P.O.V Isabella
Seguía acostada en mi cama, de vez en cuando daba vueltas el ella para dejar de pensar en la pelea que había tenido con mi mamá y poder dormir. Pero no lo conseguí.
Me decidí por tomar mi celular, desbloquearlo y, comenzar a leer a través de una aplicación. Ya que, como a muchos, no me sobraba el dinero como para poder comprar un libro en físico.
Comencé a leer una historia que, sinceramente, no me terminaba de convencer. Era una de las típicas, chica buena, chico malo, apuesta y ¡pum! el chico se enamora y se da cuenta que no puede vivir sin la chica. Pero mágicamente la chica se entera de su mentira y lo deja, lo odia pero ¡pum! el le da el discurso del año y ella vuelve con él, luego de que la allá utilizado como un trapo de piso.
Decidí dejar de leer ya que estaba cansada y apague mi celular, no sin antes, mirar los mensajes de un grupo de WhatsApp al que ni siquiera savia como había entrado, es más, creo que ni si quiera conocía a alguien de ese grupo.
Deje mi celular en la mesa de luz que estaba al lado de mi cama y cerré los ojos. Poco a poco comencé a quedarme dormida.
***
Desperté gracias al sonido de la alarma de mi celular, era lunes.
Tome lo primero que vi en mi armario. La misma blusa que había usado el día anterior, la cual era de un color carmesí y se ajustaba en el área de mi cadera dejando las demás áreas sueltas, las mangas eran cortas y sueltas, y unos jeans negros que llegaban tres dedos arriba de mi cadera.
Termine de cambiarme y me dirigí al único baño que había en mi casa, cepille mis dientes, peine mi cabello un poco y lave mi cara. Arme una trenza suelta en mi cabello y la deje en uno de mis costados.
Tome mi bolso, mis llaves de la casa y mi celular. No desayune ya que casi nunca tenia tiempo.
Me mire por ultima vez en el espejo y acomode un poco mi cabello, echo esto salí de la casa y me dirigí a pie a mi ultimo año de escuela.
La escuela estaba a tan solo cinco calles de mi casa, a pesar de ser una floja mi cuerpo si aguantaba caminar eso todos los días. No tanto, pero aguantaba.
Llegue y aún faltaban diez minutos para que las clases comenzaran. Camine hasta mi casillero y lo abrí, tome mi libro de historia.
Pegue un grito, demasiado agudo, en el momento en el que mi casillero se cerro de golpe.
-¡Emma!- grité
-¡Isabella!- grito ahora ella fingiendo mi tono de voz, el cual le había salido muy mal.
-¡Yo no hablo así!-
-¡Claro que si!- se defendió.
-Mentirosa - Murmuré por lo bajo.
-Traidora - En dijo ella.
-¿Perdón? - Dije indignada.
-No, no te perdono - suspiro exageradamente - Me dejaste abandonada en la noche de películas. Según el código número treinta y cuatro - Dijo apoyando su mano derecha en donde se suponía se encontraba su corazón y, levanto el dedo índice de la izquierda y prosiguió con su "discurso" - Nunca se debe dejar abandonada a una mejor amiga si no existe una buena excusa, y mucho menos en una noche de películas -
- ¿Existe un código de amigas?- cruce mis brazos.
- Por supuesto - Dijo esquivando mi mirada, estaba mintiendo.
- Exagerada -
- Escuche eso - volvió a mirarme.
- Esa era la intención - el timbre sonó. Me di la vuelta y comencé a caminar hacia mi salón.
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Jodido idiota
RomanceIsabella Bachelli: Tiene uno de los nombres más comunes de Italia gracias a su madre. Trabaja medio tiempo, necesita dinero. Simpática. Todo se lo gano con esfuerzo y tiempo. "Todos tenemos derecho a ser estúpidos, pero tú, abusas del privilegio" Ar...