, me sentía muy nervioso, comencé a sudar frío, aparte de eso comencé a sentir un frenesí de sentimientos y como una explosión nuclear dentro de mi ser, ¿todo por qué?, por saber cómo se sentía ella, quería conocer sus sentimientos hacia mí, he ahí la cumbre de mi nerviosismo; pues,  no tengo experiencia alguna en estas cosas, llamadas amor, nunca había sentido algo tan fuerte por alguien, ya y apenas sentía algo amical por las mujeres de mi salón y eso, ya que no nos llevábamos muy bien que digamos, pero eso lo explicaré después, lo importante en este capítulo y en casi todo el libro es el gran amor que siento por ella, un amor tan indescriptible que parecería, hasta cierto punto, imaginario; me estoy yendo por las ramas; mejor paro, retomando lo anteriormente dicho, soy un inexperto, alguien un poco cerrado de corazón y sentimientos aunque sí apasionado con las cosas que me gustan, ella; y pues... decirle que ella me gustaba fue algo muy apoteósico e impresionante de mi parte; y recalco, sigo sin creérmelo, no sé con qué acabar este párrafo, pero de algo estoy seguro que sí sé, el cómo acabará esto,  con un: yo roto.

La espera me mataba; por más corto que pareciese, para mí era como un siglo; para mí el tiempo se detuvo, se detuvo, a la vez que mi corazón también lo hacía, se detuvo, pues me sentía en el CIELO, veía que todo pasaba frente a mí lentamente y todo fuente de la emoción y exaltación de aquel suceso: una declaración; aunque un poco redundante y llegaría al término cliché, lo admito. Nos encontrábamos en el primer piso de su casa, una morada muy acogedora y linda, que con anterioridad ya había pensado en habitarla, pero esos pensamientos no eran más que signos de ilusión y platónico aunque un poco exagerado, la verdad; Era una dantesca vivienda de unos cuatro pisos, en los cuales el primero era una Botica, que al parecer, llevaba el nombre del padre de Ella, y a un costado, bien arremetida y escondida, se encontraban las escaleras que conducían al segundo piso, un lugar donde en ciertas ocasiones nosotros dos, junto a su hermana, Camila, nos reuníamos a jugar o a ver una película; pero por ahora no entraré en detalle, y simplemente diré que cierto día en las aquellas escondidas escaleras de su casa me declaré; bueno, en ese momento, justo en ese momento, en el segundo piso se encontraban sus dos hermanos, Roger y Camila, por lo cual me puse más nervioso, más de lo que ya estaba al querer escuchar que una palabra saliera de la boca de mi amada, recalco, la espera nunca fue longeva, aun así, me acribillaba a mí mismo por dentro en ese mísero tiempo. No hace ni un minuto desde que me declaré; me encontraba helado, frío, no encontraba alguna razón como para querer decir algo o hacer algo; pero...me atreví, no sé cómo ni dónde, pero abrí la boca, impulso humano diría yo; y ahí es cuando comencé, comencé a decir...no, más bien, a balbucear lo que me gusta de ella, no descartemos que aún me encontraba nervioso, no, que no me gustan...me encantan de ella; su manera de ser, ella es una chica muy tierna, cuando la observo; nótese rasgos de acosador, siempre en el colegio, no hay ni un día donde ella no se encuentre junto a sus amigas, no es que me queje ni nada, simplemente han de ser lo celos ¿no?,...ojalá y no se dé cuenta que siempre la veo...,  muy aparte de tierna, es muy tranquila, podría llegar a decir tímida, pero no lo es, la conozco un poco, ya que en una de nuestras conversaciones ambos lo admitimos, no hay mucha confianza entre nosotros y eso es muestra de que no nos conocemos bien del todo, y entonces muchos se preguntarán, "Pero eso no tiene sentido, si no se conocen bien del todo, ¿Cómo es que estás enamorado de ella?, no nos mientas, Gabriel", pues en respuesta a esto, yo diría que...pues exactamente no lo sé, simplemente me enamore de ella, y sí,  "simplemente" me enamoré de ella sin conocerla bien, imagínense cuando la conozca bien,retomando la ilación, podría llegar a decir, encarecidamente, que somos amigos, aunque de verdad lo dudo, ya que con otras personas es más sonriente, siento su alegría más vívida; por otro lado, según lo que me dice, ella es de "Apapachar" mucho a sus amigos, cosa que no hace conmigo, así que no hay razón alguna para considerarme uno de sus amigos, si ni a eso llego...imaginen..., pero bueno, esto es una manera de desahogar mi despecho; mejor sigo narrando; me vuelvo romántico, para mí, ella es la perfección encarnada, hecha mujer, mi musa, mi adoración; creo que me pasé..., pero así es como me siento, y esto es apenas la punta del iceberg; si dijera todo lo que es para mí, llenaría todo el libro; pero no es solo eso también es buen moza, es súper inteligente (cosa que me atrae mucho de ella), y tiene un cuerpo tan esbelto y fino que parece una de las esculturas de Miguel Ángel; pero...esto es más o menos una descripción de ella, en realidad yo le dije menos cosas por el hecho de estar en esa circunstancia del afloro de sentimientos; que se le va a hacer.

Pasó un maldito minuto; sí, lo estaba contabilizando, levanto la cabeza y es cuando me doy cuenta que ella me ha estado mirando desde que comencé a hablar; ahora que recuerdo, cuando hablamos exactamente de sentimientos una vez, ella me contó que este tipo de cosas siempre se las tomaba en serio; y de verdad lo hacía, con una mirada tan penetrante que a la vez tímida, armoniosa y bella, y con esos ojos marrones tan hermosos razones de mi ingrata ilusión y unas pupilas tan notorias y finas como si de gotas de rocío se hablara; qué más da, aquí la parte importante es que es que sin darme cuenta ella comenzó a mover sus bellísimos labios, me puse aún más nervioso, ¿qué iría a decir?, frase que rebotaba en todo mi interior.

Abrió los brazos de una manera tan sutil a la par que encantadora, y es cuando...Abrázame- salió ese suspiro de su boca; esbozada, abrázame, volví a escuchar en un tono más melancólico y a la vez tímido, no estoy bromeando, en ese momento dudé acerca de que aquello haya sido realidad; pero lo fue. Fue cuando, por un efecto de amor por parte mía me acerqué a sus brazos para corresponder aquel afecto; la veía, tenía una cara tímida y a la vez segura, con los brazos extendidos hacía mí, cada vez que daba un paso, aunque no hayan sido muchos, me sentía más cerca al Cielo; pero también me intimidé, me sentía inseguro, pues, ¿cómo te sentirías al recibir el primer abrazo de una chica?, y fue otro impulso interno el cual me hizo abrir mis brazos y corresponder aquella querella.

La abracé, por primera vez sentí el calor humano de una manera tan pura; nuestros brazos estaban entrelazados, yo la tenía agarrada de la cintura y daba ciertas formas de palmaditas mientras que la apretaba contra mí, y Ella de mi cuello, fue perfecto, fue perfecto, fue perfecto esos dos minutos que duró el abrazó, corto y a la vez eterno, eterno en mi mente, ya que "el primer contacto" nunca se olvida, los dos minutos más hermosos de mi vida, en un momento de desesperación por abrazarla más, y de felicidad, no sé por qué pero mi cuerpo me incitó a decirle repetidas veces: Te quiero y con cada vez que se lo decía la abrazaba con más fuerza y pasión, a la par que lo decía y lo hacía, también sentía su olor, su exquisito perfume olor a un jardín celestial y un shampoo tan elegante, y sentir como su pecho se apoyaba contra el mío me hizo querer abrazar con más fuerza y cariño, después de eso, nos separamos por un momento, todo se tornó en un silencio romántico y hermoso; el tiempo es lo que más importa en esta ocasión, ya que después de ese mísero momento separados, sin nuestros brazos entrelazados, ella tomó otra vez la iniciativa y se tiró contra mí agarrándose de mi casaca y apoyando su cabeza contra mi pecho...y...fui feliz, y así, di mi primer y último abrazo a alguien.

Cosa que no estuvo tan mal que digamos, ya veremos cómo ha de acabar esto.

Hasta aquí este capitulillo <3, Inspirado en hechos reales xd. Bai bai 

                                 -Yeray




¡Hola, lectorcillos!, Si les gustó y quieren más o dar recomendaciones háganlo que me ayudaría a seguir con mucho más entusiasmo que ya de por sí lo tengo, Gracias por aguantarme , creo que los capítulos los iré publicando los sábados y los domingos, y hasta la próxima. ¡Gracias!

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