Cap. 2

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-¡Hey! Imbécil no le hables así- dijo mi amigo Ashton

-Tu no te metas, esto es con ella- dijo el chico señalándome a mi.

-Entonces creo que tenemos un problema- dijo mi amigo pareciendo ser rudo, el era alto, delgado, ojos azules, pelo café claro, y con unas pestañas envidiables.

-Vale, paren ya. Ashton no tiene caso- dije mirando con algo de desprecio al chico- ni siquiera lo conozco- luego de eso el se limito a asentir y se fue de la cafetería, parecía algo enojado.

-Nos volveremos a ver Ainhoa- dijo el chico del que ni siquiera se su nombre y el que el si conozca el mio me asusta un poco por que nunca lo he visto -y por cierto me llamo James Collins- dijo el tal James y después de giñarme el ojo se fue.

-Tarado- dije casi susurrando

-¿Te dijo cual era su nombre?- pregunto mi amiga con mucho entusiasmo, al parecer había regresado y no se había molestado en ayudarme a alejarme de el.

-Ah si ...- sonó la chicharra que indicaba que teníamos que regresar a clases - te cuento luego

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James

Ya habían acabado las clases y adivinen que .... ¡Si me toco casi en la mayoría con Ainhoa!

No es que me emocione o algo por estar con ella y aparte la acabo de conocer, solo que se me hace una chica interesante y creo que nos llevaremos bien el resto de lo que nos queda aquí o al menos eso espero.

Y sobre todo aún no comprendo por que es tan cortante con migo, bueno reconozco que si pude haberme comportado mal pero no me conoce bien todavía.

Estaba perdido en mis pensamientos y de pronto divise a ella a lo lejos, me acerque con la esperanza de que me hablara como una persona normal y no enfureciera.

-Hola

-Hola- dice ella de mala gana

-Oye, se que empezamos mal, pero si quieres podemos volver a iniciar- digo yo y pongo un cara angelical.

Ella rueda los ojos y después una sonrisa se dibuja en su rostro al igual que en el mio, me extiende la mano y se presenta.

-Ainhoa García

-James Collins- tomo su mano y la beso caballerosamente

-Y ahora dime como es que sabías mi nombre antes de que yo te lo dijera?

-Am ya sabes, nadie le puede negar nada a este rostro tan irresistible- le digo y le guiño un ojo

Obtengo como respuesta que ruede los ojos y me dedique una sonrisa.

-Jaja te equivocas, no todas somos iguales- dijo riéndose a carcajadas

Así paso la tarde entre risas, confesiones y muchas otras cosas hasta que me pidió llevarla a su casa.

Llegamos a su casa y cuando estábamos por entrar su tarado amigo la estaba esperando.

-Ainhoa podemos hablar?- dijo su amigo

-Claro- se despidió de mi con un beso pequeño en la mejilla y me dijo algo que no puede entender bien

-Nos vemos mañana- le di un abrazo y me fui ignorando por completo a el estorbo junto a ella.

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MI PERFECTO ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora