JinJin y Sanha habían decidido ir por unos helados en una calurosa tarde de julio. Su grupo Astro, aún no había debutado, y ellos ya estaban exhaustos de tantas prácticas, así que decidieron que tomarían un descanso por un momento. El menor había escogido ir a una heladería un tanto alejada del centro de Seúl, en la cual se podía personalizar el helado mediante distintos baños de chocolate, golosinas, y cosas por el estilo. Este era un aspecto que entusiasmaba al pequeño adolescente. Tanto era así, que fue todo el camino conversando de ello sin parar. También tardó bastante tiempo a la hora de elegir, mientras que JinJin tan solo pidió un helado común con un par de frutillas y arándanos encima.
Cuando encontraron una mesa cerca de una ventana, se sentaron y comenzaron a degustar sus pedidos. A pesar de tener lo que quería, la mirada del pequeño Sanha estaba clavada en un punto fijo, lejos de su propio helado. El mayor observó con intriga el recorrido de su mirada y se encontró a una chica sentada a dos o tres mesas más lejos. Observó a Sanha con intriga, ya que parecía hipnotizado debido a su boca abierta.
La muchacha llevaba una capucha, que tapaba casi todo su cabello corto hasta los hombros. En una mano, sostenía un helado, mientras que en la otra tenia un libro que estaba leyendo atentamente. Pero no era cualquier libro. Era Lord of the rings, el favorito de JinJin. Esto sorprendió al chico, ya que ella parecía sumergida en ese mundo fantástico, como si nada más existiera a su alrededor.
Una mano tocó el brazo del mayor.
—Hyung ¡mira eso! —dijo casi gritando Sanha.
—¿Qué?
—El color de ese helado, ¡Es celeste!—aplaudió emocionado —¡Quiero uno así yo también! Es mi color favorito... ¿Qué gusto será?
—No lo sé, anda a preguntarle —lo incitó el mayor. —es la única forma de saberlo —acto seguido, su amigo se tapó el rostro con las manos —¿Irás o no?
Sanha se levantó y miro su objetivo por unos momentos, y olvidando toda la vergüenza que hasta recién había demostrado, se acercó a ella. Desde donde estaba JinJin no se oía lo que decía, pero éste supuso que le dijo hola. La muchacha, sin embargo, seguía tan sumergida en la historia, que no se dio cuenta que había alguien parado a su lado, y mucho menos que le habían hablado. Sanha volvió a intentar llamar la atención, sin éxito alguno. La capacidad de la chica de desconectarse del mundo real para solo enfocarse en ese mundo de fantasías, era algo que llamaba demasiado la atención de JinJin. Él veía a su amigo dando vueltas de aquella mesa, tratando de obtener alguna clase de respuesta, pero sólo podía dirigir la atención a la muchacha. Le pareció distinta, había algo en ella que la hacía parecer bonita y especial, pero JinJin no sabría decir qué. Lo único que podía asegurar, era que se habia perdido en la imagen de su rostro.
Cuando volvió su atención a Sanha, dejó escapar una exclamación de sorpresa. Su amigo estaba tomando el helado de la chica con su propia cuchara. Lo más impactante era que la chica no se daba cuenta que le estaban robando el helado de su propia mano. Luego de unos segundos, JinJin comenzó a sentirse culpable de ello, por eso fue a buscar a Sanha, que se veía como un niño contento comiendo del helado robado. Le daba un poco de pena quitarle esa alegría a su amigo, pero estaba mal lo que hacía. Así que se acercó y le saco la cuchara de la mano, para luego volver a su mesa. El menor, inevitablemente lo siguió. En parte porque se dio cuenta que estaba mal lo que hizo, pero en mayor parte porque sin la cuchara no podría tomar más helado. Una vez en la mesa de vuelta, JinJin lo regañó.
—¿Cómo vas a robar helado de esa manera, Sanha? ¡Te dije que solo le preguntaras que sabor era!
—Yo intenté... Pero ella no me escuchó —se justificó —entonces se me ocurrió probarlo, pero era tan delicioso que no lo pude dejar. —Sanha puso cara de pena y miró al suelo. A JinJin le dio pena seguir regañándolo, ya que lo sentía como un hermano menor.
Los dos amigos siguieron conversando de temas al azar, mientras que de vez en cuando la mirada de JinJin se desviaba hacia la muchacha desconocida. Unos minutos después, la chica depósito el libro en la mesa, para sacar su teléfono y mirarlo, mientras tomaba lo poco de su helado que Sanha había dejado. Ni siquiera se percató de que le faltaba una gran parte de él.
—Jinjinnie ¿Vamos?—interrumpió su amigo, con la pregunta, la vista de aquella escena.
—Claro.
Ambos chicos se levantaron casi al mismo tiempo que la chica. Fueron hacia la caja a pagar lo consumido, cuando pasaron al lado de la muchacha justo cuando se le cayó el helado de su mano y se resbaló con este por estar mirando su celular. Pero justo en ese momento, JinJin, que había estado atento a la escena, se apresuró y logró sostenerla antes de que pudiera caer al suelo. Ella le respondió con una sonrisa.
Cuando se pudo recomponer de la casi caída, le agradeció e incluso se inclinó más de una vez para eso. Realmente estaba agradecida, pues traía un pantalón nuevo, y no le hubiera gustado ensuciarlo de helado el primer día.
—No es nada, pero se te cayó el helado. Dejame recomponerlo —dijo JinJin dirigiéndose a la caja de pedidos. Ella lo siguió avergonzada.
—No, no hace falta. De verdad que no. Yo tire el helado, no deberías comprarme otro. Bastante que me atrapaste antes de caer.
JinJin se frenó y la miró a los ojos. Ella también estaba mirándolo, pero enseguida corrió la vista, sonrojándose ante la vergüenza de contactar visualmente a un chico que le parecía tan lindo. Incluso se preguntaba a su misma "¿Lo habrá notado?".
—¿Qué sabor era el helado que casi te tiró al suelo? —JinJin dejó salir su sonrisa más sincera, acto que la chica correspondio tímidamente.
—Crema del cielo.
El chico pidió la réplica del helado que solía traer la chica a su lado, y se lo entregó luego de dejarlo pago. Mientras esperaban a que lo hicieran, conversaron sobre el libro que ella antes estaba leyendo. Se sorprendió demasiado cuando el chico enfrente suyo le dijo que era su libro favorito. Al ser entregado el helado, JinJin se despidió de ella y se dio vuelta para buscar a su amigo.
Se llevó una gran sorpresa al ver a Sanha sentado en el suelo, con una cuchara en la mano recogiendo y tomando el helado celeste que a la muchacha se le había caído.
—Oh Sanha, vamos a casa—le dijo el mayor, levantándolo del brazo.
Salieron de la heladería sin mirar atrás. La chica desconocida aún estaba dentro. Luego de un par de cuadras JinJin habló.
—Ese sabor era crema del cielo.
La cara de ilusión de Sanha al enterarse el sabor que tanto le había gustado, era épica.
JinJin, por su lado, aún tenía la imagen y el sonido de la voz de la chica desconocida de la heladería en su mente. Cuando habló con ella, cuando la miró a los ojos, sintió que estaba hecha para él, que debían estar juntos. Pero no se lo comentó ni a su amigo, era algo muy privado. Sólo la invitó a un helado, y luego se fue. Sabía que no la volvería a ver durante un tiempo, pero eso no le importó.
JinJin creía en el destino. Eso significaba que tarde o temprano se volverían a encontrar.
Un año después, a seis meses del debut de Astro, en una pequeña presentación en Seúl, en la primera fila del público, JinJin se encontró con esos ojos que no había podido olvidar.
Su intuición no le había fallado.
Esa chica era para él.

ESTÁS LEYENDO
Gimme that ice cream. <<JinJin One Shoot>>
Fanfiction¿Quién diría que un simple gusto de helado, cambiaría por completo la vida de JinJin? ×One-shoot de JinJin de Astro× ×Creditos a quien haya hecho la foto de portada× ×Historia 100% mía×