Las gotas de pintura golpeaban las ventanas, ahí estaba Mei, en trance preparando más té, ahí estaba Hina, secando su cabello.
Mei se dirigió a la habitación en donde se encontraba Hina, colocó la bandeja en la mesita de noche y se dispuso a sentarse junto a Hina, quien se encontraba quitándose las medias.
Mei dejó caer su falta, se hallaba empapada de brochazos de té, pasó por sus medias rosas pálidas y yació en el suelo. Hina tomó una asa de la taza de té, mientras contemplaba aquella escena de la pequeña Mei quitándose una de sus pálidas medias, e intentando desviar la mirada de su ropa interior.
Mei secó su cabello y prosiguió a soltar ambas coletas que llevaba atadas con lazos verdes. Pero entonces cuando se dispuso a quitarse la camisa, y quedar de igual forma que Hina, se detuvo y sus mejillas tomaron un rosa intenso.
—To-tomare asiento.—dijo Mei para romper la tensión.
Ambas se sentaron a disfrutar de un cálido té, ambas se encontraban en una vergonzosa posición, ambas sorbían sin decir una palabra.
Mei soltó un pequeño estornudo, que hizo que té cayera en su blanca camisa.
—Vaya torpe, primero mi vajilla y ahora esto, iré por algo para...— pero Hina le miro y dedico una sonrisa de lado, para levantarse y tomar su camisa que yacía en el suelo para limpiar a Mei. Hina se inclinó y agachó, tomó el borde de la camisa y comenzó a frotar aquellos brochazos de té que allí se encontraban. Mei sostenía débilmente aún la taza, las manos le temblaban, se encontraba en el dominio de Hina.
Hina levantó su rostro para encontrarse muy cerca con el de Mei.
—Onee-san...—titubeó Hina
—A-arigatou, Hina-chan—replicó Mei retrocediendo un poco.
¿Qué estás haciendo? ¡Vamos! Ya deja de alejarla...—se dijo así misma.
Hina se levantó, y Mei volteo su rostro hacia el suelo, intentaba ocultar las pinceladas rosas de sus mejillas.
—Estornudaste, ¿por qué no te quitas eso?—Pregunto Hina señalando su camiseta.
—Me-me da vergüenza...–Dijo Mei cabizbaja
—¿Qué?—Dijo cofundida
Estaba claro que a Mei la molestaban por ser tan plana adelante, ella usaba suéteres o chaquetas para desviar cualquier mirada de ahí, de ese lugar.
—Venga, vas a coger un resfriado.—acercándose a ella.
—¡N-No! —es fácil para ti decirlo...
—¿Qué quieres decir?
—Pue-pues...—Mei se acercó a Hina dejando la taza de té en la bandeja, y cerró los ojos, acerco muy lentamente su mano a los pechos de Hina.
Esta respondió con un sobre salto.
—Que...¡¿Qué haces?!—dijo subiendo sus manos.
—¡Lo-lo siento! —Mientras quitaba sus manos de aquel lugar, para luego soltar un fuerte —¡BAKA!.
Ambas se quedaron en silencio ante aquel acto tan digno de una tsundere.
Mei se alejó un poco.
¿Que hace? Pensó Hina
Era esa pequeña rubia quitándose la camisa.
—es cierto... Cogeré un resfriado...— Hina la miró con los ojos bien abiertos, intentando comprender lo que pasaba.Ambas se encontraban allí, las gotas golpeaban las calles, anochecía y ella tomaban té, tomaban té junto a sus mejillas llenas de pinceladas rosas.
—Los uniformes,—dijo Mei—¡los he dejado afuera!
Cuando regresó por más té, tenía la cabeza en las nubes y había dejado secando los uniforme afuera, afuera en donde el artista estaba dejando caer gotas a su lienzo.
—Mei, ¿qué has hecho?
—¡Lo siento!— mientras corría a buscar los uniformes.
Hina la siguió, pero resbaló, se encontraban en el pasillo por el que Mei había pasado con los zapatos encharcados, y estaban descalzas.
—Maravilloso—dijo Mei en tono sarcástico, otra caída incomoda era lo que necesitaba.
Pero Hina solo río, y al cabo de unos segundo, ambas estaban en el suelo riendo. Se sentaron en medio de la sala y Mei sostenía ambos brazos en su pecho.
Comenzaron una cálida conversación mientras pasaba el rato.
—¿Qué-que hay de Matt?— Idiota, pensó.
Ella lo odiaba, él se creía el Crush de Hina, Hina era su Onee-san, solo le pertenecía a ella, y aveces la compartía con Natsuki, solo aveces. La conocía de hace mucho, y había compartido buenos momentos con ella, sin embargo, ninguno solas, y menos en ropa interior.
—Bien, supongo— Hina contestó mirando al suelo.
—¿Te ha hecho algo?—preguntó Mei con una voz más firme.
—No, solo ya no hablamos—Un suspiro salió de ella.
—sabes que lo mataré si te hace algo— dijo con una cara seria.
A lo que Hina río.
—Lo sé, lo sé Mei—replicó—No ha pasado nada.
Ambas rieron.
Pero entonces la cara de Mei cambió.
—Hina, dime la verdad
—¿qué-que pasó?— dijo Hina algo extraña.
—Entre tú y Matt...
Hina la miró perpleja, sus mejillas se pincelaron de rosa y sus labios temblaban.
—No, —dijo firme— Mei, nada.—dijo algo tímida.
—Es... Lo siento yo— miro al suelo—tenía curiosidad porque... —se corto por unos segundos— Hina yo...
Volteo su rostro para tener una amplia visión de esta, Hina llevó sus manos a su pecho.
—Onee-chan, Te quiero— soltó de una vez—cerrando sus ojos.
(Si, si, aquí es donde ustedes gritan)
—Yo también te quiero Onee— con una cara de alivio de lo que aparecer la tenía tensa. Mei abrió sus ojos.
—no, no de ese modo—dijo titubeando.
Hina se quedó sin palabras, ella sabía que pasaba, ella sabía lo que sentía, pero no se atrevía a decir.
—Desde pequeñas estamos juntas y yo...—Miro a Hina—realmente no se lo que siento. No soy una experta hablando de estas cosas pero...—fue interrumpida por Hina
—Se exactamente lo que quieres decir—dijo acercándose a ella.— yo también te quiero, Mei.
Sus ojos brillaban a esta respuesta.
—Hina-chan— dijo Mei—Tengo celos, celos de Matt— a lo que Hina se alejó un poco—de Natsuki...di-dime que eres solo mía.—dijo acercándose a Hina.
—Me-Mei...—Hina enrojeció por completo.
—Hi-Hina...— dijo suave Mei acercándose aún más.Si las calles fueran un lienzo, y las nubes grandes pinceles, como es digno de una Tsundere, le dió beso, "por accidente".
—Onee-chan, ¿es necesario decirlo?—
Si sus mejillas fueran un lienzo, y sus labios suaves pinceladas, he quedado atontada, por la intensidad de sus colores.
—No, no lo es.
Y ya n.n estrellitas y comentarios si quieren otra parte x3 y si no no :'3
Ha sido divertido escribir esto 0///0
Si, si, ya pueden gritar en paz xD
Me ha gustado mucho la temática de usar metáforas y poesía n.n espero que a ustedes también.
Para Hina, con cariño
Para Lia, con fangirleo
Para ustedes, a quienes quiero.
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Pinceladas Rosas Junto al Té (MeixHina)
FanfictionSi la lluvia fuese pintura, y las calles un lienzo, esta historia da comienzo, en un maravilloso día artístico. Lo que Hina nunca pensó, es que Natsuki no estaría. Lo que Mei nunca imaginó, es que su vajilla nueva se caería. Ahre la Mei se inspiró...