En cuanto inicio sesión en Skype Estaban me envía una solicitud para iniciar una video llamada, la cual acepte rápidamente, él estaba ahí en su habitación acostado se veía muy guapo. ¡Maldita sea lo extraño! —Me dije
—Hola amor, ¿Ya terminaste de instalarte?
—Si ya lo hice, me ayudo Sebastián el chico que conocí cuando llegue aquí. Noto que Esteban pone cara de molesto quizás esta celoso.
—Me alegro que ya estés instalada en tu nuevo departamento, ¿Oye sabes que te amo y que te extraño?
—No, no lo sé quizás me lo podrías decir.
—Pues te amo más que a nadie en este mundo, eres la persona que siempre soñé tener a mi lado, bueno quitando los miles de kilómetros que nos separan en estos momentos y aunque no tienes mucho que te fuiste te extraño como un loco, quisiera estar ahí contigo para darte mil besos y abrazarte hasta que te quedes dormida y al día siguiente quisiera despertarte con el desayuno en la cama, como desearía despertar ahí a tu lado.
—¿Sabías que eres muy cursi? Un cursi al cual amo y daría todo lo que fuera por estar contigo, ojala estuvieras aquí conmigo.
Sebastián salió de ducharse y solo sale con una toalla enredada en la cadera y se acerca a mí para preguntarme que si no agarre su ropa pero no se dio cuenta de que estaba platicando con Esteban por Skype.
Solo escuche que Esteban molesto me dijo —Apenas te mudaste y ya tienes con quien remplazarme, ya tienes quien te lleve tu desayuno a la cama, adiós.
Me quede desconcertada al escuchar eso, solo se me hizo un nudo en la garganta y tenía tantas ganas de llorar pero tuve que hacerme la fuerte porque Sebastián estaba ahí y al ver su cara creo que se siente apenado.
—Perdón no sabía que…
—No te disculpes quizás debí decirte antes de que te acercaras que estaba platicando con mi novio, bueno ahora ya no sé qué somos después de esto.
—Enserio perdón, dame su número y yo trato de explicarle que fue un mal entendido.
—No creo que te escuche, está molesto y cuando se enoja no escucha a nadie, esperare que se le baje un poco el enojo, mejor tu ve a cambiarte y ve a tu departamento, no quiero sonar grosera pero ahora lo que me nos quiero es que estés aquí.
—Si tienes razón es mejor que me vaya, pero cualquier cosa te dejo mi número de celular y departamento está a dos puertas del tuyo.
Cuando Sebastián se fue me eche a llorar una parte por el mal entendido que paso con Esteban y otra parte porque sabía que esta decisión fue muy precipitada, extraño a Esteban, a mi familia y amigos. Esta es mi nueva vida y tengo que adaptarme, tengo que dejar que Esteban se le baje un poco su enojo para poder hablar con él y aclarar las cosas.