1.- El peor castigo

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Annie

Estaba con Emily Watson y Myldred Marshall, son como mis hermanas, nos conocemos desde pequeñas y hemos sido inseparables.

Estabamos en la biblioteca leyendo, yo leía ciencia ficción, Myldred "El origen de las especies" y Emily como siempre estaba leyendo Romance, soñando con los románticos chicos que aparecían y creaban historias de ensueño.

Estabamos tranquilas y escuchamos esa horrible voz chillona que sólo causaba problemas.

-Pobre bichejo -espetó con arrogancia-, Emilia o como te llames. Das lástima. ¡Idiota!

Se alejaron riendo y me tranquilice por eso, no se como Myldred se contuvo de gritarles o llegar a golpearlas si seguían agrediéndola.

A Emily siempre la molestaban y la bulleaban. Myldred la defendía lo más que podía y a mí, no me gustaba ver ese tipo de cosas. Me sentía como una tonta al no poder hacer nada por mis amigas, pero a pesar de todo yo las quería como a mi propia vida.

De pronto el sonido del micrófono me sacó de mis profundos pensamientos.

-¡Annie Wilder!¡Emily Watson!¡Myldred Marshall! A la oficina del director lo más pronto posible -Me quedé pensando en el porque del llamado, pero no se me ocurría nada.

Nunca hacíamos escándalos, ni peleábamos con nadie y no habíamos bajado en notas. No tenía ninguna razón para llamarnos a la oficina del director, pero teníamos que ir, si no nos meteríamos en verdaderos problemas.

Yo me levanté primero de la silla, luego Myldred y hasta el último Emily que aún estaba recogiendo sus cosas que había utilizado para terminar un proyecto que teníamos que hacer, aunque por leer otras cosas nos olvidamos de lo importante. Nunca nadie nos escogía por ser "invisibles", pero al fin y al cabo nos teníamos a nosotras.

Nos dirigimos a la oficina del director por su repentino llamado. Muchas miradas se posaban sobre nosotras y murmuraban entre sí. Que idiotas.

Llegamos a la puerta de la oficina del director, la cual era de caoba. Temerosa llamé esperando a que alguien nos abriera o nos dieran la orden de entrar.

-Adelante -Se escucho una voz gruesa que venía desde adentro.

Myldred se mordía su labio inferior nerviosa, yo jugaba con mis dedos, pero Emily estaba más pálida de lo normal.

Seguramente estaba aterrada y al entrar era probable que le diera un ataque de nervios y saliera corriendo.

-Emily debes estar tranquila. Yo tampoco sé porque es que nos han llamado, pero si no te calmas nos va a ir peor -dijo Myldred con un poco de nerviosismo en su tono de voz.

-S-s-s-s-sí. Tienes razón -contestó la nombrada con voz temblorosa y tartamudeando un poco.

-Chicas dejen de hablar que hacen que me ponga más nerviosa de lo que ya estoy, aparte no creo que sea un regaño porque no hicimos nada indebido, así que por favor tranquilas -repuse más nerviosa que nada, pero sin mostrarlo a ellas, ya que alguien tenía que controlar la situación.

Las dos asintieron con la cabeza a la petición que les había hecho y entramos a la oficina.

Al entrar nos encontramos con la sorpresa de que no estaríamos solas estaban los chicos más populares, desastrosos y arrogantes del mundo. No conocía bien sus nombres puesto que los traía sin cuidado, pero si reconocía a su líder que era nada más y nada menos que Blake Robinson.

El cuarto no era tan grande como yo imaginaba, las paredes tenían un tono entre blanco y amarillo -casi para ser beige- y el piso tenía un mosaico con tonos café en sí. Había plantas que adornaban las esquinas de aquel espacio, excepto en una porque ahí era donde descansaba la bandera de nuestro país. También en las paredes estaban colgadas fotografías de personajes importantes para la escuela y uno que otro de suceso ocurrido en esta misma, al igual que también había algunos reconocimientos otorgados a la escuela. El escritorio era casi igual a la puerta, sólo cambiaba la forma que adquiría el material. Detrás de la silla del director había dos muebles que tenían un estilo parecido a un archivero y la parte delantera del escritorio era donde se encontraban los chicos ya mencionados anteriormente.

Lados Opuestos #PLDLT1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora