A-mor-ido Volvió en busca de dicha confianza, de esa disposición que siempre he querido ofrecerle, sin embargo pareciera que nunca se saciará, que el decidiera estar solo siempre. Le sigo ofreciendo parte de mi y sinceramente ni se si lo nota aquel que no se sabe si ve.
Estoy lejos de el, en otra ciudad en mi intento de descansar del dolor y creó que eso hace que para el sea más fácil recurrir a mi al no verme la cara, al que no pueda escuchar mi voz, es como hubiera estado esperando por esto más de lo que yo he esperado para redimir mis errores.
El solo escribe cuando quiere, no está ni puede estar para mi. Es débil, sin embargo algo en mi lo desea y lo ama más de lo que yo podría decidir. No me entiendo, todo cada vez se vuelve un poco más confuso estoy en la cama viendo los arboles a través de la ventana, grandes y hermosos arboles en un día de lluvia, me tomo un café, me fumo un cigarro, estoy tranquila hasta que llega el mensaje y suena mi teléfono.
El aire huele a húmedo, los carros suenan afuera, yo aún debajo de las cobijas, sintiendo el ligero frió del aire y simplemente de nuevo le contesto, sigo el juego como si todo estuviera bien y pudiéramos ser amigos.
A ver cuanto aguanto en esté laberinto sin salida.
