No sé si quiera como empezar esta carta y eso que la tengo pensada desde hace bastante tiempo. No sé cómo te vas a tomar lo que estas palabras contienen. Ni siquiera sé si la leerás solo o conmigo mirándote. Solo sé que necesito escribir cada letra, cada palabra y sobre todo, necesito que tú la leas.
Esta sea, quizás, la carta más sincera que escribiré en mi vida. Bueno... en realidad será la única carta sincera de verdad que escribiré en mi vida. Y por eso tenía que ser para ti. Quién me iba a decir que la vida iba a dar tantas vueltas y que dos personas como nosotros acabáramos en esta situación, juntos, queriéndonos... ¿queriéndonos? Amándonos mejor dicho. Quién me iba a decir que tú te convertirías (junto a mis pequeñas, ya lo sabes) en el mayor apoyo que pudiera tener en los momentos más duros y difíciles para mi. Nadie hubiera imaginado nada de lo que hemos vivido en estos meses, de hecho aunque ahora mismo se lo contáramos a la gente mucha no nos creería. Pero míranos, o por lo menos mírame a mí, dime si no ves a un hombre enamorado, dime si no ves a alguien que te mira como nadie más en el mundo te va a mirar.
Recuerdo perfectamente la primera vez que te vi en persona, fue en una cena de una revista en Madrid, tú y tus manos inquietas no parabais de moveos de un lado al otro de la sala y es que siempre has sido tan nervioso y tan inseguro que lo primero que pensé al verte allí echo un flan, desorientado, fue que eras el ser más adorable y más tierno que había visto en mucho tiempo. Y me acerqué a ti con la seguridad que siempre he tenido, bueno... la que siempre me había tocado aparentar, y te saludé dedicándote mi mejor sonrisa y ahí cavé mi tumba porque tu me la devolviste y me desarmaste (aunque tú en ese momento ni te dieras cuenta). A partir de ahí todo eran saludos y conversaciones banales en los diferentes actos en los que nos encontrábamos, miradas, sonrisas... que iban y venían sin que nosotros les prestáramos demasiada atención, no era posible que dos hombres como nosotros, heteros y con una reputación que mantener pudiéramos mantener algo más que una relación cordial, pero todos esos pequeños gestos fueron haciéndose cada vez más y más frecuentes entre nosotros mientras nos autoconvencíamos de que solo era una situación normal forzada por el hecho de que pasábamos mucho tiempo entre intento e intento de sacar un gobierno hacia delante. Y, de repente, tuve la mejor idea del mundo, llamarte. Llamarte para pedirte ayuda, porque sabía que no me fallarías, que estarías conmigo, y no me equivoqué, es más fue mejor de lo que jamás hubiera imaginado. Gracias a esa llamada, a ese encuentro en aquel banco, empezó lo nuestro, los besos, las caricias, los mensajes a escondidas del resto del mundo... Pero bueno, que te voy a contar si tú mejor que nadie sabe todos lo que nos ha pasado estos últimos meses.
Te preguntaras por qué te escribo esta carta, o quizá no porque sabes de sobra en que situación me encuentro, pero aún así aquí va:
Te quiero Albert, más de lo que te crees, más de lo que he podido demostrártelo, más de lo que nadie jamás lo hará y quiero que te quede claro porque tengo que irme de tu lado un tiempo, voy a coger a mis hijas y nos vamos a ir lejos de este lío hasta que esta locura se calme. No pienses que es una adiós para siempre, sabes perfectamente mi idea de presentarme a la reelección como Secretario General del partido, pero si es un adiós momentáneo. Ahora sé que te preguntarás por qué, no es que aquí no esté a gusto a tu lado ni nada de eso pero entre mi divorcio y el mal ambiente del partido siento que me ahogo y que mis hijas lo hacen conmigo. Mi primera opción era que tu formaras parte del plan y te vinieras también con nosotros no creas, pero eres el líder de un partido que te necesita y que confía en ti y sería muy egoísta por mi parte pedirte que hicieras eso por mi.
Así que, como no sé qué más decirte porque no sé cómo vas a reaccionar, solo eso que te quiero joder y que aunque nos tengamos que separar espero que me esperes, que te acuerdes de mi cada segundo que pasemos lejos porque es lo que pienso hacer yo, que te acuerdes de todo lo bueno que hemos vivido si en algún momento sientes un vacío a tu lado y que recuerdes que, aunque ese vacío físico importa, nunca vas a estar solo porque siempre, pase lo que pase, voy a estar a tu lado. T'estime.