¿Qué debo hacer?
Llegó esa pregunta a repentinamente mi cabeza. Me preguntaba si debía ir a la fiesta y asegurarme de ver que no les pasara nada o quedarme aquí y si les llegara a pasar algo me voy a sentir culpable.
Comencé a caminar de una esquina hacia la otra del cuarto.
Tome mi bolsa la lance por la ventana esperando el gran estruendo. Y esperando que mi mamá dijera algo, abrí la puerta del cuarto asome la cabeza vi hacia los dos lado, se escuchaba la regadera así que seguramente mi mamá se estaba bañando. Cerré la puerta con mucho cuidado para que no escuchara, le puse seguro a la puerta y le subí a la música (algo que hacia todas las noches cuando iba a dormir, entonces ella no sospecharía nada). Resbale mis piernas por la ventana hasta llegar a tocar el pequeño balcón que había, después de estar sana y salva sobre el balcón brinque al jardín que estaba mas o menos como a dos metros hacia abajo (distancia que no me mataría). Caí primero con los pies y rodé como una pelota de baloncesto, una vez ya balanceada tome la bolsa observe la ventana de mi mamá por un minuto y salí corriendo hacia la calle. Empecé a caminar hacia la derecha y observe como los carros pasaban, y me dirigi hacia la casa de Richard.
El viento soplaba tan fuerte que parecía que los arboles gritaban de dolor, las luces de la calle tintineaban. Había carros chocados por todos lados, parecía una de esas películas donde el mundo se acaba y todo es un desastre; la luna estaba gorda y llena con esa luz que ilumina las calles sin problemas, como una linterna en el cielo.
Era como estar con papá otra vez, cuando íbamos a acampar y asábamos salchichas y bombones, como cuando solíamos hablar hasta que nos quedáramos dormidos abrazados por el calor de la fogata y como solía sentirme en casa con el solo echo de sentirme protegida por mi papá y acompañada por mi hermana.
A lo lejos se veían luces de colores y fue cuando me di cuenta que ya iba a llegar a la casa de Richard. Corrí porque no quería sentirme triste de estar sola en ese lugar que me llenaba de recuerdos.
Llegue y mis pulmones pedían oxigeno a gritos, tome dos grandes respiros y me recupere. Abrí la puerta principal y al parecer nadie se dio cuenta de mi presencia todos estaban envueltos en su propio rollo.
Empecé a buscar a Lia y a Marie por todos lados, cada vez que te adentrabas mas a la casa era mas difícil pasar todos estaban amontonados como un rebaño de ovejas en un corral.
-Hola, entonces tus planes se cancelaron y decidiste venir a acompañarme. -oí la voz inmadura de Connor.
-¡Connor! -dije fingiendo alegría-. ¿No has visto a Marie o Lia?
-No, y que importancia tiene si vienes conmigo, ¿recuerdas? -dijo mientras enganchaba su brazo alrededor del mío. Tenia que aceptar que este chico era atractivo, un sentimiento raro se adueño de mi al sentir el calor de su cuerpo cerca del mío.
Empuje su brazo pero era fuerte y no podía quitármelo de encima.
-Connor estoy hablando enserio es urgente encontrar a Lia y Marie. -dije con desesperación en mi voz.
-¿Y que es mas urgente que estar conmigo?
-Tal vez todo porque no vine aquí por ti -le dije enojada, pero fue sinceridad ya que ni siquiera me acordaba que el iba a venir. Me lanzo una mirada de decepción y soltó mi brazo.
-Oh, bueno entonces están en el sótano bailando.
-Perdón Connor no lo decía enserio, pero necesito encontrarlas -mentí.
Relájate Emily, ¿no quieres empezar un problema o si? Le di un ultimo vistazo a Connor y salí corriendo al sótano. Apestaba a cigarros, cerveza y vomito.
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¿Epidemia o amor?
Teen FictionTras el accidente de su padre y su hermana y vivir sola con su madre, el mundo de Emily es cada día mas difícil. Pero con una epidemia que ataca a la zona y el regreso del que ella cree que es el amor de su vida, aprenderá que el león no es como lo...