Capitulo I

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Coldplay viva la vida.





Han pasado dos años y no he vuelto a saber de Josh, realmente no pude ser mas feliz cuando desapareció, aunque estuve encerrada por unas semanas por miedo a encontrármelo por ahí, pero gracias a Monserrat que no me dejo sola pude superar todo ese infierno., desde entonces no he vuelto a tener una relación y es que no puedo confiar en ningún hombre, no es que este culpándolos a todos ni mucho menos generalizando pero el mal nacido de Josh me marco de por vida.

—¡ANI!. Me grita monse desde la sala.                —apurate que llegas tarde al hospital y yo al despacho mujer, tendrás que comprarte un auto haras que me despidan. Si, Monserrat es abogada trabaja en Seattle attorney y para mi es la mejor y no es porque sea mi amiga, es que no solo soy yo que lo pienso, ha tenido una inmensidad de casos y de todos ellos solo ha perdido uno. Monse es bellísima es una pelirroja el pelo le pasa los hombros y es de tez blanca, pecas en la cara, tiene los ojos verdes y pestañas largas aveces le digo que parece una Ninfa y se echa a reír pero en serio es bellísima. Yo pues, mido uno sesenta tengo una estatura normal, tengo el pelo castaño oscuro, largo más abajo de los hombros y lacio, de complexión delgada, no me quejo la verdad, mis ojos son grandes y alargados de color verde, tengo veintiséis años y soy doctora, hace tres años que me gradué de medicina y hace dos años comencé a especializarme en pediatría y trabajo en kindred hospital.
—si ya voy saliendo no te ofusques, trabajé hasta media noche y no pude descansar bien pero ya vamos., le digo pasando a su lado y sonriéndole, ella rueda los ojos y salimos a camino.

Tengo que entrar casi corriendo al hospital, porque estoy llegando tarde, pero es que últimamente me tengo que quedar hasta el turno de la madrugada., y cuando no tengo que hacer turno, tengo que ir a mis clases en base a pediatría, lamentablemente no me da el tiempo para nada. Pues apenas puedo cepillarme los dientes, y la doctora Nora siempre se empeña en hacerme la vida imposible y regañarme porque estoy llegando tarde, la verdad no se que le hice para que sea así conmigo, me hace la vida de cuadritos, desde que terminé mi especialidad, aplicare para el Seattle childrens hospital.

—¡Doctora Morgan! tiene un paciente en emergencias, sala dos, apúrese, es una niña de 8 años. dice la doctora Nora mirándome con desdén, como siempre., yo asiento y no le presto mucha atención, dirigiéndome a la sala dos con entusiasmo pues cuando me asignan niños me encanta. entro a la sala y veo a una hermosa criatura, pues tiene los ojos mas hermosos que he visto, grandes, azules tan azules que podrían confundirse con el cielo incluso con el mar, tiene el pelo rubio y su color de piel es clara tiene la boquita redondita y la nariz respingona, es pequeñita y a pesar de que luce cansada y apagadita, tiene los cachetes sonrojados y la nariz también, y eso no es suficiente para ocultar su belleza. Sonriendo me dirijo a ella. —hola preciosa como te llamas, le pregunto. ella me mira  atraves de sus pestañas —me llamo Sofía.—oh! que nombre mas hermoso Sofía tan hermoso como tu, yo soy la doctora Morgan pero me puedes decir ani, ahora dime algo donde están tus padres., le pregunto, ella me mira y agáchala cabeza, y dice bajito —estoy con mi tío, el salió hacer una llamada. asiento. —pues tenemos que esperar a que el llegue, o mejor lo busco para comenzar contigo., me dices como se llama tu tío para ir por el., ella niega —no es necesario ya el esta aquí.
yo automáticamente doy la vuelta y quedo en shock, no puedo reaccionar y es que este hombre es guapísimo y me sorprende mas lo hermoso que son sus ojos igual que los de la pequeña sofia, azueles pero pequeños y rasgados, reacciono al escuchar un ligero carraspeo, y me muero de vergüenza porque aunque el tiene unos ojos hermosos me mira dura y fríamente., —disculpe va atender a mi sobrina o se va a quedar contemplándome, dice arqueando una ceja, !DIOS! pero que atrevido como se atreve y me muerdo la lengua pues lamentablemente el tiene razón, asiento y le pido disculpas., —solo estaba esperando que estuviera un familiar adulto con la niña para proceder. le digo tratando de disimular con el tono venenoso en que se lo digo, pero el lo nota y me ignora. asi que me dirijo a la pequeña.
—cuéntame sofia que es lo que sientes y desde cuando lo sientes., ella toce ligermente y hace una mueca de dolor. también no me pasa desapercibido la congestion y secreción nasal que tiene, cuando va hablar el señor de ojos frios y malditamente apuesto la interrumpe,   —se ha sentido asi desde hace dos días. antes de que continue le hago una advertencia con la mano para haga silencio. el me mira sorprendido, —disculpe señor, pero es impresindible que la niña me conteste. si siento alguna duda pues le pregunto a usted, el me mira igual de sorprendido y asiente con el ceño fruncido. —vamos preciosa dime tú, la animo ella asiente y procede —pues tengo mucha tos me duele mucho la garganta y la barriga, y me siento muy cansada. arrugo la frente y asiento, —ok sofia vamos a revisarte, acuéstate en la camilla, tomo mi estetoscopio para auscultarla, pero me fijo que tiene una leve coloración azulada en la piel, es cianosis, creo saber lo que tiene pero de todas formas realizo la auscultación, además le cuesta respirar y tiene mucha fiebre. Respiro profundo pues tengo que dirigirme a ese hombre, y lo sorprendo mirándome, como si quisiera penetrarme con la mirada y eso hace que me tambalee de mis propios pies pues me perturbo. —señor, algún otro síntoma que la niña olvido. le pregunto., el me mira y me sorprende ver que esta sonriendo pero es una sonrisa de pedantería., —entonces ahora si quiere que hable, da un vistazo rápido a mi plaquita., —doctora Morgan, pues hace un momento prácticamente me mando a callar. ¡ES ENSERIO! este hombre va hacer que haga algo mal hecho. yo respiro y cuento hasta diez mentalmente., —mire señor como se llame, el se carcajea. —me llamo sebastian, señor Fürst para usted, pedante de mierda como se atreve y que apellido tan raro, —señor Fürst disculpeme si lo ofendí pues nunca fue mi intención que pensara que lo mande a callar pero en estos casos o en cualquier caso tenemos que preguntarle al paciente y que respondan ellos mismos, asi que por favor deje su rabieta para otro dia pues aqui lo mas importante es sofia no el que usted se haya ofendido lo miro media irritada., ah y digame si usted cree que a la niña se le olvido algo, pues creo saber que tiene y si creo que es lo que estoy pensado. pues tenemos que ingresarla, el abre los ojos y parece arrepentido, por un momento me siento mal y no se porque si el ha estado atacándome desde que entró a la sala., veo que asiente y  carraspea, —si, tiene dolor en el cuerpo, mucha fiebre, tiene vomitos, casi no come, y tiene mareos. asiento mas tranquila., —sabe usted cuantas veces ha vomitado. —creo que unas tres veces, asiento —por el momento le haré unos análisis para determinar que es lo que tiene y luego le hare saber, de todos modos la pequeña se queda ingresada, mandaré una enfermera a que le haga las pruebas. mientras tanto acompáñeme para que me diga si la niña sufre de algo.

—como la niña no sufre de nada voy a proceder a nebulizarla, pues se le hace un poco difícil respirar ya que está muy congestiona y tiene secreción, se me encoge el corazón al ver lo asustado que esta., y las palabras salen atropelladas de mi boca sin darme cuenta.        —tranquilo señor Fürst, Sofía estará bien no es nada para alarmarse, pero sin los resultados no puedo decirle que tiene exactamente, además yo me encargare de que ella salga sana de este hospital, le sonrió conciliadora. por un momento los ojos se le suavizan y asiente pero fue algo tan rápido pues volvió a esa postura de hombre frio y duro. —disculpe pero y los padres de sofia, necesito que me firmen unos papeles. el se pone tenso de repente y yo arrugo mi frente. —fallecieron, dice secamente, —lo siento digo y realmente lo siento pues se que es eso. el se encoge de hombros —entonces usted es el tutor de la niña. Digo para cambiar de tema. arrugando la frente y mirándome como si tuviera tres cabeza —pues ni modo que sea usted no cree, yo lo miro irrita, pero que le pasa a este hombre porque me tiene que hablar de esa manera tan tosca. y a pesar de que me habla de esa forma me quedo contemplándolo no se si son segundos o minutos pero es tan guapo y mas con ese traje negro que se le adhiere al cuerpo perfectamente, tiene unas cejas castaña pobladas y arqueadas asi de chico malo, y sus ojos son tan hermosos azules rasgados pequeños, tiene la boca grande pero sus labios no son carnosos, con su barba incipiente que le queda malditamente bien, su nariz es fina puntiaguda y triangular, su pelo es fino caastaño un poco rapado pero no tanto pues tiene un flequillo que le sobresale en la frente, mide como uno setentaisiete, su tez es blanca un poco sonrosada lo que lo hace peligrosamente atractivo y perfecto. el carraspea y cuando reacciono tiene una sonrisa de medio lado y una ceja arqueada exageradamente. y yo me ruburizo tanto que temo que el lo note. —pues volvemos a lo mismo doctora Morgan comiéndome descaradamente con la mirada, se que disfruta la vista pero nos ocuparemos de eso otro dia, ahora lo mas importante es sofia., !pero que vergüenza! Pero de todas formas no se quien se cree que es para hablarme así! Está bien que me lo comí con la mirada pero no es para que diga esas cosas, además nunca me involucraría con alguien como el, así que para no buscar pelea mejor asiento tratando de ocultar mi rubor y rogando a Dios que no se escuchen los latidos ofuscados de mi corazón, estúpido eso es lo que es, por hacerme sentir tan molesta e irritada. Le digo que venga conmigo a donde trasladaron a sofia.









nos seguimos leyendo de verdad espero que les este gustando, cualquier duda sugerencia lo que sea no duden en decirme. :)

SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora