Capitulo uno

15 2 0
                                    


                    Martes, 29 de noviembre

Después de la escuela me subí al camión para ir directo a casa. 

El camión nunca me dejaba frente a la casa, solo llegaba hasta la esquina de la carretera. El conductor decía que ya era suficiente con traerme y gastar tanto gas. Si, la escuela también quedaba lejos. Mientras caminaba el resto del camino escuche las sirenas de la ambulancias. Lo primero que se apareció en mi cabeza fue mi abuelo. Saque mi el viejo iPod de mi bolsillo y revise el día "martes 29 de noviembre" sentí como mi respiración se calmo y me cuerpo pasó de estar completamente tenso a relajado.

Cada martes un médico  venía a chequear la salud de mi abuelo. Casi lo olvidaba con tanto ajetreo. Nate se gastaba la mitad de el sueldo pagándole al dichoso doctor para que estuviera una hora con nuestro abuelo.

Ya para cuando entre por la puerta blanca  de mi casa las ambulancias habían acomodado la camilla y le estaban tomando los signos vitales al abuelo. Cuando pase por el lado de mi abuelo el me dio una sonrisa para calmarme. Él sabía cuán ansiosa me ponía sabes sobre su salud.

De la cocina salía un olor a pastel de manzana. Mi mamá era la mejor en los pasteles, siempre le dije que abriera un negocio pero nunca me ha hecho caso.  Pase por el lado de ella y le di un beso en la mejilla.

"Como te fue Taylor" quito la mirada del Pastel y puso toda su atención en mi.

"Normal, ya sabes. Como siempre" sé que estaba esperando por una mejor respuesta pero ¿como le dices a tu mamá que estás fallando todo el semestre?

"Sabes que puedes decirme lo que sea, Taylor" suspiró.  "se que no ha sido nada fácil para ti tener que cambiar todo lo que teníamos e irnos a banca rota" me miró directo a los ojos y puso su mano en mi hombro " pero esta casa es lo único que tenemos y yo te prometo que sacaremos nuestro negocio a funcionar nuevamente"

Asentí y salí de la cocina. Camine todo el pasillo hasta mi habitación. Tire mi mochila negra en la cama y me senté en el viejo escritorio de madera. Cuando nos fuimos en banca rota no había sido tanto tiempo, apenas algunos meses atrás. Yo sentía que habían pasado años. No éramos ricos, pero desde pequeña estaba acostumbrada a tener todo.

Luego recordé a mi abuelo. Antes de que nos quedáramos sin nuestras tierras y sin dinero el tenía mucha salud. Estaba saludable y podía correr por la Hacienda por si solo. El y mi abuela habían fundado el negocio. El saber que todo se había ido a la ruina lo ponía mal. Desde que todo pasó su salud a ido decayendo poco a poco

Comencé a pensar en Emma, ella es o al menos solía ser mi amiga.  Cuando nos tocaba hacer una entrega en la cuidad siempre la visitaba y pasaba un fin de semana con ella. Perdimos todo el contacto cuando nos fuimos a banca rota, ya no nos daba para el internet así que no nos podíamos comunicar

¿Por qué no las llamas? Se preguntarán muchos
Pues, no hay recepción en la Hacienda y el único medio que teníamos eran las redes sociales. 

Emma era básicamente la única amiga que tenía. No necesita más pues vivía feliz con mi familia. 

Algunos se preguntarán ¿los amigos de la escuela?
A la escuela donde voy no es como tal una escuela. Es solo una institución a donde van todos los niños que no vivimos en la ciudad por ende vivimos en haciendas en el sur de Illinois. Somos muy pocos estudiantes en la institución. ¿Adivinen cuantos nos apoyaron cuando nos fuimos en banca rota?
NINGUNO!!!

Antes todos las 6 familias  que vivíamos en las haciendas éramos unidos pero no se crean que era por qué tienen buen corazón, al contrario. Todo era competencia a ver quién vendía más productos.

Todo pasó tan rápido... La pérdida de terreno, banca rota, mi abuelo, Nate se fue de la casa y mi mama siempre ha querido disimular pero sé que llora cada noche. Los sollozos se escuchan hasta mi habitación.

Me levanté rápidamente del escritorio y me seque unas cuantas lagrimas que se me habían escapado mientras pensaba en la asquerosa  vida que llevo.

Decidí meterme a bañar. La cena iba a estar  lista y yo todavía llorando como una tonta por qué no sé cómo cómo enfrentar mis problemas.

                                          

                                    ~

Salí del baño envuelta en una toalla como siempre y abrí las puertas del closet, saque una sudadera, una camisa suelta para estar en la casa. Me hice una cola hasta arriba y salí de mi cuarto cerrando la puerta detrás de mi.

En la mesa ya estaba mi abuelo, Nate en la silla
de el fondo y mi mama estaba sirviendo la comida. Me senté frente a mi abuelo como siempre lo hacía. Cuando teníamos dinero solía venir mucha gente a visitar así que nuestro comedor era bastante extenso. Pero ahora solo llenamos cuatro sillas.

La cena pasó rápido como siempre. Entre bromas, risas relatos del día y abuelo contando como le fue en su terapia se nos fueron dos horas. Estos eran los mejores  tiempos. A pesar de que todos estábamos devastados siempre teníamos tiempo para reír. Esos es lo más que amo de mi familia.

           
~  

Después de fregar los trastes llevé a mi abuelo a su cama y hablamos un rato más. Me contó cuánto extrañaba abuela pero que sabia que era un proceso por el que pasamos todos.

" Taylor ¿ sabes que te amo verdad?" Se inclinó hacia mi y agarro mi mejilla

"Lo sé abuelo y yo también a ti" le devolví una sonrisa y agarre su  mano.

" no importa lo que pase quiero que ustedes se queden juntos. ¿Entiendes?"

No sé por qué pero todo esto me sonaba como una despedida y no me gustaba para nada.

"Claro que si abuelo"

"Me lo prometes" insistió

"Te lo prometo" sonreí

Cuando ya se había dormido entre al baño y lave mis dientes. Mañana iba a ser un día largo.  Voy intentar convencer a mi mamá de que me deje ir a la cuidad a vivir con mi hermano y así ayudarla con un poco más de dinero.

Entre a mi habitación y me acosté en la cama. Me puse los audífonos y apague luz que estaba en la mesita de noche.



<><><><><><><><><><><><><><><><>

La foto arriba es de la casa de Taylor y su familia. Casi en todos los capítulos subiré muchas fotos, me gusta que se imaginen algunas cosas de la misma manera que lo hago. No se, creo que es interesante. Si, un poco aburrido el capítulo. Así puede que sean los primeros hasta que la historia valla tomado forma ahí es cuando empezara lo bueno

Changing Donde viven las historias. Descúbrelo ahora