Con las ganas

Capitulo 4

No se qué pasó con exactitud, pero se qué cuando había llegado a mi casa me había dormido, y desperté al escuchar la puerta de la casa, era mi madre. Eran como eso de las 5 de la tarde más o menos. Baje las escaleras.

-Rebecca, ¿qué harás de cenar hoy?-dije-

-Pero, ¿por qué me sigues diciendo Rebecca?, soy tu madre, no una desconocida.

-Oh, perdóname, mamaita..-Sarcástico-, solo dame de cenar, qué saldré.

-Usted niñato, no saldrá a ninguna parte, ¿vale?-molesta-

-Ya..mejor ni me des de cenar, me voy.-molesto-

-¿A dónde vas?

-No se, quizás valla a un remolque en la playa y me echaré un polvo, con la hermana de mi futura esposa-

Cuando estoy molesto digo cosas sin pensar, y aunque mi madre haya hecho lo qué fuera, era mi madre. Mi madre me dio una cachetada, mi mirada hacia a ella fue de odio, así qué salí de la casa y huí de allí. No tenía destino, solo caminaba, pensando muchas cosas. Cuando de repente la veo, a Alicia por supuesto. Estaba afuera de una casa, qué me supongo qué era la suya, muy cerca de la mía. Tenía un cigarro en sus labios. Me acerco.

-Vaya, vaya, pero a quién tenemos aquí, a la bonita.

-¿Y eso?, ¿ya se te fue la inmadurez, ridiculez y lo de idiota?, a no perdón, no se irá nunca.

-Qué pasa bonita, ¿no me darás un besito?

-A la verdad qué eres un gilipollas.

Tiró su cigarro, e iba a entrar a su casa, cuando la tomó del brazo.

-Pero qué te pasa?, no quieras arreglar las cosas ahora, después de como me trataste, eres un..-interrupción-

-Bájale, y perdona ¿vale?, se qué aveces soy un gilipollas, grosero e ignorante, pero cuando estoy molesto, no controlo mis palabras. Perdón.

-Vale, ya estas perdonado. ¿Sabes?, no me afectaron para nada sus palabras, solo quería escuchar sus "nobles" disculpas.

-Eh!, vale, te quedo buena, pero créeme qué no me escucharas pidiendo disculpas nunca más.

-Eso lo veremos, y ¿qué hacemos?-

-Cómo qué, ¿qué hacemos?-

-Pues a ¿donde iremos?

-Pero es muy tarde no puedo llegar tarde a mi ca..-interrupción-

-Jajaja, cada vez me sorprendes mas.

-Y eso, por qué?

-Eres incomprensible ¿sabes?, aparentas ser una cosa, luego haces otras, pareces ser un chico, no se como explicarte, ¿un chico malo?, pero puedes llegar a hacer dulce.

-Conóceme mejor y sabrás con exactitud. No va a hacer tan sencillo ¿sabes?, no dejo qué todos se acerquen lo suficiente para qué me conozcan, pero contigo, puedo hacer una pequeña excepción.-sonreí-

-Y cual es, el motivo de tu ¿excepción?

-Tengo mis razones.-dije-

-Ya...Espérame un momento, subiré a buscar algo.

Alicia sube a la casa, y yo solo la espere abajo, cuando escucho un sonido, y era la cochera abriéndose, no podía creer lo qué estaba viendo, un Ford Thunderbird 1957, verde menta.

-Qué, nunca habías visto uno ¿asi?-dijo-

-Bueno si, pero no me esperaba qué tu familia tuviera uno.-mientras rodeaba el auto, observando cada detalle.

-Mi familia no, ese auto es mio.

-No, ¿enserio?, y donde lo ¿conseguiste?

-Mi padre tiene sus contactos.¿Sabes conducir?-preguntó-

-Si, ya saque mi licencia.

Me lanza las llaves.

-¿Qué?, estás bromeando ¿verdad?

-No me hagas qué me arrepienta, solo enciendelo.

Alicia subió al auto y se sentó en el asiento del pasajero.

-¿Qué esperas para encenderlo?-dijo-

-Es ¿enserio?-sorprendido-

-Si sigues preguntando eso,no.

-Vale, lo encenderé.

Sin más pensarlo lo encendí, en realidad no sabía conducir, pero no desperdiciaría esta oportunidad.

-¿Hacia dónde me dirijo?

-Solo sin rumbo.

Solo conducía, sin saber a donde, la observé varias veces, y ella solo estaba recostada, y su rostro se notaba preocupado.

-¿Estas bien?-dije-

-Si, ¿por qué?

-Estas rara.

-Soy rara.

-Ya.., puedes contarme....

-Vale, ya, qué quieres qué te diga, qué mi vida es una mierda, qué prefiero estar muerta, qué odio a todos, odia mi familia, odio ser yo..

-Ya..tranquila, perdón..

-Y ahora por qué te disculpas, si no has mostrado más que devoción y cortesía-sonrió-

-Se qué te ha gustado, actuar conmigo.

-Sabes qué si.