18

2.6K 227 33
                                    

Los días pasaron y se volvieron semanas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasaron y se volvieron semanas.
Nunca más que tuvimos un momento, y ninguno de los dos mencionó algo sobre aquel beso que nos dimos cuando le di la pintura.
A pesar de vernos casi a diario, pasar tiempo en su casa, o en la mía. Lo siento cada vez más lejos de mi.
Es como si intentara olvidarme y eso esta matándome. Porque yo lo amo más que nunca.
Nunca estuve tan segura de lo que sentía como ahora.
Lucas también se ha alejado de mi.
Creo que en el fondo el sospecha que algo sucede, pero no lo ha mencionado.
Debe sentirse tonto al creer que algo sucede entre Adam, que es sacerdote  y yo.
Debe pensar que su mujer lo ama y esta completamente entusiasmada con su boda, cuando la realidad es todo lo contrario.
Debo hablar con el.
Tengo que ser justa con mi prometido y hablar con Adam.
Le haré caso a Juan y no lo dejaré ir otra vez. Lucharé por el.

Por suerte Juan ha mejorado mucho y eso me hace muy feliz.
Adam se ha estado quedando con ellos y pasa algo de tiempo en la iglesia del padre Jorge.
Yo, intento concentrarme en una boda que me gustaría cancelar.

Me siento el ser más horrible de la tierra. Pero no puedo continuar con ello.

Debo hablar con Adam y hacerle saber de mi decisión.

Esta tarde pasaré a buscarlo e iremos a tomar un café, es mi oportunidad de saber que siente y decirle lo que yo siento.

Al llegar a su casa, el me esperaba afuera, al ver su rostro me dió la sensación de que algo no andaba bien. En sus ojos veía tristeza, tristeza que intentaba ocultar con una falsa sonrisa, pero yo lo conozco demasiado bien.

Nos mantuvimos en silencio todo el camino hasta el café.
Se trataba de un lugar al que íbamos de niños, y todavía permanecía allí, desgastado por el paso de los años, mostrándonos todo el tiempo que había pasado desde que éramos dos niños inocentes y felices sin problemas que íbamos a tomar malteadas.
La realidad que nos rodeaba ahora era tan diferente. Adam ya no era aquel niño inseguro y tímido que tartamudeaba frente a otras personas. Era un hombre seguro de si mismo, cumpliendo sus metas y seguro del camino a seguir.
En cambio yo, volví a sentir aquellos miedos, esa incertidumbre de no saber que va a suceder con mi futuro.
La vida nos daba otra oportunidad y quería tomarla. Quería seguir ese camino junto a él, el amor de mi vida.
Pero acaso ¿el quería tomar ese camino?

Nos sentamos en un mesa junto a una ventana. Afuera hacia un día maravilloso.

—¿Cómo está Lucas?—habló al fin.

¿Todo el camino sin hablarme y me pregunta por mi prometido?

—Esta bien, trabajando. Esta semana comienzan sus vacaciones.

—Ah, me alegro mucho. Podrá ayudarte con la boda.

Algo no andaba bien.

—¿Qué sucede Adam? Habla conmigo por favor.

Votos De Amor © (Terminada, En Edición)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora