Dos.

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El día siguiente te vi de nuevo en receso, de nuevo estabas solo y con tus auriculares puestos esta vez llevabas las manos dentro los bolsillos de tu pantalón, mirabas al suelo tratando de ocultarte. Admito que no pude dejar de verte hasta que te perdí de vista en canchas. Había algo en ti que me atraía y quería descubrirlo.

Para El Chico Que Nunca Me Amó.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora