Capitulo 3

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Clarke sentía sus piernas y pulmones quemar en cada trote, más no podía parar, no debía parar, porque su perseguidor no lo haría...

- Clarke!-la voz de Abby llamó desde su puerta.- es tarde, si no te das prisa...

Clarke volvió a la conciencia, sudor frío cubriendo su piel.

- Clarke!?- volvió a llamar Abby.

Recobrando lo mejor que pudo su compostura, Clarke respondió- Voy en un segundo, casi estoy lista.

- No hagas esperar demasiado a tu padre, el te llevará el día de hoy.- anunció Abby, que sólo había vuelto a casa por un cambio de ropa antes de volver al hospital, sólo confiando en si misma para monitorear el cuidado del Canciller.

Después de unos segundos Clarke encontró las fuerzas para salir de la cama, su corazón aún acelerado. Su mente llena de cientos de preguntas. Y entre esas preguntas, su mente vagaba a Lexa. Una semana había transcurrido desde su último encuentro y su mente no le daba tregua en sus pensamientos plagados de la morena. Clarke suspiró pesadamente, un largo día en espera de ella.

Fue cuando su pie tocó el suelo para incorporarse que su mente le recordó-...yo no vivo con mis padres...que...?

Una risa siniestra retumbó a su alrededor.

- No pensé que te tomaría tanto tiempo...

La luz en su antigua habitación se esfumó. Su mente volviendo a Lexa una vez más. La voz rió sombríamente otra vez.

- Ella no te salvará...es débil...-siseó.

Más allá del temor, algo muy dentro de Clarke le hacia sentir furia en contra de quien le asechaba en las sombras.

- No sé a quien te refieras...-respondió entre dientes.

- A Lexa por supuesto...

Clarke rió- Para tu información, no necesito de nadie para salvarme-gruñó Clarke

- Ya veremos...ya veremos...-la voz se fue apagando.

-Clarke!-la voz de Raven le despertó de su letargo.

Clarke se incorporó de golpe, mirando frenética a su entorno, al parecer esta vez, había despertado en el lugar indicado.

- Te encuentras bien? Me has pegado un susto, aunque al principio pensé que estabas teniendo una orgía debido a los gemidos y quejidos...- se burló , haciendo a Clarke entornar los ojos - pero luego parecías luchar con alguien así que entre...y- Raven miró a su alrededor, que era un desastre, realmente parecía que hubiese habido una pelea o algo-...realmente necesitas ordenar aquí Griffin...no quisiera que Abby haga una de sus visitas sorpresa y vea esto, seguro que nos rompe nuestro sueño universitario de vivir solas...

Clarke frunció el ceño, en gran parte, porque obviamente no había sido ella la causante del desorden y - porque estoy esposada?-inquirió mirando a las piezas de metal que le restringían sus movimientos. Raven les devolvió a su estado natural, las llaves del apartamento.

- Simplemente no quería un ojo morado, como cuando éramos niñas...-afirmó sonriente.

Clarke resopló, no sabiendo si agradecer a su amiga o realmente darle un ojo morado.

-Muy graciosa...- se puso en pie, con cuidado de no posar nada de los objetos que plagaban el suelo.

- Bueno, ya que mi caballería esta siendo rechazada por la princesa, creo que volveré a mi refugio...-se despidió la morena giñandole un ojo.

Clarke sonrió, negando con la cabeza, mientras volvía su atención a las cosas desordenas...tomando sus pinceles y colores pastel, suspiró-...al menos no rompieron nada...-agradeció internamente .

Le tomaría al menos unas horas para poner el lugar en orden, gimió-...al menos es sábado.

- Sabes, para ser una chica que prácticamente lo tiene todo, te quejas demasiado...- Clarke saltó, su corazón palpitante del susto. Lexa que le observaba sentada en el marco de su pequeña ventana, reprimió una sonrisa. Clarke le observó con el ceño fruncido, justo a tiempo para verle suprimir su sonrisa.

- Se puede saber como has llegado hasta aquí?-inquirió entre enojada y extrañamente feliz.

Lexa le observó, luego miró en la habitación desordenada, y por último sus ojos enfocaron una pequeña figura de hielo...una rosa. Sin pensarlo dos veces llegó a por la figura en la estantería en la parte contraria de la habitación.

De haber pestañeado Clarke se hubiera perdido su movimiento, incluso apenas perceptible al ojo.

- Que es eso?- inquirió, observando lo que no había notado antes y ahora se haya en las manos de Lexa.- es...?

- Una rosa de hielo...-afirmó Lexa. Acto seguido le destruyó en su palma apretándole con fuerza. Y sin mediar palabra se dirigió hacia la ventana.

Viendo a la morena alejarse una vez más, Clarke sin pensarlo le tomó por el brazo, reteniéndole. Lexa se giró para verle con el ceño fruncido. Clarke tragó grueso ante la mirada penetrante.

- No vas a salir así sin más, necesito respuestas...desde que me encontré contigo la primera vez ...mi cuerpo...reacciona a ti...y desde aquella noche...mi mente no deja de...

Lexa dio un paso más cerca de ella, sus cuerpos sintiéndose como imanes. Los ojos verdes miraban en los azules. Y Clarke creyó que por un segundo se deslizaban a sus labios; lo mismo pensó Lexa de ella.

- Sé lo que sientes, lo que tu cuerpo te grita que hagas, lo que tu mente te muestra...yo lo he sentido también...lo sufro también...y me duele no poder ayudarte...-su voz a penas un susurro.

"Ella no te salvará..."

- No necesito que me ayudes...o que me salves- Clarke se burló - sólo quiero que me digas lo que me esta sucediendo!-exigió . Lexa negó con la cabeza y en un suspiro salió del lugar.

Then We MeetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora