UNO

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-Pasajeros con destino a Londres, favor de abrochar sus cinturones y mantenerse en sus asientos, en pocos minutos el avión comenzará a aterrizar- dijo aquella chica por el micrófono del avión.

Miraba por la ventana, la ciudad de Londres se le miraba súper pequeña, sinceramente me alegra saber que estoy por iniciar una nueva vida, aquí nadie me conoce, nadie sabe de mi, dejaré de ser aquella chica problemática, dejaré de ser la Gaby a la que muchos temían, no más.

Después de unos minutos, por fin bajamos del avión, debo admitir que un viaje de California hasta Londres es realmente pesado.
En la entrada del aeropuerto estaba Josh, el chofer de papá, así es, para mi mala suerte no me permitieron vivir aún sola, es por ello que viviré en casa de mi padre y de su nueva esposa, incluyendo a sus hijos, admito que odio eso, pero mínimo ya no estaré con mi madre.

-Señorita Gabriela- saludó formalmente Josh.

-Sólo Gaby, odio que me llamen Gabriela- dije tratando de sonar amable y le di mis maletas, las cuales guardó dentro la cajuela del auto. Abrió la puerta trasera de este y entré, todo lujoso y cómodo, tal y como decía mi madre al momento de que mi padre nos abandonó.
"Tu sólo buscas que todo sea lujoso y cómodo" gritó antes de cerrarle la puerta en la cara.
Conecté mis audífonos al teléfono y reproducí "Animals", suelo evadir problemas con música a cada rato.
Miraba por el cristal la ciudad, era sorprendente, estaba algo nerviosa, no soltaba las mangas de mi suéter, obviamente después de 10 años de ausencia frente a mi padre no permitiría que supiera todo lo que me ha pasado, lo que he sufrido.
El auto poco a poco fue deteniéndose, era lógico que habíamos llegado, al salir me sorprendí ver aquella mansión frente a mis ojos, no es posible que después de haber soportado aquel miserable hombre como padre, pasará a uno trabajador y capaz de lograr lo que no hizo conmigo y mi madre.

-Me encargaré yo de bajar sus maletas señorita- habló el hombre- no pasan de las 3, el señor aún está en casa, es más, la familia debe estar comiendo, adelante y bienvenida.

-Gracias Josh- dije y el me sonrió, subí los escalones blancos que separan la entrada del jardín, y ahí otro hombre me abrió la puerta.
Entré a la casa, todo era mejor que en las películas, muebles de roble, escalones de cuarzo, decoraciones carismas, y estantes de cristal, simplemente un sueño.

-Señorita Gabriela- de nuevo me llamaron como tanto odiaba- la familia la está esperando en el comedor, sigame- dijo una señora vestida de mucama.

La seguí a donde me indicó, un par de puertas blancas que supongo y guiaban al comedor.
No me equivoqué, ya que al momento en el que ella las abrió, vi a mi padre, su esposa y sus dos hijos, sentados y comiendo, mientras que reían, cosa que nunca pasó en mi vida, ver a mi padre reír, pero estoy aquí para dejar todo atrás.

-Familia- habló mi padre con una ¿sonrisa? al verme- es momento de que conozcan a mi hija, Gaby- por lo menos me llama como sabe que me gusta- ella es Carla, mi esposa- esa bella mujer pelinegra y de ojos verdes, con una hermosa sonrisa se puso de pie y me tomó de las manos.

-Es un gusto conocerte al fin linda- me dijo con una sonrisa que me dieron ganas de vomitar, no le tengo ningún rencor por el hecho de que sea ahora esposa de mi padre, es sólo que no me transmitía confianza alguna, su mirada era tan hipócrita.

-El gusto es mío- dije mirándola a los ojos.

-Muchachos saluden a su hermana- dijo mi padre feliz.

-Media hermana- aclaró arrogante el mayor, quien parecía tener mi edad, y me miró con asco.

-No seas grosero Louis- le regañó Carla y el giró los ojos.

Hate //Niall Horan\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora