-¡JACKSON! ¡JACKSON!-había una voz que no paraba de llamarme a gritos - ¡VAMOS! ¡DESPIERTA!
Otra vez me desperté sudando y con la respiración agitada.
Muerte y dolor...
Es de todo lo que me acuerdo al despertar.
Lentamente abro los ojos viendo el rostro preocupado y angustiado de Bam que otra vez me había tenido que despertar para evitar lo de la otra vez.
*FLASBACK*
Estaba muy cansado pero tenía miedo de cerrar los ojos.
Hacía una semana que tenía la misma pesadilla una y otra vez, y aunque no me acordase de casi nada siempre despertaba sudando y pensando que alguien muy cercano a mi fallecía produciéndome el mayor dolor que una persona podría sufrir.
Pero al final el cansancio me venció y caí en los brazos de Morfeo.
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No hay despertar.
Simplemente oscuridad y silencio.
Una luz aparece de la nada.
Entrecierro un poco los ojos porque es muy brillante.
Cuando me acostumbro un poco decido acercarme ya que la curiosidad me mata.
¿Esa es mi abuela?
No.
No puede ser.
Ella esta...
¿Entonces yo estoy...?
-Abuela, ¿Qué hago aquí?
-Mi niño, no deberías poder verme. Venga, cierra los ojos, todavía no es tu momento.
Después de eso me dedica una de sus cálidas sonrisas que tanto echaba de menos.
Decido hacerle caso por que no entendía nada y por que jamas la pude desobedecer y etsa no iba a ser la primera vez.
Empiezo a oír a alguien llorando y varios pitidos.
¿Qué está pasando ahora?
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Abro lentamente los ojos para encontrarme en una habitación que no consigo reconocer.
Sigo oyendo a alguien llorando.
¿Ese es Bam?
Miro a los lados aunque me cuesta mover la cabeza.
Al mirar a mi izquierda veo a Bam llorando con la cabeza en las manos y los codos apoyados en sus rodillas.
Parecía suplicarle a alguien que se quedase pero, ¿a quien y por qué?.
Al subir un poco la mirada veo máquinas.
¿Estamos en un hospital?
-Bam- intento hablar pero es mas un gruñido que otra cosa- ¿Bam, eres tu?
-Jackson, ¿estas bien?- parece preocupado y enseguida sale de la habitación- ENFERMERA, ESTA DESPIERTO!
Poco despues de que me revise, Bam me explica que llevo un día inconsciente. Que por la noche debia estar teniendo LA pesadilla y empecé a convulsionar y no me pudo despertar.
Nos dijeron que si mejoraba, mañana me darían el alta.
Y así fue.
Al día siguiente salí del hospital.
