Cap. 18

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Hoy casi es el último día del año. Espero que tengan un feliz año nuevo ;;) loviu :*

-¿Emma estas aquí?- La voz de Daia llego desde el otro lado del salón. Me gire y la vi caminar hacia el sillón con una sonrisa en su rostro.

-¡Daia!- Me levanté para darle un abrazo a mi prima que ella me devolvió muy gustosa.

-Emma, hacia días que no sabía nada de ti- Hizo un puchero muy gracioso por lo que me reí de ella.

-Estuve algo ocupada- Me senté en el sillón una vez más y ella tomo asiento a mi lado.

-Lo imaginé, con eso de que Harry confirmó que iba a tener un bebe... Imagino que ni quieres salir.

-Si, aunque hoy tuve que hacerlo.

-¿Y eso? ¿A dónde fuiste?

-Al médico, fui a ver a mi bebe- Le dedique una sonrisa.

-¿Y cómo está mi sobrina?- Rodé los ojos.

-No se sí es niña aún Daia, déjalo... Igual está bien, creciendo y muy sano- No me cansaba de decirlo.

-Ains pero si es una ternurita. Hasta antes de nacer se porta de lo mejor... Eso porque se parece a su tía Daia.

-Si claro... Tienes toda la razón- Le di un codazo.

-Auch... Me dolió ¿ok?

-¿Cómo van las cosas con Liam?- Escuche como mi prima soltaba un suspiro.

-Bueno las cosas podrían ir mejor...

-¿Que ha pasado?

-Sophia pasa- Puso su atención en otra cosa, no hizo contacto visual- hace dos días se apareció en la casa, quiere volver con Liam y desde que la vio Liam ha estado de lo más borde conmigo...

-Vaya...

-No he hablado realmente de eso con él, pero estoy casi segura que esta sopesando la posibilidad de volver con ella... A nadie le sorprendería, para el resto del mundo Liam está soltero y yo no existo.

-Eso es fuerte...- Me puso muy triste que Liam estuviera actuando así con Daia, ella era una persona maravillosa y yo más que nadie sabía lo mucho que ella le quería.

-Si las cosas no salen bien, buscare un piso- Hizo una pausa- Hoy he estado buscando trabajo, encontré dos lugares que realmente me agradaron.

-Me alegra mucho- Dije con entusiasmo.

-Si, sabes que lo que menos que hago yo es sufrir por un hombre, no nací para eso- Estampó una sonrisa en su rostro.

-Eso lo tengo claro- No pude evitar pensar en Dani, fue su novio durante toda su adolescencia. Ella era muy feliz a su lado pero de un día para otra Daia se comenzó a cansar de él por lo que lo dejo de la nada, y dos semanas después se estaba acostando con Liam, así de fácil era para ella superar a los hombres. Yo por mi parte si sufrí un poco en cuanto a las relaciones que he tenido, y no las supero nada rápido.

-¿Cómo te fue con la familia de Harry?

-Al principio mal, pero ya las cosas están arregladas, fueron unos excelentes días. Además de que Lux nos acompaño, es un encanto de niña- Sonreí.

-Lo imagino, Harry si que quiere a esa pequeña... Es increíble ¿no crees?

-¿El que?

-Hace unos meses veíamos a estos increíbles chicos a través de una pantalla y ahora convivimos juntos a ellos todos los días. Algunas veces pienso que es un sueño.

-Es lo que parece- Susurre-. Aunque esta vida que ahora tengo no quiero cambiarla...

-Ni yo... Todo estaba perfecto hasta que Sophia pareció, yo todavía adoro a Liam y haré todo lo que esté en mis manos para no perderlo.

-Así se habla- Esbocé una sonrisa- mira que mi bebe quiere a sus dos tíos juntos.

-Y tía Daia hará todo lo que pueda para que así sea- Finalizó.

Daia y yo pasamos el resto de la tarde charlando e hicimos comida cuando nos dio hambre, también se me antojo comer Brownies por lo que mandamos al chico aparca autos a la tienda. Todo fue muy alegre y me gusto mucho tener la compañía de Daia, ya que hizo que despejara la mente y dejara de pensar un poco en Harry.

Cuando por fin llego la hora de que mi prima se fuera me puse algo triste.

-Prima llámame si algo pasa, cuida mucho de mi sobrina y no pienses tanto en Harry, el volverá en un momento- Me dio un corto abrazo, el cual yo correspondí.

-Está hecho Daia, besos a Liam. Dile que debe venir a visitarme.

-Ya estoy en eso - Dijo y salió del lugar, dejándome en un piso enorme extrañando a Harry.

Fui hacia la habitación donde Harry tenía toda su ropa, tirada en un rincón había una camiseta que se había puesto hacia unos días la tomé y la puse cerca de mi rostro aspirando su aroma, olía exactamente como el. Me quite lo que traía puesto y me puse la camiseta. Ya con eso decidí irme a dormir.

No se necesitan más de dos días para ser feliz [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora